García
Nieves Anabel
Seminario
Multidisciplinario
Traumatismos
Dentoalveolares.
El trauma dentoalveolar se define como un impacto
agresivo sobre las estructuras biológicas dentales y/o estructuras adyacentes
de las cuales se deriva algún tipo de lesión.
Clasificación:
Las lesiones
traumáticas dentales han sido clasificadas de acuerdo a una gran variedad de
factores, como son, etiológicos, anatómicos, patológicos, de consideraciones
terapéuticas y del grado de severidad. La siguiente clasificación se basa en un
sistema adoptado por la Organización Mundial de la Salud OMS, el cual se aplica
en la Clasificación Internacional de las Enfermedades en Odontología y
estomatología. Sin embargo con el fin de incluir otras entidades no incluidas
en la clasificación de la OMS, Andreasen y colaboradores realizaron
modificaciones que incluyen las lesiones de los dientes, de las estructuras de
soporte, de la encia y mucosas orales y es aplicable tanto para la dentición
temporal como permanente
A.-Lesiones de los Tejidos Duros y de la Pulpa Dental:
·
Infracción
del esmalte: Fractura superficial en cualquier sentido y
sin pérdida de estructura dentaria.
·
Fractura
de Esmalte: Fractura profunda con pérdida de estructura
dentaria de solo esmalte.
·
Fractura
No Complicada de la Corona: Afecta esmalte y dentina sin exposición
pulpar.
·
Fractura
Complicada de la Corona: Afecta esmalte y dentina con exposición
pulpar.
·
Fractura
Corono-Radicular No Complicada: Envuelve esmalte, dentina y
cemento sin exponer la pulpa.
·
Fractura
Corono-Radicular Complicada: Envuelve esmalte, dentina y
cemento exponiendo la pulpa.
·
Fractura
Radicular: Afecta dentina, cemento y pulpa. Se clasifican de
acuerdo a su localización y al desplazamiento del fragmento coronal.
B.-Lesiones a los Tejidos Periodontales:
·
Concusión:
Lesión menor de los tejidos periodontales, sin cambio de posición o movilidad
dentaria pero con sensibilidad a la percusión. El suministro sanguíneo a la
pulpa generalmente no se afecta.
·
Subluxación:
Lesión a los tejidos periodontales con aflojamiento o incremento en la
movilidad y altamente sensible a la percusión pero sin desplazamiento. El
suministro sanguíneo puede estar afectado.
·
Luxación
Intrusiva: Desplazamiento hacia apical del diente dentro del hueso
alveolar, generalmente acompañada por fractura del hueso alveolar. (Dislocación
central).
·
Luxación
Extrusiva: (Dislocación periférica o avulsión parcial)
Desplazamiento coronal parcial del diente Existe una separación parcial del
ligamento periodontal y a menudo infracciones del alveolo.
·
Luxación
Lateral: Desplazamiento del diente en una dirección diferente a
la axial. En la más frecuente la corona se dirige a palatino y la parte apical
de la raíz hacia vestibular. Se acompaña de fractura del hueso alveolar y el
ligamento periodontal está dañado en forma parcial.
·
Avulsión:
(Exarticulación) Desplazamiento completo del diente fuera de su alveolo.
C.-Lesiones del
Hueso de Soporte:
·
Fractura
Conminuta del Alveolo: Aplastamiento y compresión del alveolo
en maxilar superior o en la mandíbula, es común en la luxación intrusiva y
lateral.
·
Fractura
simple de la Pared Alveolar: Está limitada a la pared
vestibular o lingual del alveolo.
·
Fractura
del Proceso Alveolar: Fractura del proceso alveolar que puede o no
involucrar al diente.
·
Fractura
de la Mandíbula o del Maxilar: Fractura extensa del hueso
basal y/o de la rama mandibular y puede o no estar involucrado el hueso
alveolar.
D.-Lesiones de la
Encía o de la Mucosa Oral:
·
Abrasión:
Herida superficial en donde el tejido epitelial es frotado o raspado dejando
una superficie sangrante y cruenta.
·
Contusión:
Hemorragia de tejido subcutáneo sin laceración del tejido epitelial, causada
generalmente por un objeto sin filo que golpea al tejido. Se encuentra
acompañada por hematoma de la mucosa.
·
Laceración:
Desgarro del tejido dejando una herida superficial o profunda generalmente
causada con un objeto afilado.
Férulas Como Tratamiento En Los Traumatismos Dentoalveolares.
El manejo del trauma
dentario es un esfuerzo de equipo que involucra una o más disciplinas
especializadas dependiendo de la complejidad del caso, siendo más
frecuentemente la atención dada por las especialidades de cirugía, endodoncia,
prótesis y odontopediatría; cuyo objetivo común es promover la reparación en
los tejidos afectados. El trauma dental incluye lesiones a nivel de los tejidos
periodontales, por lo cual la fijación de las unidades dentarias es a menudo
indispensable en casos como en las luxaciones y avulsión.
Clínicamente, los daños a
nivel periodontal se caracterizan por movilidad del diente, el desplazamiento
del mismo y sangrado a través del surco gingival, dependiendo del tipo de lesión
y la desarticulación o no del diente dentro del alveolo; a nivel óseo pueden ir
desde el desplazamiento de un segmento dentoalveolar hasta una fractura
mandibular y maxilar.
El objetivo principal de la ferulización es
proteger el tejido de soporte para así permitir la reparación o la regeneración
de las fibras del ligamento periodontal y hueso. Éste debe ser un procedimiento
fácil y rápido para el odontólogo, donde la férula colocada debe permitirle al
paciente, comodidad y una buena higiene, la anulación de trauma adicional
durante la cicatrización, así como una movilidad fisiológica para promover la
reparación del tejido periodontal. Por lo tanto, este procedimiento es el
indicado y que todo odontólogo debe aplicar al llegar el paciente al consultorio
con un trauma dentoalveolar.
En los casos en los que el objetivo es
establecer una adecuada cicatrización ósea, las férulas deben ser totalmente rígidas
y estables. El factor primordial exigible a una férula es que una vez
aplicada, el diente conserve cierto grado de movilidad en sentido vertical,
pero manteniendo un adecuado soporte lateral, lo que favorecerá la reparación
del ligamento periodontal. La fisiología del diente no se altera, o lo hace
mínimamente, cuando se aplican férulas no rígida. Igualmente, no existe ningún
beneficio si se extiende la ferulización a varios dientes, por lo que sólo es
necesario limitarla al diente adyacente. Las férulas se clasifican según su
rigidez:
• Flexible:
Aquellas que permiten más
movilidad que la normal del diente no lesionado.
• Semirrígidas:
Son aquellas que mientras están colocadas
permiten que el diente traumatizado tenga una movilidad en los tres planos del
espacio, que un diente sano Son las más fisiológicas para la cicatrización del
ligamento periodontal y la pulpa.
• Rígidas:
Se denomina así a las férulas que permiten
menos movilidad que la normal de un diente. Suelen ser las férulas utilizadas
en cirugía para el bloqueo óseo pero están contraindicadas en traumatología
dentaria, ya que con mucha frecuencia causan lesiones severas.
Una férula óptima debe cumplir la mayoría o
todos los siguientes requisitos:
-De tipo biológico:
Son aquellas que durante su confección y colocación
no causen lesiones en ninguna estructura bucal; deben ser pasivas y no aplicar fuerzas
ortodóncicas; además tienen que permitir una movilidad fisiológica del diente
en sentido horizontal y vertical, facilitar el acceso a la pulpa dental en el
caso de los niños, permitir ferulizar aunque no haya diente adyacente al
traumatizado; así mismo no han de interferir con la oclusión ni causar daños en
la articulación temporomandibular (ATM); al mismo tiempo abstenerse de evitar
daños a nivel periodontal, no generar alteraciones durante la masticación y/o
fonación, ser estéticas y permitir una correcta higiene bucal y que se pueda
retirar sin causar nuevos daños en los tejidos periodontales y dentarios.
-De carácter técnico:
Se refiere a aquella cuya
confección sea rápida y directa; es decir, que no se necesite tomar impresiones
ni obtener modelos de trabajo; que se pueda realizar con materiales disponibles
habitualmente en una clínica dental; ser versátil para alcanzar la fijación,
sin importar que sea rígida semirrígida o flexible.
Tipos de férulas utilizadas
como tratamiento de los traumatismos bucodentales.
• Férula de suturas:
El tipo más simple de
fijación es una sutura colocada sobre el borde incisal desde la encía
palatina/lingual. Esta puede ser utilizada para prevenir que los incisivos
reposicionados se extruyan, lo cual será efectivo por un corto periodo de tiempo.Estas
férulas han demostrado mejorar el pronóstico de los dientes autotransplantados
en comparación con las férulas rígidas23, pero se encuentra en desuso
actualmente.
• Dispositivos ortodóncicos:
Se ha sugerido el alambre de
ligadura ortodóncica adherido al diente con resina o con un bracket. Sin
embargo, los alambres ortodóncicos para brackets y la resina pueden causar
irritación en la mucosa bucal, dificultad para su higiene o incomodidad,
especialmente al inicio del periodo de ferulización. Además, las demandas de
una ferulización pasiva con el diente en una posición neutral, peligra al unir
los brackets por alambres ortodóncicos triangulares, por lo que se recomienda
aplicar alambres de acero maleable.El alambre para ferulizar no se sujeta
mediante brackets porque, en ese caso, existe un gran riesgo de que no sea
pasivo y de que inadvertidamente se apliquen fuerzas ortodóncicas que
dificultarían la reparación biológica. En caso que el alambre sea sujetado
mediante brackets se debe evitar el uso de ligas, por lo cual estos serán
sostenidos mediante puntos de resina colocados sobre los mismos, y el alambre
indicado siempre será el de acero. En caso de uso de ligadura ortodóncica, ésta
será colocada mediante un tejido o entorchado en forma de ocho entre los
brackets para ejercer así una fijación y no un movimiento ortodóntico; de igual
manera estos serán sostenidos mediante puntos de resinas en los brackets.
• Férula de resina:
Se caracteriza por ser estética y fácil de
realizar, pero frecuentemente se fractura en el área interdental, ya que el
material es frágil. Esta férula es rígida y por lo tanto viola la demanda para
la ferulización en la mayoría de los casos Además, debido a su similitud en el
color y la fuerza de adhesión al esmalte grabado, es difícil de retirar sin
dañar la estructura dental subyacente. En el caso que se coloquen puntos de
resina a nivel interproximal en tercio incisal se considera una férula
flexible, férula recomendada en la guía de traumatología dental de la
Asociación Internacional de Traumatología dental del 2011.
• Fijación de alambre resina:
Una de sus ventajas principales es que la
férula se construye con materiales que generalmente están disponibles en el
consultorio. Este tipo de ferulización puede ser modificada fácilmente a una
férula rígida cambiando la dimensión del alambre o añadiendo resina a lo largo
de la superficie vestibular de alambre hasta el espacio interdental. Se
recomienda el uso de alambres de ortodoncia 0,3 o 0,4 mm.
• Férula de fibra de vidrio:
Varios estudios han descrito su uso frecuente
en lugar del alambre.Una mecha de fibra de vidrio es impregnada en resina
composite sin material de relleno. La flexibilidad puede ser variada con las
capas de extensión de la férula.Este tipo de férulas brindan una gran estética y
baja incidencia a la fractura.
• Fijación de nylon resina:
Algunos autores como Soares y Goldberg,
reportan el uso de Nylon de 20-30 libras de presión en sustitución del alambre
de ortodoncia en ferulizaciones semirrígidas. Esta brinda un aspecto más estético,
es resistente, funcional y compatible con los tejidos. En casos de ausencias
dentarias o en una dentición mixta, donde los dientes vecinos no están
totalmente erupcionados, es necesario cubrir el área edéntula, con lo cual se
puede hacer un refuerzo con alambres ortodóncicos, líneas de nylon o fibras de
vidrio fusionadas con la resina.
• Materiales metálicos de ferulización
prefabricados:
Las férulas prefabricadas hechas de titanio
(FTT) han sido reportadas. Esta férula tiene solo 0,2mm de grosor y puede ser
doblada fácilmente con los dedos y adaptada al arco dental; adicionalmente se
adhiere al esmalte con resina fotocurada y se retira despegándola de la
superficie dental. Se ha encontrado que estas férulas son bien toleradas por
los pacientes y solo le causa una leve molestia.
• Fijación con barra de arco:
Hace varias décadas, la ferulización rígida de
dientes era considerada necesaria, y los tipos de férulas empleadas eran barras
de arco o cap splits. Estas férulas causaban daños considerables a los dientes
lesionados, debido al reposicionamiento inexacto, lo que podría presionar el
diente móvil contra la pared del alveolo. Además había riesgo de invasión
bacteriana hacia la lesión periodontal debido a la cercana proximidad de la
férula y alambres al margen gingival. Actualmente existen distintas variantes
comerciales de barras de arco utilizadas principalmente en la reducción cerrada
de fracturas mandibulares o maxilares. Uno de los más conocidos es el arco de
Erich, compuesto por un metal relativamente suave que permite su adaptación al
arco dental, este se fija mediante alambres (0,4mm) que rodean cada diente por
debajo del tercio cervical de la corona, proporcionándole una adecuada
estabilidad a la zona de la fractura. Por su rigidez este arco está indicado en
fracturas del hueso alveolar, lo que facilita la reparación ósea, sin embargo
puede causar daños al periodonto y mucosa bucal, por lo que la higiene y
cuidado del paciente son fundamentales para el éxito del tratamiento.
• Arco de alambre labial (Ridson):
En esta técnica se utiliza
un alambre de acero inoxidable que será el alambre pivote (0,4mm), se realiza
alrededor del cuello de un molar y se trenza, midiendo previamente hasta donde
será extendido en el arco. Luego se pasan alambres en cada diente (0,3-0,4 mm)
alrededor del cuello, cada uno de trenzado sucesivo en el alambre pivote hasta
alcanzar el molar de la hemiarcada opuesta; de esta forma el alambre principal
o pivote cumple la función de arco, para brindar la estabilidad y rigidez en
segmentos alveolares fracturados. La principal desventaja de este procedimiento
es el daño periodontal y de la mucosa bucal. Es utilizado como una alternativa
de ferulización rígida ante la carencia de materiales.
Recomendaciones
para los tipos de férulas y duración de acuerdo a la injuria traumática.
La longitud y la rigidez de
la ferulización, dependen totalmente del escenario determinado por el tipo de
lesión traumática, que establece la necesidad y el periodo de fijación de acuerdo
a los tejidos afectados. Las lesiones dentales que realmente requieren mantener
las estructuras dentarias, después de sufrir un trauma, en su posición original
permitiendo movimiento fisiológico del mismo durante el proceso de reparación mediante
una ferulización son las siguientes:
• Subluxación:
Hay estiramiento y ruptura
de algunas fibras del ligamento periodontal y vasos sanguíneos. Debido a lo
anterior, el principal criterio clínico para el diagnóstico diferencial con la
concusión, es la hemorragia a nivel del surco gingival. Se puede observar
movimiento dental leve pero sin desplazamiento demostrable clínica ni
radiográficamente.
El paciente presenta dolor a
la percusión y a las fuerzas oclusales. Radiográficamente puede observarse un
ligero ensanchamiento del espacio ocupado por el ligamento periodontal. A las
24 horas, a nivel del ligamento periodontal se observan histológicamente zonas
libres de células, rodeadas por tejido inflamatorio. En el hueso alveolar hay
actividad osteoclástica, aunque a los 10 días aproximadamente, esta actividad
se detiene. Se recomienda el uso de férula flexible de resina durante dos
semanas33 cuando hay evidencia de movilidad dental.
• Luxacion extrusiva:
Implica la ruptura de las
fibras del ligamento periodontal. Se ha demostrado que éste alcanza
aproximadamente 70 % de su fuerza original de 2 a 3 semanas posteriores a la
lesión. Por lo tanto, sólo dos semanas de ferulización son necesarias para
permitir la reparación y para mantener la vaina radicular epitelial de Hertwig
en posición adyacente a los tejidos apicales vitales en dientes inmaduros para
asegurar así la continuidad del desarrollo radicular. Se recomienda una férula
semirrígida durante este tiempo, férula TTS, resina flexible o resina y
alambre.Cuando hay fractura del hueso alveolar, la férula se debe mantener
durante 2-3 meses (tanto en desplazamientos leves como en mayores a 3mm).
• Luxación lateral:
En este tipo de lesiones la
dislocación dental genera daños al ligamento periodontal y hueso. De esta
manera, el tiempo de ferulización debe ser un poco más prologando debido a la
lesión a nivel alveolar, en estos casos debe usarse una férula semirrígida por
4 semanas, férula flexible de resina o de alambre con resina o FTT. Previo a la
remoción de la férula se debe realizar el control radiográfico y si se
presentan indicios en la misma de afección periodontal es necesario aumentar el
periodo de ferulización adicional (generalmente 3-4 semanas).
• Intrusión:
Causa serios daños al alveolo. Si el diente es
reposicionado quirúrgicamente, el tiempo de ferulización debe ser lo
suficientemente largo para soportar al diente durante la remodelación ósea del
alveolo, un proceso que normalmente tarda de 6-8 semanas. Para prevenir la
anquilosis permanente debe emplearse una férula semirrígida.
• Avulsión:
La duración de la fijación depende de
extensión y naturaleza del daño adicional al alveolo (fractura). La
reimplantación en el alveolo intacto requiere que el periodo de ferulización no
sea mayor de 7 a 10 días para prevenir así la anquilosis.En casos con erupción
incompleta se coloca una sutura sobre el borde incisal para brindar un soporte
adecuado al diente reimplantado.Se recomienda ferulización flexible de resina
durante dos semanas o alambre y resina. En caso del alambre se puede usar
alambre de ortodoncia ligado 0.01030. Si el diente no ha estado en un medio
seco por más de 60 minutos se recomienda ferulizar por 4 semanas.
• Autotransplante:
Este puede ser considerado como una avulsión
bien controlada, pero difiere de esta en la inestabilidad inicial debido al
alveolo expandido. En estos casos, la cicatrización ocurre sin anquilosis y con
revascularización pulpar completa. Una sutura colocada sobre la cara oclusal
generalmente es suficiente para llevar a una curación pulpar significativamente
mejor que la ferulización rígida.
• Fracturas radiculares:
Pueden estar ubicadas en el
tercio apical medio o cervical de la raíz. El desplazamiento del fragmento coronal
puede ser clasificado como concusión, subluxación, extrusión y luxación
lateral. Las fracturas radiculares en el tercio apical y sin desplazamiento del
fragmento coronal generalmente no requieren ferulización. Se ha demostrado que
dientes ferulizados y no ferulizados no difieren en el resultado del
tratamiento, ya que se da una unión por tejido duro, interposición de tejido
conectivo y /o hueso.
El tipo de ferulización
(férulas alambre composite o férulas cap) no influencia el resultado en
fracturas cervicales de raíz oblicua. Basándose en estudios más recientes, se
ha recomendado ferulizar las fracturas radiculares de tercio medio durante 4
semanas con férula flexible aunque algunos autores como Soares y Golberg
difieren de esto alargando el periodo de ferulización a 3 meses y utilizando la
ferulización rígida.
En las fracturas cervicales
se recomienda un periodo de 3-4 meses mediante el uso de una férula rígida
aunque los autores antes mencionados establecen un periodo de duración de 6 a
12 meses.
• Fracturas del hueso
alveolar:
Las fracturas alveolares son
lesiones del hueso de soporte, que se pueden clasificar en fractura conminuta
del alveolo, fractura de la pared del alveolo y fractura del proceso alveolar.
Principalmente los factores etiológicos son las disputas físicas y accidentes
automovilísticos. En estas se ven afectadas distintas estructuras además del
hueso como la pulpa, donde en la mayoría de los casos se produce necrosis
pulpar por la ruptura del paquete vasculonervioso y el ligamento periodontal.
Estas lesiones pueden traer complicaciones como reabsorciones radiculares o
anquilosis y en la mucosa bucal laceraciones o contusiones.
En orden de prioridades, el
tejido óseo es el principal afectado en estas lesiones, un manejo inadecuado o
a destiempo de estos casos trae consecuencias como reabsorciones óseas, trauma
oclusal y hasta perdida del fragmento dentoalveolar, por ello es importante
conocer el mecanismo de cicatrización del hueso el cual toma varias semanas. La
estabilidad funcional de la fractura ocurre entre la 6 y 8 semana después de
que esta ocurre.
·
Fractura conminuta del alveolo:
Generalmente está
relacionada con luxaciones laterales o luxaciones intrusivas. La manipulación
digital y reposicionamiento del diente desplazado es a menudo una forma de
reducir estas fracturas, acompañado con un monitoreo pulpar del diente,
presencia de anquilosis o reabsorción radicular.
Estos casos se pueden manejar igual que las
luxaciones laterales: ferulización semirrígida durante 4 semanas.
·
Fractura de la pared alveolar:
Suelen estar asociadas a luxaciones laterales
y avulsiones, por lo general se presentan en los incisivos superiores y se
pueden ver afectados varios dientes.Bajo anestesia local, la fractura debe ser
reducida reposicionando los dientes a su lugar, para ello se utiliza presión
digital simultánea en el área apical por vestibular en sentido incisal y a
nivel de la corona por lingual en dirección vestibular, esto permite la
liberación apical para proceder a reposicionar el fragmento. Luego de esto, si
la mucosa está afectada con laceraciones, debe ser suturada y los dientes
afectados deben ser liberados de las fuerzas oclusales traumáticas.
Se recomienda ferulización rígida durante 4
semanas. En niños la ferulización no está indicada debido a la rápida
cicatrización del hueso en esta edad, por lo tanto debe mantener dieta blanda
durante 2 semanas siendo monitoreado periódicamente.
·
Fractura del proceso alveolar:
Pueden presentarse de forma aislada o en conjunto
con lesiones dentales en incluso faciales, tales como laceraciones gingivales,
de la mucosa, e incluso cutáneas. Mayormente se da en el sector anterior o en
premolares y puede involucrar uno a varios dientes. El tratamiento sugerido en
esta fractura sigue los principios descritos en la fractura de la pared
alveolar, luego de administración de anestesia local se procede al
reposicionamiento mediante la presión digital e inmovilización. La primera
elección es la ferulización rígida,sin embargo, muchas de estas lesiones llegan
a la sala de emergencia donde no se cuenta con las condiciones ni los
materiales ideales, es por ello que se indica la reducción e inmovilización con
arco de Erich, o alambrado de Ridson o Essing los cuales pueden brindar una
solución temporal o permanente de acuerdo al seguimiento del caso. Es necesario
que dicha fijación o ferulizaciòn se mantenga de 4 a 6 semanas, tiempo
requerido para lograr la cicatrización del hueso; el paciente debe mantener
dieta blanda durante este período. En niños se recomienda 3 semanas por su
rápida cicatrización ósea.
• Fractura mandibular:
Debido a su crecimiento
antero inferior, posición en el cráneo y su resistencia ante los traumatismos
la mandíbula es considerada como un “parachoques” facial que protege
principalmente las vías aerodigestivas y la lengua. Sin embargo, ésta presenta
zonas de mayor debilidad como los cuellos de ambos cóndilos y el ángulo
mandibular por ausencia de hueso esponjoso, además de factores como terceros
molares retenidos en el ángulo mandibular, presencia del foramen mentoniano y
zonas edéntulas que la hacen frágil.
Para comprender la gravedad de una fractura
mandibular se clasifican según varios factores:
1.- Localización anatómica
de la fractura: puede se uni o bilateral; alveolodentarias, sinfisarias-parasinfisarias
(entre ambos orificios mentonianos), mentonianas-caninas, del cuerpo
mandibular, de la rama mandibular, del ángulo mandibular y/o del cóndilo.
2. Según el tipo de herida:
Fractura abierta y fractura cerrada
3. Presencia o ausencia de
dientes firmes en los fragmentos:
-Clase I (presencia de dientes en uno de los fragmentos)
-Clase
II
(presencia de dientes en ambos fragmentos)
-
Clase III: edéntulo
4. Energía del traumatismo y desplazamiento de
los fragmentos:
• Baja
energía: En tallo verde (sin discontinuidad ósea completa) y No desplazadas
(discontinuidad ósea completa)
• Alta
energía: Desplazadas, Conminutas y con pérdida de hueso.
Ferulización en la
dentición primaria.
Las férulas no se colocan en
dientes primarios. En el caso de las luxaciones extrusivas o laterales de los
dientes temporales la ferulización es un tratamiento muy cuestionable, ya que
podría derivar en anquilosis del diente temporal y posterior alteración del
recambio dentario. En las avulsiones, reimplantar el diente temporal puede
ocasionar desplazamiento del coágulo formado en el alveolo hasta el interior
del folículo del diente permanente, esto y la inflamación periapical originada
por la necrosis pulpar subsecuente, pueden ser causa de alteraciones de la
mineralización del diente permanente.
A las razones biológicas
mencionadas hay que añadir las pediátricas y tener en cuenta las dificultades,
técnicas y de manejo de la conducta, que tiene ferulizar los dientes
temporales, por su pequeño tamaño y los diastemas fisiológicos, en un niño de
meses o muy pocos años.
Sin embargo, en las lesiones
traumáticas del ligamento periodontal de los dientes permanentes jóvenes hay
que plantearse la ferulización cuando se han afectado tantas fibras
periodontales que la movilidad está aumentada.
Actualmente, no hay una
prueba diagnóstica fiable para determinar la cantidad de fibras periodontales
traumatizadas, pero puede utilizarse el Periotest tomando en cuenta las
limitaciones y dificultades para interpretar los resultados.
Consideraciones y
fundamentos en la ferulización de los traumatismos Dentoalveolares:
Se debe tener presente que
el proceso de regeneración de las fibras gingivales toma entre 1 y 2 semanas,
lo cual permite brindar algo de estabilidad. Por lo tanto en casos de avulsiones,
donde la anquilosis puede ser un problema, un periodo corto de fijación puede
prevenir la anquilosis permanente. Por el contrario donde la anquilosis no es
un riesgo importante, está indicado un periodo de fijación de 2 a 4 semanas.
Durante el periodo de ferulización, es esencial mantener una buena higiene oral
para evitar posibles complicaciones periodontales posteriores, o formaciones de
caries o focos infecciosos.
El cepillado dental
cuidadoso y enjuagues con clorhexidina son recomendados. Cuando hay una lesión
asociada al hueso, de 4 a 6 semanas de ferulización pueden ser necesarias, ya
que entre estas semanas se establecen la fase reparativa y fase de remodelado
óseo. Concerniente a la longitud de la fijación (número de dientes adyacentes),
pruebas de movilidad han demostrado que no se requiere extender la férula más
de un diente no lesionado adyacente.
Bibliografía:
1.-Andreasen J.O, Andreasen
F.M y Andersson L. Texto y Atlas a Color de Lesiones Traumáticas a las
Estructuras Dentales. 4 Edic: Almoca; 2010.
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