martes, 19 de abril de 2016

García Nieves Anabel
Seminario Multidisciplinario


Traumatismos Dentoalveolares.

El trauma dentoalveolar se define como un impacto agresivo sobre las estructuras biológicas dentales y/o estructuras adyacentes de las cuales se deriva algún tipo de lesión.

Clasificación:
 Las lesiones traumáticas dentales han sido clasificadas de acuerdo a una gran variedad de factores, como son, etiológicos, anatómicos, patológicos, de consideraciones terapéuticas y del grado de severidad. La siguiente clasificación se basa en un sistema adoptado por la Organización Mundial de la Salud OMS, el cual se aplica en la Clasificación Internacional de las Enfermedades en Odontología y estomatología. Sin embargo con el fin de incluir otras entidades no incluidas en la clasificación de la OMS, Andreasen y colaboradores realizaron modificaciones que incluyen las lesiones de los dientes, de las estructuras de soporte, de la encia y mucosas orales y es aplicable tanto para la dentición temporal como permanente
A.-Lesiones de los Tejidos Duros y de la Pulpa Dental:
·         Infracción del esmalte: Fractura superficial en cualquier sentido y sin pérdida de estructura dentaria.
·         Fractura de Esmalte: Fractura profunda con pérdida de estructura dentaria de solo esmalte.
·         Fractura No Complicada de la Corona: Afecta esmalte y dentina sin exposición pulpar.
·         Fractura Complicada de la Corona: Afecta esmalte y dentina con exposición pulpar.
·         Fractura Corono-Radicular No Complicada: Envuelve esmalte, dentina y cemento sin exponer la pulpa.
·         Fractura Corono-Radicular Complicada: Envuelve esmalte, dentina y cemento exponiendo la pulpa.
·         Fractura Radicular: Afecta dentina, cemento y pulpa. Se clasifican de acuerdo a su localización y al desplazamiento del fragmento coronal.


B.-Lesiones a los Tejidos Periodontales:

·         Concusión: Lesión menor de los tejidos periodontales, sin cambio de posición o movilidad dentaria pero con sensibilidad a la percusión. El suministro sanguíneo a la pulpa generalmente no se afecta.
·         Subluxación: Lesión a los tejidos periodontales con aflojamiento o incremento en la movilidad y altamente sensible a la percusión pero sin desplazamiento. El suministro sanguíneo puede estar afectado.
·         Luxación Intrusiva: Desplazamiento hacia apical del diente dentro del hueso alveolar, generalmente acompañada por fractura del hueso alveolar. (Dislocación central).
·         Luxación Extrusiva: (Dislocación periférica o avulsión parcial) Desplazamiento coronal parcial del diente Existe una separación parcial del ligamento periodontal y a menudo infracciones del alveolo.
·         Luxación Lateral: Desplazamiento del diente en una dirección diferente a la axial. En la más frecuente la corona se dirige a palatino y la parte apical de la raíz hacia vestibular. Se acompaña de fractura del hueso alveolar y el ligamento periodontal está dañado en forma parcial.
·         Avulsión: (Exarticulación) Desplazamiento completo del diente fuera de su alveolo.
C.-Lesiones del Hueso de Soporte:
·         Fractura Conminuta del Alveolo: Aplastamiento y compresión del alveolo en maxilar superior o en la mandíbula, es común en la luxación intrusiva y lateral.
·         Fractura simple de la Pared Alveolar: Está limitada a la pared vestibular o lingual del alveolo.
·         Fractura del Proceso Alveolar: Fractura del proceso alveolar que puede o no involucrar al diente.
·         Fractura de la Mandíbula o del Maxilar: Fractura extensa del hueso basal y/o de la rama mandibular y puede o no estar involucrado el hueso alveolar.

D.-Lesiones de la Encía o de la Mucosa Oral:
·         Abrasión: Herida superficial en donde el tejido epitelial es frotado o raspado dejando una superficie sangrante y cruenta.
·         Contusión: Hemorragia de tejido subcutáneo sin laceración del tejido epitelial, causada generalmente por un objeto sin filo que golpea al tejido. Se encuentra acompañada por hematoma de la mucosa.
·         Laceración: Desgarro del tejido dejando una herida superficial o profunda generalmente causada con un objeto afilado.

Férulas Como Tratamiento En Los Traumatismos Dentoalveolares.
El manejo del trauma dentario es un esfuerzo de equipo que involucra una o más disciplinas especializadas dependiendo de la complejidad del caso, siendo más frecuentemente la atención dada por las especialidades de cirugía, endodoncia, prótesis y odontopediatría; cuyo objetivo común es promover la reparación en los tejidos afectados. El trauma dental incluye lesiones a nivel de los tejidos periodontales, por lo cual la fijación de las unidades dentarias es a menudo indispensable en casos como en las luxaciones y avulsión.
Clínicamente, los daños a nivel periodontal se caracterizan por movilidad del diente, el desplazamiento del mismo y sangrado a través del surco gingival, dependiendo del tipo de lesión y la desarticulación o no del diente dentro del alveolo; a nivel óseo pueden ir desde el desplazamiento de un segmento dentoalveolar hasta una fractura mandibular y maxilar.
El objetivo principal de la ferulización es proteger el tejido de soporte para así permitir la reparación o la regeneración de las fibras del ligamento periodontal y hueso. Éste debe ser un procedimiento fácil y rápido para el odontólogo, donde la férula colocada debe permitirle al paciente, comodidad y una buena higiene, la anulación de trauma adicional durante la cicatrización, así como una movilidad fisiológica para promover la reparación del tejido periodontal. Por lo tanto, este procedimiento es el indicado y que todo odontólogo debe aplicar al llegar el paciente al consultorio con un trauma dentoalveolar.
 En los casos en los que el objetivo es establecer una adecuada cicatrización ósea, las férulas deben ser totalmente rígidas y estables. El factor primordial exigible a una férula es que una vez aplicada, el diente conserve cierto grado de movilidad en sentido vertical, pero manteniendo un adecuado soporte lateral, lo que favorecerá la reparación del ligamento periodontal. La fisiología del diente no se altera, o lo hace mínimamente, cuando se aplican férulas no rígida. Igualmente, no existe ningún beneficio si se extiende la ferulización a varios dientes, por lo que sólo es necesario limitarla al diente adyacente. Las férulas se clasifican según su rigidez:

• Flexible:
Aquellas que permiten más movilidad que la normal del diente no lesionado.

• Semirrígidas:
 Son aquellas que mientras están colocadas permiten que el diente traumatizado tenga una movilidad en los tres planos del espacio, que un diente sano Son las más fisiológicas para la cicatrización del ligamento periodontal y la pulpa.

• Rígidas:
 Se denomina así a las férulas que permiten menos movilidad que la normal de un diente. Suelen ser las férulas utilizadas en cirugía para el bloqueo óseo pero están contraindicadas en traumatología dentaria, ya que con mucha frecuencia causan lesiones severas.

 Una férula óptima debe cumplir la mayoría o todos los siguientes requisitos:

-De tipo biológico:
 Son aquellas que durante su confección y colocación no causen lesiones en ninguna estructura bucal; deben ser pasivas y no aplicar fuerzas ortodóncicas; además tienen que permitir una movilidad fisiológica del diente en sentido horizontal y vertical, facilitar el acceso a la pulpa dental en el caso de los niños, permitir ferulizar aunque no haya diente adyacente al traumatizado; así mismo no han de interferir con la oclusión ni causar daños en la articulación temporomandibular (ATM); al mismo tiempo abstenerse de evitar daños a nivel periodontal, no generar alteraciones durante la masticación y/o fonación, ser estéticas y permitir una correcta higiene bucal y que se pueda retirar sin causar nuevos daños en los tejidos periodontales y dentarios.

-De carácter técnico:
Se refiere a aquella cuya confección sea rápida y directa; es decir, que no se necesite tomar impresiones ni obtener modelos de trabajo; que se pueda realizar con materiales disponibles habitualmente en una clínica dental; ser versátil para alcanzar la fijación, sin importar que sea rígida semirrígida o flexible.

Tipos de férulas utilizadas como tratamiento de los traumatismos bucodentales.

• Férula de suturas:
El tipo más simple de fijación es una sutura colocada sobre el borde incisal desde la encía palatina/lingual. Esta puede ser utilizada para prevenir que los incisivos reposicionados se extruyan, lo cual será efectivo por un corto periodo de tiempo.Estas férulas han demostrado mejorar el pronóstico de los dientes autotransplantados en comparación con las férulas rígidas23, pero se encuentra en desuso actualmente.

• Dispositivos ortodóncicos:
Se ha sugerido el alambre de ligadura ortodóncica adherido al diente con resina o con un bracket. Sin embargo, los alambres ortodóncicos para brackets y la resina pueden causar irritación en la mucosa bucal, dificultad para su higiene o incomodidad, especialmente al inicio del periodo de ferulización. Además, las demandas de una ferulización pasiva con el diente en una posición neutral, peligra al unir los brackets por alambres ortodóncicos triangulares, por lo que se recomienda aplicar alambres de acero maleable.El alambre para ferulizar no se sujeta mediante brackets porque, en ese caso, existe un gran riesgo de que no sea pasivo y de que inadvertidamente se apliquen fuerzas ortodóncicas que dificultarían la reparación biológica. En caso que el alambre sea sujetado mediante brackets se debe evitar el uso de ligas, por lo cual estos serán sostenidos mediante puntos de resina colocados sobre los mismos, y el alambre indicado siempre será el de acero. En caso de uso de ligadura ortodóncica, ésta será colocada mediante un tejido o entorchado en forma de ocho entre los brackets para ejercer así una fijación y no un movimiento ortodóntico; de igual manera estos serán sostenidos mediante puntos de resinas en los brackets.

• Férula de resina:
 Se caracteriza por ser estética y fácil de realizar, pero frecuentemente se fractura en el área interdental, ya que el material es frágil. Esta férula es rígida y por lo tanto viola la demanda para la ferulización en la mayoría de los casos Además, debido a su similitud en el color y la fuerza de adhesión al esmalte grabado, es difícil de retirar sin dañar la estructura dental subyacente. En el caso que se coloquen puntos de resina a nivel interproximal en tercio incisal se considera una férula flexible, férula recomendada en la guía de traumatología dental de la Asociación Internacional de Traumatología dental del 2011.

 • Fijación de alambre resina:
 Una de sus ventajas principales es que la férula se construye con materiales que generalmente están disponibles en el consultorio. Este tipo de ferulización puede ser modificada fácilmente a una férula rígida cambiando la dimensión del alambre o añadiendo resina a lo largo de la superficie vestibular de alambre hasta el espacio interdental. Se recomienda el uso de alambres de ortodoncia 0,3 o 0,4 mm.

 • Férula de fibra de vidrio:
 Varios estudios han descrito su uso frecuente en lugar del alambre.Una mecha de fibra de vidrio es impregnada en resina composite sin material de relleno. La flexibilidad puede ser variada con las capas de extensión de la férula.Este tipo de férulas brindan una gran estética y baja incidencia a la fractura.

 • Fijación de nylon resina:
 Algunos autores como Soares y Goldberg, reportan el uso de Nylon de 20-30 libras de presión en sustitución del alambre de ortodoncia en ferulizaciones semirrígidas. Esta brinda un aspecto más estético, es resistente, funcional y compatible con los tejidos. En casos de ausencias dentarias o en una dentición mixta, donde los dientes vecinos no están totalmente erupcionados, es necesario cubrir el área edéntula, con lo cual se puede hacer un refuerzo con alambres ortodóncicos, líneas de nylon o fibras de vidrio fusionadas con la resina.

 • Materiales metálicos de ferulización prefabricados:
 Las férulas prefabricadas hechas de titanio (FTT) han sido reportadas. Esta férula tiene solo 0,2mm de grosor y puede ser doblada fácilmente con los dedos y adaptada al arco dental; adicionalmente se adhiere al esmalte con resina fotocurada y se retira despegándola de la superficie dental. Se ha encontrado que estas férulas son bien toleradas por los pacientes y solo le causa una leve molestia.

• Fijación con barra de arco:
 Hace varias décadas, la ferulización rígida de dientes era considerada necesaria, y los tipos de férulas empleadas eran barras de arco o cap splits. Estas férulas causaban daños considerables a los dientes lesionados, debido al reposicionamiento inexacto, lo que podría presionar el diente móvil contra la pared del alveolo. Además había riesgo de invasión bacteriana hacia la lesión periodontal debido a la cercana proximidad de la férula y alambres al margen gingival. Actualmente existen distintas variantes comerciales de barras de arco utilizadas principalmente en la reducción cerrada de fracturas mandibulares o maxilares. Uno de los más conocidos es el arco de Erich, compuesto por un metal relativamente suave que permite su adaptación al arco dental, este se fija mediante alambres (0,4mm) que rodean cada diente por debajo del tercio cervical de la corona, proporcionándole una adecuada estabilidad a la zona de la fractura. Por su rigidez este arco está indicado en fracturas del hueso alveolar, lo que facilita la reparación ósea, sin embargo puede causar daños al periodonto y mucosa bucal, por lo que la higiene y cuidado del paciente son fundamentales para el éxito del tratamiento.

 • Arco de alambre labial (Ridson):
En esta técnica se utiliza un alambre de acero inoxidable que será el alambre pivote (0,4mm), se realiza alrededor del cuello de un molar y se trenza, midiendo previamente hasta donde será extendido en el arco. Luego se pasan alambres en cada diente (0,3-0,4 mm) alrededor del cuello, cada uno de trenzado sucesivo en el alambre pivote hasta alcanzar el molar de la hemiarcada opuesta; de esta forma el alambre principal o pivote cumple la función de arco, para brindar la estabilidad y rigidez en segmentos alveolares fracturados. La principal desventaja de este procedimiento es el daño periodontal y de la mucosa bucal. Es utilizado como una alternativa de ferulización rígida ante la carencia de materiales.

Recomendaciones para los tipos de férulas y duración de acuerdo a la injuria traumática.
La longitud y la rigidez de la ferulización, dependen totalmente del escenario determinado por el tipo de lesión traumática, que establece la necesidad y el periodo de fijación de acuerdo a los tejidos afectados. Las lesiones dentales que realmente requieren mantener las estructuras dentarias, después de sufrir un trauma, en su posición original permitiendo movimiento fisiológico del mismo durante el proceso de reparación mediante una ferulización son las siguientes:

• Subluxación:
Hay estiramiento y ruptura de algunas fibras del ligamento periodontal y vasos sanguíneos. Debido a lo anterior, el principal criterio clínico para el diagnóstico diferencial con la concusión, es la hemorragia a nivel del surco gingival. Se puede observar movimiento dental leve pero sin desplazamiento demostrable clínica ni radiográficamente.
El paciente presenta dolor a la percusión y a las fuerzas oclusales. Radiográficamente puede observarse un ligero ensanchamiento del espacio ocupado por el ligamento periodontal. A las 24 horas, a nivel del ligamento periodontal se observan histológicamente zonas libres de células, rodeadas por tejido inflamatorio. En el hueso alveolar hay actividad osteoclástica, aunque a los 10 días aproximadamente, esta actividad se detiene. Se recomienda el uso de férula flexible de resina durante dos semanas33 cuando hay evidencia de movilidad dental.

• Luxacion extrusiva:
Implica la ruptura de las fibras del ligamento periodontal. Se ha demostrado que éste alcanza aproximadamente 70 % de su fuerza original de 2 a 3 semanas posteriores a la lesión. Por lo tanto, sólo dos semanas de ferulización son necesarias para permitir la reparación y para mantener la vaina radicular epitelial de Hertwig en posición adyacente a los tejidos apicales vitales en dientes inmaduros para asegurar así la continuidad del desarrollo radicular. Se recomienda una férula semirrígida durante este tiempo, férula TTS, resina flexible o resina y alambre.Cuando hay fractura del hueso alveolar, la férula se debe mantener durante 2-3 meses (tanto en desplazamientos leves como en mayores a 3mm).

 • Luxación lateral:
En este tipo de lesiones la dislocación dental genera daños al ligamento periodontal y hueso. De esta manera, el tiempo de ferulización debe ser un poco más prologando debido a la lesión a nivel alveolar, en estos casos debe usarse una férula semirrígida por 4 semanas, férula flexible de resina o de alambre con resina o FTT. Previo a la remoción de la férula se debe realizar el control radiográfico y si se presentan indicios en la misma de afección periodontal es necesario aumentar el periodo de ferulización adicional (generalmente 3-4 semanas).

 • Intrusión:
 Causa serios daños al alveolo. Si el diente es reposicionado quirúrgicamente, el tiempo de ferulización debe ser lo suficientemente largo para soportar al diente durante la remodelación ósea del alveolo, un proceso que normalmente tarda de 6-8 semanas. Para prevenir la anquilosis permanente debe emplearse una férula semirrígida.

 • Avulsión:
 La duración de la fijación depende de extensión y naturaleza del daño adicional al alveolo (fractura). La reimplantación en el alveolo intacto requiere que el periodo de ferulización no sea mayor de 7 a 10 días para prevenir así la anquilosis.En casos con erupción incompleta se coloca una sutura sobre el borde incisal para brindar un soporte adecuado al diente reimplantado.Se recomienda ferulización flexible de resina durante dos semanas o alambre y resina. En caso del alambre se puede usar alambre de ortodoncia ligado 0.01030. Si el diente no ha estado en un medio seco por más de 60 minutos se recomienda ferulizar por 4 semanas.

• Autotransplante:
 Este puede ser considerado como una avulsión bien controlada, pero difiere de esta en la inestabilidad inicial debido al alveolo expandido. En estos casos, la cicatrización ocurre sin anquilosis y con revascularización pulpar completa. Una sutura colocada sobre la cara oclusal generalmente es suficiente para llevar a una curación pulpar significativamente mejor que la ferulización rígida.

 • Fracturas radiculares:
Pueden estar ubicadas en el tercio apical medio o cervical de la raíz. El desplazamiento del fragmento coronal puede ser clasificado como concusión, subluxación, extrusión y luxación lateral. Las fracturas radiculares en el tercio apical y sin desplazamiento del fragmento coronal generalmente no requieren ferulización. Se ha demostrado que dientes ferulizados y no ferulizados no difieren en el resultado del tratamiento, ya que se da una unión por tejido duro, interposición de tejido conectivo y /o hueso.
El tipo de ferulización (férulas alambre composite o férulas cap) no influencia el resultado en fracturas cervicales de raíz oblicua. Basándose en estudios más recientes, se ha recomendado ferulizar las fracturas radiculares de tercio medio durante 4 semanas con férula flexible aunque algunos autores como Soares y Golberg difieren de esto alargando el periodo de ferulización a 3 meses y utilizando la ferulización rígida.
En las fracturas cervicales se recomienda un periodo de 3-4 meses mediante el uso de una férula rígida aunque los autores antes mencionados establecen un periodo de duración de 6 a 12 meses.
• Fracturas del hueso alveolar:
Las fracturas alveolares son lesiones del hueso de soporte, que se pueden clasificar en fractura conminuta del alveolo, fractura de la pared del alveolo y fractura del proceso alveolar. Principalmente los factores etiológicos son las disputas físicas y accidentes automovilísticos. En estas se ven afectadas distintas estructuras además del hueso como la pulpa, donde en la mayoría de los casos se produce necrosis pulpar por la ruptura del paquete vasculonervioso y el ligamento periodontal. Estas lesiones pueden traer complicaciones como reabsorciones radiculares o anquilosis y en la mucosa bucal laceraciones o contusiones.
En orden de prioridades, el tejido óseo es el principal afectado en estas lesiones, un manejo inadecuado o a destiempo de estos casos trae consecuencias como reabsorciones óseas, trauma oclusal y hasta perdida del fragmento dentoalveolar, por ello es importante conocer el mecanismo de cicatrización del hueso el cual toma varias semanas. La estabilidad funcional de la fractura ocurre entre la 6 y 8 semana después de que esta ocurre.

·         Fractura conminuta del alveolo:
Generalmente está relacionada con luxaciones laterales o luxaciones intrusivas. La manipulación digital y reposicionamiento del diente desplazado es a menudo una forma de reducir estas fracturas, acompañado con un monitoreo pulpar del diente, presencia de anquilosis o reabsorción radicular.
 Estos casos se pueden manejar igual que las luxaciones laterales: ferulización semirrígida durante 4 semanas.

·         Fractura de la pared alveolar:
 Suelen estar asociadas a luxaciones laterales y avulsiones, por lo general se presentan en los incisivos superiores y se pueden ver afectados varios dientes.Bajo anestesia local, la fractura debe ser reducida reposicionando los dientes a su lugar, para ello se utiliza presión digital simultánea en el área apical por vestibular en sentido incisal y a nivel de la corona por lingual en dirección vestibular, esto permite la liberación apical para proceder a reposicionar el fragmento. Luego de esto, si la mucosa está afectada con laceraciones, debe ser suturada y los dientes afectados deben ser liberados de las fuerzas oclusales traumáticas.
 Se recomienda ferulización rígida durante 4 semanas. En niños la ferulización no está indicada debido a la rápida cicatrización del hueso en esta edad, por lo tanto debe mantener dieta blanda durante 2 semanas siendo monitoreado periódicamente.

·         Fractura del proceso alveolar:
 Pueden presentarse de forma aislada o en conjunto con lesiones dentales en incluso faciales, tales como laceraciones gingivales, de la mucosa, e incluso cutáneas. Mayormente se da en el sector anterior o en premolares y puede involucrar uno a varios dientes. El tratamiento sugerido en esta fractura sigue los principios descritos en la fractura de la pared alveolar, luego de administración de anestesia local se procede al reposicionamiento mediante la presión digital e inmovilización. La primera elección es la ferulización rígida,sin embargo, muchas de estas lesiones llegan a la sala de emergencia donde no se cuenta con las condiciones ni los materiales ideales, es por ello que se indica la reducción e inmovilización con arco de Erich, o alambrado de Ridson o Essing los cuales pueden brindar una solución temporal o permanente de acuerdo al seguimiento del caso. Es necesario que dicha fijación o ferulizaciòn se mantenga de 4 a 6 semanas, tiempo requerido para lograr la cicatrización del hueso; el paciente debe mantener dieta blanda durante este período. En niños se recomienda 3 semanas por su rápida cicatrización ósea.

• Fractura mandibular:
Debido a su crecimiento antero inferior, posición en el cráneo y su resistencia ante los traumatismos la mandíbula es considerada como un “parachoques” facial que protege principalmente las vías aerodigestivas y la lengua. Sin embargo, ésta presenta zonas de mayor debilidad como los cuellos de ambos cóndilos y el ángulo mandibular por ausencia de hueso esponjoso, además de factores como terceros molares retenidos en el ángulo mandibular, presencia del foramen mentoniano y zonas edéntulas que la hacen frágil.
 Para comprender la gravedad de una fractura mandibular se clasifican según varios factores:
1.- Localización anatómica de la fractura: puede se uni o bilateral; alveolodentarias, sinfisarias-parasinfisarias (entre ambos orificios mentonianos), mentonianas-caninas, del cuerpo mandibular, de la rama mandibular, del ángulo mandibular y/o del cóndilo.
2. Según el tipo de herida: Fractura abierta y fractura cerrada
3. Presencia o ausencia de dientes firmes en los fragmentos:
-Clase I (presencia de dientes en uno de los fragmentos)
-Clase II (presencia de dientes en ambos fragmentos)
- Clase III: edéntulo
 4. Energía del traumatismo y desplazamiento de los fragmentos:
       • Baja energía: En tallo verde (sin discontinuidad ósea completa) y No desplazadas (discontinuidad ósea completa)
       • Alta energía: Desplazadas, Conminutas y con pérdida de hueso.

 Ferulización en la dentición primaria.

Las férulas no se colocan en dientes primarios. En el caso de las luxaciones extrusivas o laterales de los dientes temporales la ferulización es un tratamiento muy cuestionable, ya que podría derivar en anquilosis del diente temporal y posterior alteración del recambio dentario. En las avulsiones, reimplantar el diente temporal puede ocasionar desplazamiento del coágulo formado en el alveolo hasta el interior del folículo del diente permanente, esto y la inflamación periapical originada por la necrosis pulpar subsecuente, pueden ser causa de alteraciones de la mineralización del diente permanente.
A las razones biológicas mencionadas hay que añadir las pediátricas y tener en cuenta las dificultades, técnicas y de manejo de la conducta, que tiene ferulizar los dientes temporales, por su pequeño tamaño y los diastemas fisiológicos, en un niño de meses o muy pocos años.
Sin embargo, en las lesiones traumáticas del ligamento periodontal de los dientes permanentes jóvenes hay que plantearse la ferulización cuando se han afectado tantas fibras periodontales que la movilidad está aumentada.
Actualmente, no hay una prueba diagnóstica fiable para determinar la cantidad de fibras periodontales traumatizadas, pero puede utilizarse el Periotest tomando en cuenta las limitaciones y dificultades para interpretar los resultados.

Consideraciones y fundamentos en la ferulización de los traumatismos Dentoalveolares:
Se debe tener presente que el proceso de regeneración de las fibras gingivales toma entre 1 y 2 semanas, lo cual permite brindar algo de estabilidad. Por lo tanto en casos de avulsiones, donde la anquilosis puede ser un problema, un periodo corto de fijación puede prevenir la anquilosis permanente. Por el contrario donde la anquilosis no es un riesgo importante, está indicado un periodo de fijación de 2 a 4 semanas. Durante el periodo de ferulización, es esencial mantener una buena higiene oral para evitar posibles complicaciones periodontales posteriores, o formaciones de caries o focos infecciosos.
El cepillado dental cuidadoso y enjuagues con clorhexidina son recomendados. Cuando hay una lesión asociada al hueso, de 4 a 6 semanas de ferulización pueden ser necesarias, ya que entre estas semanas se establecen la fase reparativa y fase de remodelado óseo. Concerniente a la longitud de la fijación (número de dientes adyacentes), pruebas de movilidad han demostrado que no se requiere extender la férula más de un diente no lesionado adyacente.

Bibliografía:

1.-Andreasen J.O, Andreasen F.M y Andersson L. Texto y Atlas a Color de Lesiones Traumáticas a las Estructuras Dentales. 4 Edic: Almoca; 2010.

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