SEMINARIO INTERDISCIPLINARIO
ALUMNO: MARIO JOSÉ DÍAZ USLA
PROFESOR: JOSÉ LUIS URIBE PIÑA
TRAUMATISMOS DENTO ALVEOLARES
INTRODUCCIÓN
El propósito de clasificar las lesiones dentales estriba en obtener una
descripción de condiciones específicas, que permita a los odontólogos reconocer
y tratar de utilizar los remedios terapéuticos recomendados. La clasificación
actualmente recomendada se basa en la clasificacion de las enfermedades de la
Organización Mundial de la Salud (OMS) modificada por Andreasen y Andreasen.
Esta clasificación es utilizada por la Asociación Internacional de
Traumatología Dental y es preferible a otros sistemas previos anacrónicos.
•
Tejidos blandos
◦
Laceraciones
◦
Contusiones
◦
Abrasiones
•
Fracturas dentarias
◦
Fracturas del esmalte
◦
Fracturas de la corona: no complicadas
◦
Fracturas de la corona: complicadas
◦
Fracturas de corona y raíz
◦
Fracturas radiculares
•
Lesiones por luxación
◦
Concusión dentaria
◦
Subluxación
◦
Luxación con extrusión
◦
Luxación lateral
◦
Luxación con intrusión
◦
Avulsión
•
Lesiones de los huesos de la cara
◦
Apófisis alveolar: maxilar o mandíbula
◦
Cuerpo del hueso maxilar o mandibular
◦
Articulación temporomandibular
ETIOLOGÍA
Lesiones por caída: Al empezar a caminar y correr el niño sufre
caídas frecuentes. En la edad escolar los accidentes en el patio de
juego son muy comunes. Las lesiones por caída se caracterizan
por una gran frecuencia de fracturas de la corona. Las caídas de
bicicleta sufren de fracturas de corona además de lesiones del labio
superior y de la barbilla.
Cuerpos extraños en movimiento.
Lesiones por peleas.
Accidentes de automóvil.
Lesiones por convulsiones.
Síndrome del niño golpeado: Aproximadamente la mitad de estos
niños sufren lesiones faciales o bucales y el resultado es con
frecuencia fatal debido a hemorragias intracraneales. Las lesiones
orales son a menudo resultado de un golpe en la boca tratando de silenciar
a un niño que grita o que llora. La laceración de la mucosa en
la parte interior del labio superior cerca del frenillo y el
desgarramiento de la mucosa labial son hallazgos típicos.
SEMIOLOGÍA
1. ¿Cuándo ocurrió el accidente?
2. ¿Cómo se produjo?
3. ¿Qué otros accidentes ha tenido involucrando a los dientes?
4. ¿Qué tratamiento ha recibido con anterioridad?
PAUTA EXPLORATORIA CLÍNICA
1. Lesiones de los tejidos blandos: mucosa gingival, vestibular,
palatina yugal, labial o lingual.
2. Lesiones dentarias : fracturas o fisuras coronarias, movilidad o
desplazamiento de los dientes, decoloración, exploración vitalométrica
exploración oclusal.
3. Lesiones óseas: fracturas alveolares, fisuras de las corticales
externa o interna, etc.
EN LA EXPLORACIÓN RADIOGRÁFICA
1. Estado de la formación apical
2. Rarefacción periapical o perirradicular
3. Fracturas radiculares, luxación o desplazamiento radicular
4. Resorción dentinaria o cementodentodentinaria
5. Fracturas o fisuras óseas, cuerpos extraños, etc.
CLASIFICACIÓN DE ANDREASEN
FRACTURA INCOMPLETA (INFRACCIÓN, CONCUSIÓN).
LESIONES DE LOS TEJIDOS DUROS DENTARIOS Y DE LA PULPA
A Fractura incompleta (infracción o concusión) del esmalte sin pérdida
de sustancia
B. Fractura no complicada de la corona: limitada al esmalte
C. Fractura no complicada de la corona: afectando tanto al esmalte como
a la dentina, pero sin exponer la pulpa
D. Fractura complicada de la corona: afecta al esmalte, a la dentina y
expone la pulpa
E. Fractura no complicada de la corona y raíz: afecta el esmalte, a la
dentina al cemento, pero no expone la pulpa
F. Fractura complicada de la corona y de la raíz: afecta el esmalte, a
la dentina al cemento y expone la pulpa
G. Fractura de la raíz: afecta a la dentina, al cemento y a la
pulpa
Andreasen, J.O. Lesiones traumáticas de los dientes. 2a ed.
Editorial Labor S.A. 1980. Barcelona.
Fracturas coronarias que afectan solamente al esmalte: (clase 1 de Ellis o
fractura coronaria no complicada según Andreasen). En este tipo de fractura es
común una gangrena por golpe sin pérdida de sustancia "Hace un tiempo se
golpeó, no le dolió más, pero me parece que el diente se está
oscureciendo"¿qué ocurrió aquí? El shock es más intenso cuando el diente
recibe un golpe y no se rompe porque absorbe todo el impacto sin que la fractura
pueda derivar parte de esa energía y cuando más cerrado el foramen apical
(mayor edad del niño, por ej. 10 años) es más factible que el diente en
cuestión pierda su vitalidad. Por lo tanto aunque no haya pérdida de sustancia
derivar al odontólogo.
Los factores o condiciones que pueden modificar la conducta
del clínico en el tratamiento son:
1. Diente lesionado: el 90% de los dientes lesionados son
superiores anteriores, pero pueden estar fracturados otros dientes.
2. Tipo de fractura: puede ser completa o incompleta, en forma de
hendidura o fisura, e incluso coronaria conminuta.
3. Edad del diente: sí el diente es adulto o maduro, la
terapéutica (biopulpectomía total) puede ser instituida de
inmediato. Pero sí el diente fracturado es inmaduro y no ha
terminado de formar su ápice, hay que provocar la
apexificación mediante técnicas especiales.
4. Tiempo transcurrido entre el accidente y la primera asistencia
profesional: por negligencia, factores económicos o lejanía del centro
de atención dental, puede transcurrir tiempo suficiente para existir
un pulpitis no tratable, de tipo exudativo o una necrosis pulpar con
eventual complicación periapical.
5. Restauración proyectada.
Si se presenta pérdida de una porción del esmalte.
Tratamiento: (Dentición temporal y permanente). Se
procede a redondear las aristas, se coloca flúor, y se efectúa un control a las
6 u 8 semanas. Si el compromiso estético es mayor se debe hacer restauración
con resina
Fracturas coronarias con dentina al descubierto sin exponer la pulpa: (clase 2 de Ellis,
coronaria no complicada con exposición dentinaria de Andreasen). Aquí la
fractura es en bisel hacia palatino ( paladar) y muestra por transparencia la
pulpa como una mancha rosada, hay que aislar inmediatamente. Solo lo puede hacer
el odontólogo por lo tanto derivar rápidamente.
Los túbulos
dentinarios han sido expuestos, la invasión bacteriana y la inflamación pulpar
es eminente. El paciente puede referir sensibilidad causada por los cambios
térmicos, y dolor cuando los alimentos ejercen presión sobre el diente.
Si la fractura es diagonal afectando el ángulo
inciso proximal, a menudo ocurren microexposiciones pulpares, las cuales
escapan a la inspección ocular. Se deben realizar pruebas de vitalidad pulpar.
Si el ápice del diente se encuentra abierto son mayores las posibilidades de
respuesta pulpar.
Tratamiento:
En dentición permanente: Se coloca
hidróxido de calcio para proteger a la dentina expuesta
se reconstruirá el diente ya sea con el fragmento dental original o con
resina. Si la destrucción es muy extensa o no es posible restaurar por la
existencia de hemorragia, edema, sensibilidad, o falta de tiempo; se colocará
una banda o corona de acero inoxidable, corona de celuloide rellena de
acrílico, o protección temporal de resina; empleada con mucha frecuencia
actualmente
Fractura coronaria con exposición pulpar vital: (clase 3 de
Ellis, fractura coronaria
complicada de Andreasen). También derivar inmediatamente para su
tratamiento.
Estas fracturas
se refieren a la pérdida estructuras del esmalte, dentina y que dejan
expuesta
parte de la pulpa dental.
Cuando no se
trata de inmediato, a veces puede ocurrir una
proliferación de tejido pulpar o se puede formar una barrera cálcica,
la cual puede ser
destruida por la masticación.
Si se trata de inmediato se produce cicatrización por
calcificación, si la pulpa es
protegida adecuadamente dentro de las primeras horas
después de ocurrido el trauma.
La terapéutica a
efectuar dependerá de: el tamaño
de la exposición, tiempo transcurrido, desarrollo del foramen apical,
vitalidad y tipo de dentición.
Fracturas de Raiz
Las fracturas pueden ser verticales, horizontales o ligeramente
oblicuas, clasificándose
según el tercio radicular
donde se producen.
Las fracturas verticales son raras, tienen un pronóstico sombrío, y
la mayor parte tienen
que ser resueltas por la
exodoncia del diente. Fracturas en el tercio medio.
Tratamiento: Llevar el diente a posición, chequear con la radiografía
y ferulizar por 2 o 3 meses.
Varios autores reportaron un caso en el cual se pudo conservar un
incisivo superior
permanente después de haber recibido un trauma. El diente presentó
lujación lateral
y fractura radiculares el tercio medio. Procedieron a reposicionar
los fragmentos
radiculares, se llevó a cabo
una ferulización la cual duró en boca un mes. En una
radiografía de control, se evidenció reabsorción externa de la raíz,
desaparición de
la lámina dura y ensanchamiento
del espacio del ligamento. El diente fue tratado
endodónticamente con hidróxido de calcio, y éste fue cambiado una vez
al mes.
Tres meses después la
reabsorción se detuvo y la lámina dura se restableció.
Transcurrieron dos años y medio después del traumatismo y se
observaron
signos clínicos y radiográficos de normalidad, por lo tanto el
conducto fue
obturado definitivamente. Cinco años después el paciente no refiere
síntomas,
radiográficamente se observa la línea de fractura y no se evidencia
patología
alguna en los tejidos de soporte
Las fracturas horizontales del tercio apical son las que tienen mejor
pronóstico y
pueden repararse muchas veces
conservando la vitalidad pulpar.
Tratamiento: Se puede realizar endodoncia con apiceptomia o fijación
con férulas.
Si el segmento apical es muy pequeño o esta muy desplazado se debe
remover
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LESIONES DEL HUESO DE SOSTÉN
•
Conminución de la cavidad alveolar.
•
Fractura de la pared alveolar.
•
Fractura del proceso alveolar.
•
Fractura de la mandíbula o del maxilar superior.
LESIONES DE LA ENCÍA O DE LA MUCOSA ORAL.
•
Laceración de la encía o mucosa.
•
Contusión de la encía. mucosa.
•
Abrasión de la encía o mucosa.
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BIBLIOGRAFIA
•
Andreasen, J.O. Lesiones traumáticas de los
dientes. Editorial Labor. Barcelona. 1980.
•
Canalda Sahli, Carlos, Brau Aguadé, Esteban. ENDODONCIA.
Técnicas clínicas y bases científicas. Ed. Masson. Barcelona 2001. Capítulo 6
y 7 (ver el Contenido del libro)
Cohen, Stephen, Burns, Richard C. PATHWAYS OF THE PULP. 8th.
ed. Mosby. St Louis. 2002. 1031 pp
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