Bravo Ahumada Mildred
“Fisiología
del corazón “
El corazón está formado por tres tipos
principales de músculo cardíaco: músculo
auricular, músculo ventricular y fibras musculares especializadas de excitación
y de conducción. El músculo auricular y ventricular se contrae de manera muy
similar al músculo esquelético, excepto que la duración de la contracción es
mucho mayor. No obstante, las fibras especializadas de excitación y de
conducción se contraen sólo débilmente porque contienen pocas fibrillas
contráctiles; en cambio, presentan descargas eléctricas rítmicas automáticas en
forma de potenciales de acción o conducción de los potenciales de acción por
todo el corazón, formando así un sistema excitador que controla el latido
rítmico cardíaco.
Anatomía del corazón
Presenta las fibras musculares cardíacas dispuestas en un
retículo, de modo que las fibras se dividen, se vuelven a combinar y se separan
de nuevo. Se puede ver fácilmente a partir de esta imagen que el músculo cardíaco
es estriado igual que el músculo esquelético. Además, el músculo cardíaco tiene
las miofibrillas típicas que contienen filamentos de actina y de miosina casi
idénticos a los que se encuentran en el músculo esquelético; estos filamentos
están unos al lado de otros y se deslizan entre sí durante la contracción de la
misma manera que ocurre en el músculo esquelético, aunque en
otros aspectos el músculo cardíaco es bastante diferente del músculo
esquelético.
Músculo cardíaco como sincitio.
Las zonas oscuras
que atraviesan las fibras musculares cardíacas se denominan discos
intercalados; realmente son membranas celulares que separan las células
musculares cardíacas individuales entre sí. Es decir, las fibras musculares
cardíacas están formadas por muchas células individuales conectadas entre sí en
serie y en paralelo.
Sístole y Diástole
El ciclo cardíaco está formado por un período de relajación
que se denomina diástole, seguido de un
período de contracción denominado sístole. La duración del ciclo cardíaco
total, incluidas la sístole y la diástole, es el valor inverso de la frecuencia
cardíaca. Por ejemplo, si la frecuencia cardíaca es de 72 latidos por minuto,
la duración del ciclo cardíaco es de 1/72 latidos por minuto, aproximadamente 0,0139
min por latido, o 0,833 s por latido.
Las tres curvas superiores muestran los cambios de presión
en la aorta, en el ventrículo izquierdo y en la aurícula izquierda,
respectivamente. La cuarta curva representa los cambios del volumen ventricular
izquierdo, la quinta el electrocardiograma y la sexta un fonocardiograma, que
es un registro de los ruidos que produce el corazón.
“Circulaciòn fetal”
El aparato circulatorio durante la etapa prenatal tiene
varias diferencias con respecto al que existe después del nacimiento:
1. La
oxigenación de la sangre se realiza en la placenta y no a nivel pulmonar.
2. La
sangre venosa y arterial no están totalmente separadas una de la otra, ya que
hay varios puntos en que se mezclan a través de comunicaciones entre ambos
sistemas.
3. La concentración de O2 en la sangre circulante es menor en la
circulación fetal que en la postnatal.
A partir de la 6ª ó 7ª semana queda ya
bien establecida la circulación fetal, la cual se mantendrá durante toda la
vida prenatal y cambiará drásticamente al momento del nacimiento. El proceso de
oxigenación de la sangre fetal se va a realizar en la placenta, desde donde la
sangre oxigenada va a ser transportada por la vena umbilical (dentro del cordón
umbilical) hacia el sistema circulatorio fetal. Esta sangre que va por la vena
umbilical es la que presenta la mayor concentración de O2 de todo el sistema,
ya que aún no ha pasado por ningún tejido en donde se realice intercambio
gaseoso, ni tampoco por ningún sitio donde se mezcle con sangre desoxigenada;
la presión a la que discurre la sangre a este nivel en gran medida es modulada
por las contracciones uterinas. La vena umbilical penetra a la cavidad
abdominal fetal y asciende hasta nivel del hígado donde tiene dos opciones para
seguir:
1. Seguir por un vaso que pasa por detrás del hígado: el conducto
venoso, para finalmente desembocar en la vena cava inferior fetal, o
2.
Penetrar a la circulación porta del hígado, llevándole O2 y nutrientes al
tejido hepático, para finalmente salir por las venas suprahepáticas y
desembocar también a la vena cava inferior; durante su trayecto, la sangre que
sigue esta vía va a sufrir una ligera desaturación de O2.
La proporción de sangre que entra por cada una de estas dos
vías va a ser controlada por un esfínter fisiológico que se encuentra a la
entrada del conducto venoso y que protege al corazón fetal de recibir sangre a
gran presión cuando hay contracciones uterinas. De esta forma, por cualquiera
de estas dos vías, la sangre llega a la vena cava inferior, donde se mezcla en
cierta medida con la sangre desoxigenada que transporta este vaso procedente de
la mitad inferior del cuerpo fetal. La mezcla que tiene la sangre a este nivel
hace que la saturación de O2 disminuya un poco con respecto a la vena
umbilical. Toda esta sangre que va por la vena umbilical (oxigenada y
desoxigenada) llega finalmente al atrio derecho del corazón, donde la mayor
cantidad de ella cruza a través de la fosa oval hacia el atrio izquierdo, y
sólo una pequeña cantidad lo hace hacia la tricúspide. Al atrio derecho llega
también la sangre desoxigenada de la vena cava superior (que trae la sangre
utilizada por la mitad superior del cuerpo) y del seno coronario (con la sangre
utilizada por el corazón); la sangre que entra por estas dos vías pasa
preferencialmente hacia el ventrículo derecho a través de la tricúspide. La
sangre que llega al ventrículo derecho va a salir a través de la arteria pulmonar,
pero como los pulmones están aún colapsados sólo una pequeña proporción de ella
va a pasar a los capilares pulmonares y la mayor parte va a pasar por el
conducto arterioso hacia el cayado de la aorta, donde se mezclará con la sangre
que viene por esta arteria. Esa pequeña cantidad de sangre que pasó hacia los
capilares pulmonares, va a regresar al corazón, al atrio izquierdo, donde se
unirá con la corriente que está cruzando por la fosa oval procedente del atrio
derecho. Toda esta sangre del atrio izquierdo va a pasar por la mitral hacia el
ventrículo izquierdo, de donde saldrá por la aorta ascendente.
Bibliografía:
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