Alumna:
Anabel
García Nieves
Seminario Interdisciplinario
Enfermedades De transmisión Sexual
Las
enfermedades de transmisión sexual (ETS) son enfermedades infecto-ontagiosas producidas
por microrganismos patógenos que se transmiten durante las relaciones sexuales
y que infectan las áreas genitales u otras zonas del cuerpo humano. Algunas de
estas son de notificación obligatoria en ciertos países. En 1998 la
Organización Mundial de la Salud (OMS) consideró más apropiado cambiar el
término “enfermedades” por “infecciones” dado que muchas de ellas transcurren de
manera asintomática. Las ETS pueden estar producidas por bacterias, protozoos,
virus, hongos o ectoparásitos y pueden manifestarse de forma local (en el punto
de contacto) en mucosas y áreas genitales, o de forma sistémica (en el resto del
organismo).
Este tipo de infecciones produce con frecuencia una
serie de manifestaciones en la mucosa oral características de cada agente
patógeno o parásito, siendo estas, en muchas ocasiones, el primer signo de
contagio. Para un diagnóstico precoz por parte del profesional es importante
realizar un examen clínico exhaustivo y metódico de la región orofacial y
palpación ganglionar y glandular, así como estar en conocimiento de esta
patología.
Infecciones De Origen Bacteriano y Protozoario.
1.-SÍFILIS
La
sífilis es una ETS con origen en la América Precolombina que se consideraba
prácticamente erradicada, pero en los últimos años ha aumentado
considerablemente su incidencia.
Esta
enfermedad esta producida por una espiroqueta conocida como treponema pallidum . Esta bacteria tiene
la capacidad de penetrar a través de las mucosas sanas o por pequeñas abrasiones
de las mismas, demostrándose en animales de laboratorio que a los 30 minutos
alcanza los ganglios linfáticos regionales extendiéndose al torrente sanguíneo
con rapidez. Su nivel de infección depende en gran medida del estado inmunológico
del paciente y el periodo de incubación oscila entre tres semanas y tres meses.
Existen
varias etapas de sífilis, aunque los estadios más avanzados difícilmente se
observan en la actualidad dado que su tratamiento está al alcance de la mayoría
de pacientes.
Actualmente
la sífilis está relacionada en más de un 50% de los casos con hombres
homosexuales promiscuos y, en general, con personas que no utilizan barreras de
protección para las relaciones sexuales; siendo, en general, una enfermedad asociada
a un nivel sociocultural bajo
Sífilis primaria.
Pasado el
tiempo de incubación se aprecia una mácula de color rojo-violáceo en el lugar
de inoculación que rápidamente progresará en el transcurso de unas dos semanas
a una úlcera indolora, bien circunscrita, indurada y con fondo amarillento, conocida
como chancro sifilítico. Esta clínica
se agravará con edema y linfadenopatía bilateral. Es típico que las localizaciones
y manifestaciones no sean siempre iguales y puedan pasar desapercibidas, por
ello se estima que sólo se diagnostican entre un 30 y un 40 por ciento de casos
de sífilis primaria.
Di Carlo
y Martin demostraron que en 446 varones con úlcera genital luética solo un 30%
presentaba las características del chancro, siendo imposible diferenciar
clínicamente las demás de otras ETS como úlceras herpéticas. En ocasiones la
clínica
del
chancro sifilítico puede confundirse con un carcinoma. Hay que tener en cuenta
que dos tercios de los chancros extragenitales son orales o periorales, esto es
un dato a tener en cuenta en odontología.
Sífilis secundaria.
La úlcera
primaria suele desaparecer aunque hasta en un 15% de los casos puede permanecer
presente. La principal complicación en este estadio es la gran variabilidad de
síntomas que tiene. Alrededor de un 75% de los afectados presenta lesiones
cutáneas tales como exantemas. Una característica de esta etapa es una discreta
erupción macular de color rosáceo que a medida que avanza produce lesiones
pustulosas, papulares, liquenoides, nodulares o ulcerativas y urticaria
uniforme y granulomatosa en tronco y extremidades, así como linfadenopatías
generalizadas, artritis, uveítis, gastritis o meningitis.
Las manifestaciones orales en
este estadio están presentes entre un 33 y un 50% de los pacientes, siendo las
placas mucosas y la angina sifilítica las más frecuentes y más raras las placas
lisas y las placas opalinas (placas blanco-grisáceas poco sobreelevadas e
indoloras), que pueden ser fácilmente confundidas con otro tipo de lesiones
asociadas a irritantes externos. Diagnostico principalmente serológico.
Etapa latente.
Tras la
etapa secundaria puede pasar un tiempo en el que no se aprecie ningún síntoma o
signo clínico de la enfermedad y esta únicamente podrá ser diagnosticada
mediante serología.
Existe
una etapa latente temprana y otra etapa tardía. Entre un 50 y un 70% de los
pacientes en etapa latente quedan estabilizados y nunca vuelven a sufrir
manifestaciones de la enfermedad, el resto evolucionará al periodo terciario.
Sífilis terciaria.
También
conocida como sífilis tardía o gomatosa,
aparece en un 30% de los casos no tratados. Puede darse entre cuatro y veinticinco
años tras el contagio de la enfermedad. Es un período de inflamación lenta y
crónica, manifestada por combinaciones de lesiones granulomatosas y
endarteritis de pequeños vasos.
Se
presentan los llamados gomas:
lesiones de tejido de granulación (plasmolinfocitario y fibroblástico), indoloras,
de tamaño variable y que tienden a ulcerarse, reblandecerse o a reabsorberse y
cicatrizar en forma de esclerosis. Son consideradas lesiones cancerizables,
sobre todo en lengua (glositis
intersticial), dato importante en la práctica odontológica.
Hay
cuatro grandes grupos de cuadros clínicos: síndromes cutáneos, síndromes óseos,
síndromes cardiovasculares y síndromes del sistema nervioso central (SNC). Los
gomas esqueléticos originan periositis y focos osteomielíticos con
perforaciones, por ejemplo, del tabique nasal, el velo del paladar y el paladar
duro, lo que ocasiona manifestaciones clínicas llamativas a tener en cuenta en
odontología.
Neurosífilis.
Procedente
de una sífilis muy avanzada y de larga evolución, es una presentación
meningovascular, pudiendo presentarse de manera sintomática o asintomática. Las
afecciones son meningitis basilar aguda, mielitis dorsal transversal, gomas
cerebrales y parálisis generalizada. La neurosífilis esta producida por
endarteritis de los vasos sanguíneos del sistema nervioso central y médula
ósea, aunque esta afectación cardiovascular es muy rara, al igual que las
formas meningovascular y neurosífilis parenquimatosa.
Sífilis congénita
Este
apartado atañe a la pediatría, pero mencionaremos que puede presentarse al
nacer, después de los tres meses de edad y aún más tarde. En muchos hospitales
se realizan sistemáticamente pruebas en los recién nacidos para descartar infección
congénita. Las formas anatomoclínicas más importantes del lactante son:
• Coriza
sifilítica: secreción mucopurulenta y nariz en silla de montar.
• Pénfigo
palmoplantar: grandes vesículas que se rompen y dejan úlceras sangrantes.
• Hepatoesplecnomegalia.
•
Osteocondritis: desprendimientos epifisarios y otros defectos óseos.
•
Paroniquia y piqueteado de uñas.
•
Neumonía alba.
En la
sífilis congénita tardía, que aparece después de la lactancia, observaremos las
siguientes manifestaciones:
•
Defectos óseos como perforación del paladar o tabique nasal, nariz en silla de
montar, hipoplasia del maxilar superior y tibia en forma de sable.
•
Defectos dentarios: característicos los incisivos en media luna o de hutchinson
y los molares en mora.
•
Defectos sensoriales en forma de sordera laberíntica, queratitis parenquimatosa,
neuritis óptica e idiocia.
•
Defectos cutáneos como rágades en la boca, cicatrices en el ala de la nariz y
pápulas mucosas.
Es
característica la “triada de hutchinson”
que esta integrada por incisivos excavados, queratitis y sordera de percepción.
2.- GONORREA
Esta
enfermedad es causada por la neisseria
gonorrhoeae , un coco gram negativo que se presenta siempre en parejas (diplococo),
aerobio y/o anaerobio facultativo. Tiene la capacidad de infectar
principalmente las mucosas uretral y genital y se contagia por contacto sexual
directo genital, orogenital o rectal, exceptuando la conjuntivitis gonocócica
que contraen los recién nacidos durante el parto o, raramente, personas que comparten
ropa interior o de aseo.
Las
infecciones pueden ser desde tan leves que pasen desapercibidas hasta producir
una septicemia grave. Al microscopio se aprecia una extensión de pus junto a
una re-
acción
inflamatoria aguda, con gran número de polimorfonucleares, algunos de ellos
conteniendo diplococos intracelulares, con otros adhiriéndose en masa a las
células
epiteliales.
Distinguiremos dentro de esta enfermedad las infecciones primarias, las infecciones
por contigüidad y las infecciones hematógenas.
Infecciones
primarias
Dentro de
estas tenemos las infecciones genitales masculinas y femeninas, la proctitis
gonocócica y la infección gonocócica en recién nacidos y niños, pero la más
mportante dentro del campo odontológico es la Faringitis gonocócica. Producida únicamente por relaciones
orogenitales con hombres, siendo asintomática generalmente. En ocasiones puede producir
faringitis exudativa y adenitis cervical, así como pseudomembranas. A
diferencia de otras localizaciones, su respuesta al tratamiento es muy
deficiente, siendo una enfermedad autolimitada en unas 4 o 6 semanas. Esto la
convierte en un reservorio importante de bacterias que, a menudo, se relaciona
con prácticas de sexo oral. Esta es la única manifestación de la enfermedad que
influye en la odontología, demostrando una vez más la importancia de una buena exploración.
En la
literatura se ha descrito que un 9,8% de los hombres que mantienen relaciones
homosexuales están infectados con n. gonorrhoeae; siendo posible el contagio
bidi-
reccional
en las relaciones orogenitales
.
En el año
2009, Ota y cols., describieron que un 39,8% de los pacientes con afectación
faríngea por n. gonorrhoeae también presentaban
infección uretral y en la orina y un 39,3% de los que se sometieron a examen
rectal también la presentaban en dicha localización. De todos los pacientes
estudiados un 13,6% tenía infección concomitante con Chlamydia trachomatis (bacteria
causante de infección por Clamidias), en alguna
otra
localización.
3.- CLAMIDIAS.
Esta
infección es una ETS frecuente, causada por bacterias de la familia de las
Chlamydias. Estas son parásitos intracelulares obligados, lo que durante mucho
tiempo llevó a confundirlas con virus, pero más adelante se descubrió que
tienen dos ácidos nucleicos: ADN y ARN. También se observó que tienen pared
celular similar a las bacterias gram negativas, que se dividen por fisión
binaria, que contienen ribosomas, que sintetizan proteínas con independencia de
la célula parasitada, etc. Pero son incapaces de sintetizar ATP y deben
utilizar el de la célula en la que viven. Por esto no pueden multiplicarse de
manera autónoma extracelularmente.
Existen
tres especies de Chlamydias patógenas para el hombre: C. psittaci y C. pneumoniae , que producen fundamentalmente
infecciones respiratorias y se clasifican en la actualidad en un género
diferente, el de las Chlamydophilas, que afectan a muchos tipos celulares
incluyendo los macrófagos; y la C. trachomatis que muestra
predilección por las células epiteliales columnares y en la mayoría de los
pacientes permanece en la mucosa ocular, nasofaríngea, cervical uterina,
uretral y rectal. Esta última es la que atañe al grupo de las ETS. Existe una cuarta
especie: C. pecorum , que únicamente es
patógena para algunos animales.
.
En 2008
la informacón epidemiológica muestra que la infección por C. trachomatis , que
afecta principalmente a mujeres jóvenes, es la ETS bacteriana más
frecuentemente notificada en Europa, a pesar de que no todos los países tienen
implantada su vigilancia y seguimiento. . Las manifestaciones clínicas de la
infección por C. trachomatis y n. gonorrhoeae son prácticamente las mismas,
tanto por sintomatología como por localización y, al parecer, ambas
enfermedades son más afines con individuos de raza negra. Se ha descrito en la
literatura que un 1,4% de los hombres que mantienen relaciones homosexuales
presentan infección faríngea con C. trachomatis.
Síndrome
de Reiter.
Debemos
destacar el síndrome de Reiter, que cursa con conjuntivitis, artritis y
erupciones mucocutáneas características.Puede acompañarse con uretritis (o
cervicitis en mujeres) y con gastroenteritis. Cuando se asocia a uretritis, C.
trachomatis es el principal responsable de este síndrome, si bien en muchos
casos la uretritis es subclínica. Se sospecha que este síndrome tiene una
patogenia autoinmune, favorecida por factores genéticos, ya que la mayoría de
personas que lo presenta posee el antígeno de histocompatibilidad hLA-B27.
4. GRANULOMA INGUINAL.
El
granuloma inguinal, también conocido como Donovanosis es una ETS progresiva e
indolora, que normalmente ataca la piel y las membranas mucosas en la región
genital y perigenital.
Es
causada por la Klebsiella granulomati ,
un bacilo gramnegativo encapsulado, inmóvil que, en sus primeras fases, aparece
como cocos redondos. Es anaerobio facultativo y muy difícil de cultivar. Esto
hace que el diagnóstico definitivo de la infección se establezca por la
presencia de cuerpos de Donovan en frotis o en biopsias de las zonas afectadas
que se detectan fácilmente en cortes histológicos teñidos con Giemsa, Leishman,
Wrightor o Warthin-Starry dentro de los histiocitos.
Es una
enfermedad endémica de zonas tropicales y subtropicales, siendo rara en Europa,
aunque en los últimos años y debido a la inmigración se ha detectado un aumento
en el número de casos diagnosticados. Esta enfermedad produce lesiones
extragenitales en aproximadamente un 6% de los casos. El tiempo de incubación
varía entre una y cuatro semanas tras las cuales aparece una pequeña úlcera o
pápula in-
dolora (fase primaria).
Pasadas de una a tres semanas tras la curación
de la úlcera aparecen adenopatías unilaterales que pueden fistulizar (fase secundaria) y finalmente, si no se
trata la enfermedad, aparece el síndrome anorrectogenital (descrito en 1933,
también llamado enfermedad de Jersild o elefantiasis genitoanorrectal, es una
asociación de una estenosis inflamatoria del recto, adenopatía y elefantiasis
de la región perineal, consecuencia de una infección del sistema linfático de
esta región).
Las
lesiones son, por lo general, indoloras. En hombres las localizaciones más
comúnmente comprometidas son el prepucio, el surco coronal y el cuerpo del
pene. En hombres homosexuales se han reportado lesiones en el recto. En mujeres
las lesiones también pueden ocurrir en la vagina, labios y región cervical. La
diseminación de la infección a través de la sangre, autoinoculación o por ambos
medios puede dar como resultado lesiones secundarias en huesos, vísceras y otras
zonas de la piel.
Manifestaciones orales
En un
estudio realizado en la India, el 5,8% de los pacientes con granuloma inguinal
presentaban lesiones orales. En este tipo de lesiones, sobre todo las
primarias, hay que hacer diagnóstico diferencial con tuberculosis oral
primaria, paracoccidiodomicosis e histoplasmosis. El diagnóstico definitivo lo
dará el examen histopatológico. En la cara y el cuello se describen masas
nodulares granulomatosas que evolucionan a úlceras. La encía vestibular y
lingual se puede observar edematosa, hiperplásica, de aspecto esponjoso y, en
algunas áreas, la superficie se torna granulomatosa, con ulceración y
sangrado,que son generalmente asintomáticas. Este tipo de lesiones pueden ser
por contacto directo, pero no se puede descartar la autoinoculación.
Infecciones De Origen Vírico.
1. VIRUS DEL PAPILOMA HUMANO (VPH)
El VPh
pertenece a la familia de los Papovavirus, dentro de la cual se encuentran los Papilomavirus y los Poliomavirus. La estructura tiene forma icosaédrica no encapsulada
de 52-55 nm de diámetro. Constan de 72 capsómeros (60 hexaméricos y 12
pentaméricos). Existen dos proteínas de cápside, una mayor (codificada por el
gen L1) y una menor (L2). El genoma es ADN circulante de doble hélice con un
tamaño de aproximadamente 8 kbp, que se asocia con histonas formando una
estructura de tipo cromatina. Todos los VPh secuenciados presentan una
estructura similar.
A
diferencia de otros virus, estos no crecen en cultivos celulares, por lo que no
podemos realizar estudios antivirales adecuados “in vitro”. El método
diagnóstico de laboratorio es la PCR, que incluye 30 tipos incluyendo 13
oncogénicos.
.
Los VPh presentan tropismo para células de epitelios
escamosos. Los virus infectan las células basales, donde puede detectarse la
expresión de genes tempranos mediante hibridación in situ. Mediante la
secuencia de ADN se han descrito más de 100 tipos de VPh, de los cuales el 6 y
el 11 se han relacionado con verrugas conjuntivales, nasales, orales y laríngeas.
Generalmente la clínica de estas consta de infecciones la formación de un
crecimiento benigno, verruga o papiloma que pueden aparecer en cualquier lugar
del cuerpo, afectando a aves y mamíferos.
La vía de
transmisión del VPh es diversa y puede ocurrir por vía perinatal, por nfección
trans-placentaria, por líquido amniótico, por sangre, por contacto sexual, por
autoinoculación y, como dato importante en la odontología, algunos autores
sugieren una posible transmisión por saliva.
Dentro de
los factores de riesgo se incluyen el número de contactos sexuales y el estado
de inmunidad celular del paciente,siendo de mayor riesgo los pacientes
inmunodeficientes. En la actualidad se estima que aproximadamente un 75% de la población
sexualmente activa adquiere esta enfermedad a lo largo de su vida.
.
El VPh es
el responsable (junto con factores genéticos y medioambientales) del 100% de
los cánceres de cuello uterino escamosos o glandulares, así como está
relacionado con el 90% de los cánceres anales y el 40% de los de vulva y pene. En
la literatura se describe que entre el 70 y el 95% de las infecciones son
rechazadas por el sistema inmune del huésped y únicamente un 1-2% de las
afectadas desarrollaran lesiones precancerosas. En la actualidad está siendo
estudiada la relación con el cáncer orofaríngeo (COCE).
Manifestaciones orales del VPH.
Aunque la
principal manifestación son las verrugas en el área genitoanal, este virus
infecta células epidérmicas y mucosas de la cavidad oral, produciendo
proliferación de todas las capas de la epidermis excepto la basal apareciendo
acantosis, papilomatosis, hiperqueratosis y paraqueratosis.
La
mayoría de las lesiones de la cavidad bucal se deben a contacto directo por autoinoculación
y por relaciones orogenitales. La queratinización de gran parte de la mucosa
oral ofrece una barrera contra la infección por VPh, haciendo menos probable
que el virus invada y alcance las células de las capas basales; esta
característica diferencia la mucosa oral de la cervical. No obstante, mientras
en algunos estudios la carencia de evidencia de asociación entre los tipos de
VPh en el cérvix y en cavidad oral hace que permanezcan desconocidas las rutas
de transmisión y de infectividad del virus, otros han demostrado una pequeña
concordancia de infección en estos dos sitios en parejas sexuales.
El aspecto clínico de las lesiones orales
del VPh va desde violáceo a blanquecino, dependiendo del grado de queratinización
que adquiera la zona; superficie rugosa, de bordes pronunciados e irregulares,
sésiles o pediculadas, únicas o múltiples y generalmente asintomáticas,
pequeñas y no superan el centímetro aunque se han descrito lesiones de hasta 3 cm.
Se pueden presentar a cualquier edad y puede aparecer en cualquier parte de la
cavidad bucal siendo el sitio más frecuente de localización la cara interna del
labio, paladar duro y blando, úvula y borde lateral de la lengua. Se ha calculado
que entre el contagio y la aparición de alguna lesión, puede existir un período
que oscila entre tres meses y varios años. Dado el gran número de pacientes con
presencia de VPh en la cavidad oral y sin lesiones, se entiende que no es un
factor oncogénico por sí solo, sino asociado a otra serie de factores (hábitos
nocivos, carencias nutricionales, factores genéticos, factores inmunitarios,
etc.). Este motivo ejerce sobre el clínico una responsabilidad de concienciar a
los pacientes con manifestaciones orales del VPh para mantener un seguimiento y
prevención ante malignizaciones de la mucosa oral.
2. VIRUS HERPES SIMPLE (VHS)
La
infección por herpesvirus homini es
una de las más frecuentes patologías del ser humano. La gran mayoría de la población
mundial está infectada con este virus. Generalmente son infecciones leves pero
en algunos casos pueden llegar a comprometer la vida. Su multiplicación puede
tener lugar en un gran número de tejidos, incluso en los linfocitos activados,
produciendo la lisis celular cuando se replica y teniendo gran apetencia por el
tejido nervioso. Durante su estado de latencia permanecen dentro de células
cuya vitalidad respetan en un estado físico poco conocido. Dada su localización
intracelular, escapa a los anticuerpos anti-VhS. Entre los factores que pueden
producir la reactivación encontramos estrés psicológico, deficiencia inmunitaria,
radioterapia, etc. El contagio sucede por contacto directo con lesiones o con
saliva u otras secreciones.
Los tipos
I y II son los más comunes y más relacionados con ETS. Originariamente se
relacionó el tipo I con lesiones orales y labiales y el tipo II con lesiones
genitales dada la frecuencia. En la actualidad se observa diseminación cruzada
de los dos tipos, manifestándose en ambas mucosas.
VHS tipo I
Aunque la
primoinfección del VhS I suele ser asintomática y en la juventud, en ocasiones
puede producir una severa gingivoestomatitis, lesiones dolorosas en toda la
cavidad oral, lesiones labiales y faciales, fiebre, etc. Las posteriores
recidivas son en la región orolabial, dándose en mucosa labial y piel circundante
principalmente y, por lo general, unilaterales, hay poblaciones con un 90% de
incidencia para anti VhS I.
En la
etapa de replicación viral se refiere en la zona sensación de hormigueo,
escozor, quemazón y ligeras molestias, en muchas ocasiones pasarán
desapercibidas durante la noche, descubriendo la lesión al despertar.
Posteriormente surgen múltiples vesículas de pequeño tamaño agrupadas y de
sintomatología clínica variable. Desaparecerán entre siete y catorce días sin
dejar cicatriz. Encontraremos úlceras herpéticas intraorales persistentes en
mas del 30% de los pacientes VIh (+), pudiendo presentarse también asociado a otros
virus de esta familia. Existe posibilidad de recurrencia herpética intraoral
tras ciertos tratamientos periodontales, como profilaxis, curetajes o injertos.
.
En
pacientes con trastornos cutáneos previos o daño de la barrera epidérmica puede
darse el eccema herpético, una erupción vesicular extensa causada por la
diseminación cutánea del virus. La etiología más frecuente es el VhS I aunque
puede darse en ambos.
VHS tipo II
El VhS II
esta frecuentemente relacionado (por el tipo de pacientes) con otra serie de
enfermedades venéreas como las previamente descritas y es la ETS con más
prevalencia en Estados Unidos, estimándose en ciertos estudios que una persona
de cada cinco está infectada. Cuando hay sintomatología, suelen ser más severos
tanto en la primoinfección como en las recurrencias, siendo más común, al igual
que en el VhS I en la juventud.
El
periodo de incubación ronda entre 3 y 6 días, las vesículas se desarrollan en
el lugar de la infección con síntomas subjetivos menores, como parestesias, hormigueo
y quemazón. Entre las 12 y 24 horas se forman pequeñas ulceraciones agudas que
se acompañan de síntomas variables, desde una leve irritación hasta una
sensibilidad intensa. Si se protegen contra la sobreinfección estas úlceras cicatrizan
correctamente con leves molestias, pero si se infectan el cuadro será más
doloroso, sobre todo en momentos, como la micción, que puede verse dificultada
por inflamación uretral.
Las
pacientes con intensa cervicitis herpética tienen frecuentemente leucorrea
acuosa. También puede producir rectitis con estreñimiento, secreción y úlceras.
La apetencia del virus por el tejido nervioso explica los síntomas de retención
urinaria e impotencia. una infección primaria, por lo general, cicatriza en
unos 14-21 días, con síntomas leves y no siempre se desarrollarán lesiones
recidivantes (50% en seis meses). Los virus permanecen acantonados en los
ganglios regionales y afloran hacia la piel durante la reactivación.
Herpesvirus
y enfermedad periodontal. Se han reportado algunos estudios en los cuales se
muestra asociación entre infecciones herpéticas y gingivitis ulcero necrotizante
(GuN). Contreras y cols., describieron en un estudio presencia de VhS en
muestras salivales en un 44% de pacientes con periodontitis avanzada, 20% con periodontitis
moderada y en ninguno con periodontitis leve. El mismo autor, más adelante, demostró
la relación de GuN e infección por herpesvirus en pacientes con malnutrición.
Propusieron que estos virus, junto con la malnutrición y las bacterias
periodontales son factores determinantes de GuN.No hay otras publicaciones más
recientes en lo que a esta relación se refiere.
3. MOLUSCO CONTAGIOSO (MC).
Infección
viral benigna, causada por un poxvirus ADN de la familia Poxviridae llamado Molluscipoxvirus
Molluscum contagiosum (VMC), cuyos viriones miden aproximadamente 300x230
nm, tienen forma rectangular y membrana externa doble. Es un virus resistente
al calor, al frío y a la luz. Existen cuatro subtipos VMC I, II, III, IV,
siendo el VMC I el más prevalente en todo el mundo (75-90%), sobre todo en
niños; mientras que el VMC II es más común en pacientes con SIDA. En países
desarrollados alcanza una tasa de incidencia de entre el 5 y el 8% en niños de
entre dos y cinco años, produciéndose otro pico de incidencia entre los 17 y 25
años en individuos sexualmente activos. Sin predilección por razas y sexos. En
pacientes VIh la tasa de incidencia ronda el 18%. El contagio suele producirse por
contacto directo con las lesiones, autoinoculación o a través de utensilios
como toallas, cubiertos o botellas. El periodo de incubación oscila entre 14 y
40 días.
La
transmisión sexual se produce en aproximadamente el 60% de los casos, por medio
de sexo genital, oral o anal. En hombres se puede producir dispersión facial
durante el afeitado, en niños es común el contagio en piscinas y lugares
comunes y las lesiones genitales en ellos son sospechosas de abuso sexual.
Generalmente son lesiones autolimitadas que no dejan cicatriz, involucionan en
unos dos meses, pero pueden transcurrir entre seis meses y cinco años hasta su
completa desaparición. El diagnóstico es principalmente clínico, siendo las lesiones
clásicas pápulas nacaradas de color rosado, de 1-5mm de diámetro, hemisféricas,
de superficie lisa, umbilicadas
en el
centro y confinadas a piel y mucosas. Puede ser única o múltiple y generalmente
se da en cara dorsal del cuerpo, genitales, la piel de la cara (especialmente
los párpados) y extremidades superiores, excepto en palmas de manos y pies.
Es una
patología oportunista, cuya manifestación facial en adultos así como la
presencia de lesiones muy numerosas y diseminadas es criterio de SIDA o
inmunosupresión severa y es necesario, dado el caso, realizar las pruebas
necesarias
para
descartarlo. La localización del MC en mucosa oral es excepcional, pero se han
descrito casos en la literatura.
El MC
comienza con una pápula que luego se agranda a un nódulo coloreado perlado, que
se puede abrir con una aguja y se ve un núcleo de aspecto encerado que sale si
se aplica presión local. La mayoría de las personas han estado en contacto con
él y lo tienen en el organismo, pero el sistema inmune lo mantiene bajo control
y si aparecen lesiones no duran mucho tiempo. El 90% de las personas tienen
anticuerpos para este virus.
4. CITOMEGALOVIRUS (CMV)
Virus
herpético caracterizado por su citopatología: células gigantes con grandes
inclusiones intranucleares rodeadas de halo claro. El 90% de las infecciones
son asintomáticas. Produce estimulación policlonal de linfocitos B y activación
de linfocitos T8. Puede causar formación de inmunocomplejos (glomerulopatía) e
inducir lesiones granulomatosas. En casos de inmunosupresión dependiente de los
linfocitos T o por estimulación antigénica permanente, como en los trasplantes,
puede reactivarse una infección latente por CMV.
Es un
virus muy difundido, que se elimina por múltiples fluidos. y se transmite por
saliva, contacto sexual, transfusiones, trasplantes, etc. Más de un 50% de
jóvenes tienen anticuerpos anti-CMV positivos y un 80% de mayores de 50 años.
El diagnóstico se establece por aislamiento del virus en cultivo, detección de
antígenos o ADN del CMV mediante PCR, citología y serología. Clínica:
• En
pacientes inmunocompetentes las infecciones agudas suelen pasar desapercibidas,
al igual que otros virus herpéticos permanecen latentes y pueden reactivarse en
situaciones de compromiso inmunológico.
• La
infección sintomatológica se parece a un cuadro de mononucleosis (Virus Epstein-Barr)
pero sin faringitis exudativa ni anticuerpos heterófilos; también con hepatitis
y neumonía intersticial. Se produce astenia, fiebre, malestar, cefalea,
mialgias, faringitis no exudativa, esplecnomegalia, exantema, elevación de las
transaminasas y fosfatasa alcalina y linfocitosis con linfocitos atípicos.
• La
infección grave diseminada se llamó enfermedad de inclusión citomegálica (EIC)
y se caracterizaba por calcificaciones intracerebrales, hepatoesplecnomegalia,
coriorretinitis, trombocitopenia púrpura, exantema macular, anemia hemolítica,
hiperbilirrubinemia, apnea, virurias al nacer y diversos deterioros
estructurales y funcionales de órganos. Las infecciones primarias durante la
gestación producen una EIC devastadora. En ocasiones los niños mueren nada más
nacer o nacen muertos directamente.
• Existen
infecciones congénitas (por la placenta) donde lo más llamativo es microcefalia
con calcificaciones intracerebrales e infecciones perinatales (durante el parto
o en la lactancia) que suelen ser asintomáticas excepto en niños prematuros
(neumonitis intersticial, bronquitis, etc).
• En
receptores de trasplantes el CMV es el agente infeccioso más importante y
frecuente, con su máxima incidencia entre uno y seis meses tras la recepción.
- Reactivación del CMV en los pacientes
con la infección latente.
- Infección primaria (trasplante
infectado produce, en un 50% de los casos, contagio del receptor).
- Las afecciones más graves son la
neumonía y la afectación gastrointestinal.
- Si el receptor es portador de CMV y
el donante no,dicho órgano será órgano diana para el CMV, en ocasiones se
confunde la infección con rechazo.
Manifestaciones orales
Ammatuna
y cols., en 2001 no hallaron ADN de CMV en mucosa oral sana de personas
infectadas con VIh ni en pacientes trasplantados.
En
ocasiones se ha encontrado relación entre CMV y enfermedad periodontal, pero su
rol en esta patología no está muy claro, se entiende que al infectar células
tales como los macrófagos estarían interfiriendo en la inmunidad del paciente y
por tanto empeorando el desarrollo de la enfermedad periodontal.
Es
importante saber que el CMV es uno de los virus que con más frecuencia infectan
las glándulas salivales produciendo sialoadenitis vírica.
5. VIRUS DE LA INMUNODEFICIENCIA HUMANA (VIH).
Desde el
descubrimiento del VIh 1 en 1983 y del VIh 2 en 1986 es el principal causante
del Síndrome de Inmunodeficiencia Adquirida (SIDA). hoy en día sigue siendo una
pandemia que causa miles de muertos anualmente.
En el año
2005 se estimaba una prevalencia mundial de unos 40,3 millones de personas
infectadas, la mayoría de ellas de países tercermundistas. Esta cifra se redujo
un 16% en el siguiente estudio en 2007, cuando se estimaron 33,2 millones de
infectados. Lo más alarmante es que un alto porcentaje de estos afectados
desconoce su infección. Se estima un número aproximado de 3,5 millones de niños
infectados, y unos 330.000 muertos a causa de esta enfermedad en menores de 15
años. Aumentando 1.150 niños diariamente y siendo la sexta causa de muerte
entre los 15 y los 24 años en Estados unidos.
El
porcentaje de infectados es muy variable, llegando a un 30% de la población de
ciertos países africanos. Entre un 70% y un 90% de pacientes VIh positivos
presentan
manifestaciones
en territorio orofacial. El 70% intraorales y frecuentemente en estadios
tempranos de la enfermedad.
Las
manifestaciones de la infección van a depender del recuento de linfocitos CD4 y
de la carga viral de los pacientes. Aunque en la actualidad en España no es
común ver pacientes con SIDA muy avanzado, consideramos importante mencionar sus
manifestaciones.
Manifestaciones orales del VIH en adultos:
Grupo uno: lesiones comúnmente
asociadas al VIh:
-
Candidosis (eritematosa o pseudomembranosa)
-
Leucoplasia vellosa.
- Sarcoma
de Kaposi.
- Linfoma
No hodgkin.
-
Enfermedad periodontal (gingivitis, eritema gingival lineal, gingivitis
necrotizante GuN y periodontitis necrotizante PuN).
Grupo dos: lesiones menos
asociadas a VIh:
-
Infecciones bacterianas ( Mycobacterium avium-intracellulare, Mycobacterium tuberculosis).
- Hiperpigmentación
melanótica.
-
Estomatitis ulcerosa.
-
Enfermedades de glándulas salivares (hinchazón uni o bi-
lateral de las parótidas, disminución del
flujo salivar).
- Púrpura
trombocitopénica.
- Ulceración
inespecífica.
- Infecciones
virales (VhS, VVZ, VPh).
Grupo tres: lesiones que se han visto en VIh:
-
Infecciones bacterianas ( actinomyces israelii, escherichia coli, Klebsiella neumoniae).
-
Enfermedad por “arañazo de gato”.
-
Reacciones a fármacos (ulceraciones, eritema multiforme, lesiones liquenoides,
pidermólisis tóxica).
-
Angiomatosis epitelial.
-
Infecciones fúngicas no asociadas a cándida (Cryptococ-cus neoformans,
eotrichum candidum, Histoplasma capsulatum, Mucoraceae, aspergillus flavus).
-
Alteraciones neurológicas (parálisis facial, neuralgia del trigémino).
-
Infecciones víricas (MC, CMV).
Manifestaciones
orales del VIH en niños:
Grupo uno: lesiones frecuentemente asociadas:
-
Candidosis (eritematosa, pseudomembranosa, queilitis angular).
-
Infección por VhS.
- Eritema
gingival linear.
-
Agrandamiento parotídeo.
-
Estomatitis aftosa recurrente (menor, mayor, herpetiforme).
Grupo dos: lesiones menos asociadas a VIh:
-
Dermatitis seborreica.
-
Infecciones bacterianas de los tejidos orales (estomatitis necrotizante).
-
Enfermedad periodontal (GuN, PuN).
-
Infecciones virales (CMV, VPh, MC, VVZ).
-
Xerostomía.
Grupo tres: lesiones fuertemente asociadas a VIh
pero raras en niños:
-
Neoplasias (Sarcoma de Kaposi, Linfoma No hodgkin).
-
Leucoplasia vellosa oral.
- úlceras
tuberculosas.
Bibliografía.
·
Polis Yanes C, Paredes Rodríguez V.M. et-al.
Enfermedades De Transmisión Sexual. Manifestaciones Orales. Cient Dent. 2013;
10;3: 173-183.
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