domingo, 25 de octubre de 2015

Anatomia del corazón, Circulación. Alumna: Andrea Gutiérrez Nolasco


CIRCULACIÓN

Seminario Monográfico de Diagnóstico Integral

 

ALUMNA: Andrea Gutiérrez Nolasco

PROFESOR: José Luis Uribe Piña

 

El corazón es un órgano hueco y de forma básicamente cónica pesa entre 250 y 350 gramos y descansa cómodamente dentro del mediastemo, la cavidad media del tórax.
Se extiende de forma oblicua unos 12-14 cm desde la segunda costilla hasta el quinto espacio intercostal y yace anterior a la columna vertebral y posterior al esternón. Descansa sobre la superficie superior del diafragma con los pulmones lateralmente y parcialmente oculto por estos. Aproximadamente las dos terceras partes de su masa están del lado izquierdo de la linea central del cuerpo y el resto de la masa se proyecta a la derecha.
Su amplia base plana de unos 9 cm de ancho está dirigida al hombro derecho mientras el ápice apunta inferiormente hacia el muslo izquierdo.

 

Protección y soporte

El corazón está envuelto por un saco de doble pared llamado pericardio. La capa superficial de esta envoltura se llama pericardio fibroso y es una capa gruesa de tejido conectivo denso que:

1.- Protege el corazón.

2.- Asegura el corazón a las estructuras que lo rodean, tales como el diafragma y los grandes vasos que surgen de él.

3.- Previene el sobre-llenado del corazón por la sangre.

Profunda al pericardio fibroso está una membrana serosa fina y resbalosa, el pericardio seroso, el que a su vez tiene dos capas. La capa parietal recubre la superficie interna del pericardio fibroso. En el margen superior del corazón la capa parietal se ancla a las grandes arterias que salen del corazón y entonces se dirige interiormente para continuar sobre la superficie externa del corazón como la capa visceral o epicardio que constituye parte integral de la pared del corazón. Entre las dos capas del pericardio seroso está la hendidura llamada cavidad pericardial que contiene una película de fluido seroso que sirve como lubricante para favorecer el deslizamiento relativo de las membranas una contra la otra durante los movimientos del corazón y de esta forma crearle un ambiente casi libre de rozamiento.

 

Capas de la pared del corazón

La pared del corazón está formada por tres capas, la más superficial se llama epicardio (como ya vimos), la intermedia, miocardio; y la profunda endocardio.

·         Epicardio

El epicardio o capa visceral del pericardio fibroso está infiltrado con grasa, especialmente en las personas de edad avanzada.

·         Miocardio

Está compuesto principalmente por musculatura cardíaca y constituye la mayoría de la masa del corazón, siendo la capa que se contrae para realizar el bombeo de la sangre.
Las células musculares ramificadas que lo constituyen están unidas unas a otras por un entramado de fibras de tejido conectivo organizadas en haces circulares o espirales que mantienen de manera efectiva la integridad del corazón. La red densa de fibras de tejido conectivo se conoce como esqueleto fibroso del corazón que refuerza el miocardio internamente y ancla las fibras musculares cardíacas. No en todas partes la red de fibras de
colágeno y elastina tiene el mismo grueso, así tenemos que estas aparecen como anillos que asemejan cables para producir soporte adicional donde los grandes vasos abandonan el corazón y alrededor de las válvulas. Si no existieran estos refuerzos, eventualmente estas zonas del corazón podrían resultar estiradas por el constante empuje de la sangre que fluye por su interior.

·         Endocardio

Es una lámina blanquecina y lustrosa de epitelio escamoso (endotelio) que descansa en una capa fina de tejido conectivo. Forma la cubierta interior del miocardio, delimita las cámaras del corazón y cubre el esqueleto de tejido conectivo de las válvulas. Esta capa es continua con el revestimiento endotelial de los vasos sanguíneos que entran y salen del corazón.

 

Cámaras

En el corazón existen cuatro cámaras, dos superiores llamadas aurículas y dos inferiores denominadas ventrículos. La pared que divide al corazón longitudinalmente se llama tabique o septo interauricular cuando separa las aurículas (parte superior) y tabique o septo interventricular cuando lo hace entre ventrículos. Como el corazón está dirigido de forma oblicua con respecto al eje del cuerpo el ventrículo derecho conforma la mayor parte de la superficie anterior del corazón mientras que el ventrículo izquierdo domina la parte inferior-lateral y forma el ápice del corazón. En la superficie externa del corazón son visibles dos surcos que corren en las fronteras entre las cuatro cámaras y dan espacio para los vasos sanguíneos que atienden el miocardio.

El surco auriculoventricular o surco coronario circunda la unión entre aurículas y ventrículos como si fuera una corona. El surco interventricular anterior sirve de plataforma para la arteria interventricular anterior y señala la  posición anterior del tabique que separa los ventrículos izquierdo y derecho; continua como surco interventricular posterior y marca la parte inferior-posterior del corazón de forma similar.

 

·         Aurículas

Las aurículas son las cámaras de entrada de sangre al corazón y sus superficies externas no presentan ninguna particularidad distintiva notable. Interiormente, se pueden diferenciar dos partes: la pared posterior lisa y una porción de la pared anterior marcada con haces más o menos paralelos de tejido muscular que asemejan las marcas dejadas en el suelo cuando se arrastran los dientes de un rastrillo. Estos haces musculares se denominan músculos pectiniformes. Ambas regiones están separadas por un reborde en forma de C llamado crista terminalis. En el tabique interauricular puede apreciarse la sombra de una depresión, la fosa oval, que queda como remanente del foramen oval una abertura de comunicación que existió durante el período fetal. Las aurículas contribuyen poco a la impulsión de la sangre por el corazón al cuerpo, y su función se limita principalmente a ser las cámaras de recepción de la sangre que regresa al corazón para luego pasarla a los vecinos ventrículos con relativo poco esfuerzo. Por este motivo las aurículas son cámaras relativamente pequeñas y de paredes finas.

La sangre entra al aurículo derecho desde tres venas:

1.- La vena cava superior: por donde regresa la sangre de las zonas corporales superiores al diafragma.

2.- La vena cava inferior: la vía de regreso de la sangre desde las áreas inferiores al diafragma.

3.- Los senos coronarios: que recolectan la sangre proveniente del propio miocardio.

Por su parte, al aurículo izquierdo la sangre entra por cuatro venas pulmonares que retornan la sangre desde los pulmones al corazón y que constituyen la mayoría de su base.

 

·         Ventrículos

Estas cavidades de impulsión constituyen la mayor parte de la masa del corazón, y como ya se ha dicho arriba el ventrículo derecho forma la mayor parte de la superficie anterior del corazón mientras que el izquierdo domina la superficie posterior-inferior. Las superficies interiores de las cámaras ventriculares presentan unas crestas musculares denominadas trabéculas carnosas. Proyectándose hacia el interior de la cámara existen también otros haces musculares de forma cónica, los músculos papilares que participan en el trabajo de las válvulas. La función de los ventrículos como cámaras de impulsión sanguínea hace que se diferencien notablemente de las aurículas en cuanto al grosor de sus paredes las que son mucho más masivas.

Cuando los ventrículos se contraen la sangre es impulsada al sistema circulatorio, el ventrículo derecho a través del tronco pulmonar, lo hace a los pulmones, y el ventrículo izquierdo al sistema corporal a través de la aorta, la arteria más grande del cuerpo.

 

Válvulas

La sangre fluye por el corazón en un solo sentido, usando para ello la contracción de las paredes de las cámaras auriculares y ventriculares, pero el trabajo de esta "maquina de bombeo" no fuera posible sin la utilización de válvulas de apertura y cierre de las cámaras en el momento preciso que garanticen que la sangre pueda circular en la dirección de la válvula abierta, mientras otras válvulas cerradas impiden su contraflujo. El corazón contiene cuatro válvulas, un par de válvulas auriculoventriculares y otro par de válvulas semilunares.

 

Válvulas auriculoventriculares (AV)

Localizadas en la zona de unión entre las aurículas y los ventrículos las válvulas AV previenen el contraflujo hacia el aurículo cuando el ventrículo se contrae. La válvula AV derecha, llamada válvula tricúspide, tiene tres cúspides flexibles (como indica el nombre) que son unas suertes de valvas de endocardio reforzadas por un núcleo de tejido conectivo. La válvula AV izquierda con dos valvas es la válvula bicúspide o más comúnmente conocida como válvula mitral por su semejanza con la mitra (sombrero) de los obispos.
Ligados a cada válvula AV hay cordones blancos y finos de colágeno llamados cuerdas tendinosas que anclan las cúspides a los músculos papilares que sobresalen de las paredes ventriculares. Al relajarse el corazón las valvas de las válvulas AV cuelgan lánguidamente hacia el interior del ventrículo correspondiente dejando circular la sangre dentro del aurículo y luego al ventrículo. Cuando los ventrículos comienzan a contraerse y a comprimir la sangre en sus cámaras respectivas, la presión intraventricular crece y las valvas de las válvulas AV reciben esa presión forzándolas a moverse en la dirección de coincidencia de sus bordes para cerrar el paso. Las cuerdas tendinosas y los músculos papilares sirven como cables de retención para mantener las valvas en la posición de válvula cerrada y así evitar que las cúspides sean proyectadas hacia arriba al interior de las aurículas.
Los músculos papilares se contraen antes de que lo hagan los otros músculos ventriculares de modo que ellos toman acción sobre las cuerdas tendinosas antes de que la contracción ventricular lance su máxima fuerza sobre las valvas de la válvula AV.

 

Válvulas semilunares

Son dos, la válvula semilunar aórtica y la válvula semilunar pulmonar y sus funciones son prevenir el contraflujo a sus respectivas cámaras ventriculares. Ambas válvulas están ubicadas en las bases de las grandes arterias que nacen del corazón, la semilunar aórtica en la base de la aorta y la semilunar pulmonar en la base del tronco pulmonar. Cada válvula semilunar está formada por tres cúspides que semejan bolsillos, cada uno de los cuales aparenta una media luna, y su mecanismo de accionamiento difiere del de las válvulas auriculoventriculares.
Ahora, cuando los ventrículos respectivos se contraen y las presiones generadas por la contracción sobrepasan la existente en la arteria aorta y en la pulmonar, las válvulas se ven forzadas a abrirse por el empuje de la sangre y sus cúspides se orientan contra las paredes de la arteria respectiva apretadas por la corriente de sangre. Al relajarse los ventrículos, la sangre de las arterias tiende a retornar al corazón, con ello llena las cúspides y estas se mueven en el sentido de cerrar las válvulas. Durante el funcionamiento del corazón se produce una pequeña fuga de sangre hacia esos vasos cuando el aurículo se contrae, pero el contraflujo de sangre se previene casi totalmente debido a que cuando el miocardio de las aurículas se contrae casi cierra por completo la entrada de esas grandes venas.

 

 

1)    Circulación fetal

 

Durante el desarrollo embrionario y fetal la placenta actúa como un órgano que transfiere oxígeno y nutrientes desde la sangre materna a la circulación fetal, ocurriendo lo inverso con los desechos metabólicos fetales y con el dióxido de carbono. Esta situación hace que la circulación fetal presente una conexión vascular con la placenta, a través de los vasos umbilicales y, mediante puentes circulatorios, se excluya a la circulación pulmonar.

Así, a través de las arterias umbilicales, la sangre con baja saturación de oxígeno y con los desechos metabólicos se dirige hacia la placenta. Allí, a través de los capilares placentarios, se produce la oxigenación y la incorporación de nutrientes a la sangre fetal. Esta sangre, con una saturación de un 80% de oxígeno, es conducida hacia el feto por medio de la vena umbilical. A nivel del hígado, una buena parte de la sangre de la vena umbilical (el 60%) es derivada a través del ducto venoso hacia la vena cava inferior. La fracción restante circula a través de los sinusoides hepáticos; vasos sanguíneos que están participando de la elevada actividad metabólica del hígado fetal.

A nivel hepático se produce la primera mezcla de sangre oxigenada (proveniente de la placenta) y sangre desoxigenada (proveniente de la circulación portal del feto). En el punto de unión del conducto venoso con la vena umbilical se establece un mecanismo de esfínter, que regula el flujo de entrada de sangre desde la placenta hacia la circulación fetal, previniendo el brusco incremento de la volemia fetal y la sobrecarga funcional del corazón. Esto es especialmente importante durante las contracciones uterinas, proceso que incrementa la presión venosa umbilical
En el punto de abocadura en ducto venoso con la vena cava inferior se produce una segunda mezcla de sangre oxigenada (contenida en el ducto venoso) y sangre desoxigenada (contenida en vena cava inferior). A pesar de esta mezcla la sangre transportada por la vena cava inferior hacia el atrio derecho conserva un alto contenido de oxígeno.
En la circulación fetal, a través de los puentes vasculares y tabiques valvulares, se logra colocar a nivel del atrio izquierdo, de lo disponible a ese nivel, la sangre más oxigenada posible. La sangre que pasa a través del foramen oval, se mezcla con la sangre de las venas pulmonares que drenan en el atrio izquierdo (cuarta mezcla de sangre oxigenada y desoxigenada) y pasa al ventrículo izquierdo a través del orificio bicuspideo. Aquí, la sangre es eyectada por la aorta y sufrirá una quinta mezcla (sangre oxigena y desoxigenada) en el punto de abocadura del ducto arterioso con la aorta descendente.
El ducto arterioso conecta, en ese sentido, la arteria pulmonar izquierda con la aorta y deriva la mayor parte de la sangre del circuito pulmonar, afuncional en el feto, hacia la aorta, evitando así la sobrecarga vascular de los pulmones fetales. Es interesante notar que las primeras ramas de la arteria aorta: las arterias coronarias, las arterias carótidas y las arterias subclavias, que irrigan el extremo cefálico del feto, reciben de la sangre disponible la más oxigenada, para nutrir tejidos críticos, como el corazón y el cerebro; órganos en desarrollo que requieren una mayor concentración de oxígeno.
La sangre poco oxigenada contenida en la aorta torácica y abdominal, se distribuye por las vísceras digestivas abdominales y gran parte de esta sangre, cuya saturación de oxígeno es del 55%, será derivada, a través de las arterias umbilicales, hacia la placenta para su oxigenación e incorporación de nutrientes.

 

1)    Circulación mayor y menor

 

Circulación mayor o circulación sistémica o general. El recorrido de la sangre comienza en el ventrículo izquierdo del corazón, cargada de oxígeno, y se extiende por la arteria aorta y sus ramas arteriales hasta el sistema capilar, donde se forman las venas que contienen sangre pobre en oxígeno. Desembocan en una de las dos ((venas cavas)) (superior e inferior) que drenan en la aurícula derecha del corazón. En la circulación general o mayor, la sangre cargada de oxígeno sale por la arteria aorta y da la vuelta a todo el cuerpo antes de retornar al corazón a través de la vena cava. La sangre oxigenada sale del ventrículo izquierdo a través de la arteria aorta. De inmediato origina sus primeras ramificaciones: las arterias coronarias que irrigan las paredes del corazón. La aorta en sus comienzos es ascendente. Después se curva hacia la izquierda formando el cayado aórtico y tiene luego un recorrido descendente. Durante todo su trayecto va dando origen a otras arterias, que a su vez, se ramifican nuevamente. A través de estas la sangre es conducida hasta todos los tejidos del cuerpo. En los tejidos se originan capilares, que forman densas redes, en los cuales tienen lugar diversos intercambios. La sangre cede oxígeno y recibe dióxido de carbono transformándose así de oxigenada a carboxigenada. Además, cede a las células sustancias alimenticias y recoge las materias de desecho producidas por estas.
La sangre carboxigenada fluye hacia las vénulas que, al unirse, originan otros vasos de mayor calibre: las venas. A su vez estas van a desembocar en dos grandes venas, la vena cava superior y la vena cava inferior. Por medio de las venas cavas la sangre regresa al corazón, penetrando en la aurícula derecha. Dentro de la circulación existe un sistema especial llamado potra hepática. La sangre que irriga el intestino recoge las sustancias orgánicas absorbidas en él. Circula por la vena porta, que penetra en el hígado, en cuyo interior sé capilariza y deja parte de los alimentos que transporta. Luego sale de este órgano por otra vena llamada suprahepática, que desemboca en la vena cava inferior

 

La circulación menor parte del ventrículo derecho y va a los pulmones, transportando sangre venosa a través de las arterias pulmonares. En correspondencia con los capilares pulmonares, la sangre cede una parte de su anhídrido carbónico (CO2), se carga de oxígeno y vuelve a la aurícula izquierda a través de las dos venas pulmonares. La circulación mayor parte del ventrículo izquierdo por la gran arteria aorta, que envía sangre a irrigar la cabeza y las extremidades superiores; luego nutre al hígado, por medio de la arteria hepática; el intestino, con la arteria mesentérica y los riñones con las arterias renales. Al final la aorta se divide en las arterias ilíacas, que irrigan las extremidades inferiores. La sangre venosa vuelve al corazón a través de la vena cava inferior, que recoge directamente la sangre procedente de las venas renales y hepáticas e indirectamente la sangre intestinal, que pasa primero a través del circuito de la porta y luego a través del hígado. La sangre venosa de las regiones cefálicas, a través de la vena cava superior, vuelve a la aurícula derecha del corazón y seguidamente al ventrículo derecho, para pasar por último a la pequeña circulación y continuar el ciclo.

No hay comentarios.: