lunes, 24 de agosto de 2015

Deficiencia Mental. Alumna: Andrea Gutiérrez Nolasco


DEFICIENCIA MENTAL Y DISCAPACIDAD EN MÉXICO

Seminario Monográfico de Diagnóstico Integral

Alumna: Andrea Gutiérrez Nolasco

Profesor: José Luis Uribe Piña

 

1)    RETRASO MENTAL

INTRODUCCIÓN

El retraso mental, llamado también retardo mental, abarca un amplio grupo de pacientes cuyas limitaciones en la personalidad se deben, esencialmente, a que su capacidad intelectual no se desarrolla lo suficiente para hacer frente a las necesidades del ambiente y poder, así, establecer una existencia social independiente.

Principalmente es un compromiso con el desarrollo del cerebro, de una enfermedad o de una lesión cerebral que se produce durante o inmediatamente después del nacimiento, o es la consecuencia de un déficit en la maduración debido a que los estímulos ambientales provenientes de fuentes familiares, sociales o culturales han sido insuficientes para estimularla. Se muestra como una incapacidad o limitación, tanto psíquica como social, y generalmente es descubierta en la infancia.

 
DEFINICIÓN

El término retraso mental significa "un funcionamiento intelectual por debajo del promedio, que se presenta junto con deficiencias de adaptación y se manifiesta durante el período de desarrollo (antes de los 18 años)" (Asociación Americana de Deficiencia Mental).

 
ETIOLOGÍA

La etiología del retraso mental se considera mayoritariamente multifactorial, y la combinación de los diversos factores etiológicos condiciona la gran variedad de manifestaciones clínicas.

Los principales factores causales se distribuyen de la siguiente forma: aproximadamente en un 50% se detectan factores hereditarios; en un 30%, alteraciones tempranas del desarrollo embrionario; en un 50%, trastornos somáticos de la niñez; mientras que las influencias del entorno y los trastornos mentales, se registran entre el 15-20% de los casos.

De acuerdo a la clasificación de Freedman (1980), las causas y los síndromes asociados al retraso mental pueden dividirse en:

Factores prenatales:

·         Trastorno del metabolismo de los aminoácidos (Fenilquetonuria, Hiperglicemia idiopática), del metabolismo de las grasas (Degeneraciones cerebromusculares), del metabolismo de los hidratos de Carbono (Galactosemia, Intolerancia a la fructuosa, Glucogenosis) y trastornos metabólicos diversos (Hipercalcemia idiopática, Hipoparatiroidismo, Cretinismo bocioso).

·         Aberraciones cromosómicas: trastornos autosómicos (síndrome de Down, síndrome del maullido, trisomía 18, trisomía 22), anomalías de los cromosomas sexuales (síndrome de Klinefelter, disgenesia ovárica o síndrome de Turner), trastornos autosómicos dominantes (neurofibromatosis, distrofia miotónica, epiloia, craneosinostosis), anomalías del desarrollo producidas por mecanismos genéticos recesivos o desconocidos (anencefalia, microcefalia, macrocefalia, hidrocefalia).

·         Infecciones maternas durante el embarazo (Sífilis, Rubeola)

Factores perinatales: Prematuridad, retraso del crecimiento intrauterino, lesiones durante el nacimiento, lesiones traumáticas cerebrales, factores anóxicos, querníctero.

Factores Post-natales: Meningitis purulenta, meningoencefalitis vírica, meningoencefalitis aséptica, intoxicación por plomo, traumas, trastornos convulsivos, espasmos infantiles, convulsiones febriles, parálisis cerebral, enfermedad de Heller, malnutrición.

Factores socioculturales: Problemas médicos, problemas sociales y emocionales, deprivación ambiental, retraso mental familiar.

 
EPIDEMIOLOGÍA

La discapacidad intelectual afecta alrededor del 1 al 3% de la población. En México, de acuerdo al censo del 2010, ocupó el tercer lugar respecto a las otras discapacidades; 16.1% del total de personas con discapacidad registraron discapacidad mental.

 
DIAGNÓSTICO

 
A menudo se utilizan pruebas del desarrollo para evaluar al niño:

·         Prueba del desarrollo de Denver anormal

·         Puntaje en el comportamiento de adaptación por debajo del promedio

·         Desarrollo muy inferior al de compañeros de su misma edad

·         Puntaje del coeficiente intelectual (CI) por debajo de 70 en un examen estándar de CI

 

CARACTERÍSTICAS CLÍNICAS

CARACTERÍSTICAS SISTÉMICAS

El déficit en la función intelectual es considerado como su principal característica. Se toma en cuenta el cociente intelectual (C.I.) para clasificar los grados de retardo. Los grados o niveles de retraso son clasificados por la CIE-10 de la forma siguiente:

F70 Retraso Mental leve: Llamado también debilidad mental, subnormalidad mental leve, oligofrenia leve, morón. Se considera que un cociente intelectual (C.I) de 50 a 69 corresponde a un retraso mental leve.

Son pacientes que adquieren tarde el lenguaje, aunque son capaces de mantener una conversación y, por lo tanto, de expresarse en la vida cotidiana. Una gran parte llega a alcanzar una independencia para el cuidado de su persona (comer, lavarse, vestirse y controlar los esfínteres). Las mayores dificultades se presentan en las actividades escolares, sobre todo en la lectura y la escritura. Pueden desempeñarse en labores prácticas, más frecuentemente en trabajos manuales semicualificados.

Cuando el retraso va acompañado de una falta de madurez emocional o social destacadas, pueden presentarse dificultades para hacer frente a las demandas del matrimonio o la educación de los hijos, así como en la adaptación a la cultura.

F71 Retraso Mental Moderado: Llamado también imbecilidad, subnormalidad mental moderada u oligofrenia moderada. Los pacientes con retraso mental moderado muestran una lentitud en el desarrollo de la comprensión y el uso del lenguaje, teniendo en esta área un dominio limitado. Los avances escolares son limitados, y aprenden sólo lo elemental para la lectura, escritura y cálculo. Tienen dificultad para su cuidado personal. Sus funciones motrices son pobres, y necesitan de una supervisión permanente. Se considera que un cociente intelectual (C.I.) comprendido entre 35 y 49, corresponde al retraso mental moderado. En el trabajo desarrollan labores prácticas y sencillas, siempre y cuando estén detalladamente estructuradas y se les supervise de modo adecuado. De adultos es difícil que desarrollen una vida social completamente independiente; sin embargo, muchos de ellos son físicamente activos, con total capacidad de movimientos. El nivel de desarrollo del lenguaje varía, desde la capacidad para tomar parte en una conversación sencilla, hasta la adquisición de un lenguaje sólo para lo cotidiano. Existen pacientes que nunca aprenden a hacer uso del lenguaje y utilizan la gesticulación manual para compensar la carencia verbal. En la mayoría se detecta una etiología orgánica. Son frecuentes el autismo, o trastornos del desarrollo, así como también la epilepsia, los déficit neurológicos y las alteraciones somáticas.

F72 Retraso Mental Grave: Llamado también subnormalidad mental grave u oligofrenia grave. Se considera que un cociente intelectual (C.I.) entre 20 y 34, corresponde a retraso mental grave.

El paciente con retraso mental grave presenta un cuadro clínico mucho más severo que el anterior; básicamente, su etiología es orgánica, asociada a otros trastornos con escaso o nulo nivel del desarrollo del lenguaje, necesitándose, generalmente, de una anamnesis indirecta. La gran mayoría de los pacientes presenta marcado déficit motor, o la presencia de otras carencias que dan evidencia clínica de un daño o anormalidad del desarrollo del Sistema Nervioso Central.

F73 Retraso Mental Profundo: Llamado también idiotez, subanormalidad profunda u oligofrenia profunda. Se considera que el C.I., es inferior a 20.

Los pacientes de este grupo poseen muy limitada capacidad para cuidar sus necesidades básicas, y requieren ayuda y supervisión permanente. No muestran capacidad para comprender instrucciones o reconocerlas y actuar de acuerdo a ellas. Su comunicación no verbal es muy rudimentaria; muestran una movilidad muy restringida o totalmente inexistente, no controlan esfínteres. La etiología es generalmente orgánica. Suelen estar acompañados de trastornos somáticos y neurológicos graves que afectan la motricidad, así como de epilepsia o de alteraciones visuales y auditivas. Es frecuente el autismo atípico, sobre todo en aquellos que son capaces de caminar, así como la presencia de trastornos generalizados del desarrollo en sus formas más graves.

 
CARACTERÍSTICAS ESTOMATOLÓGICAS

Al nivel bucodentario, podemos encontrarnos con alteraciones morfológicas que se relacionan con la enfermedad o síndrome de base que produce el retraso mental. Pueden aparecer anomalías en la morfología dentaria y en el patrón eruptivo como hipoplasias de esmalte o una erupción retrasada; un paladar alto con hipoplasia maxilar, maloclusiones con tendencia a clase II de Angle y mordida abierta, y retención en la dentición primaria.

 
TRATAMIENTO

TRATAMIENTO MÉDICO

La medicina no posee los medios para curar un retardo, una vez que el cuadro se ha instalado. El éxito terapéutico reside, en realidad, en el diagnóstico precoz. Se debe prevenir y diseñar un programa terapéutico integral que trate de frenar los diversos factores que en cada caso estén en juego. Sin embargo, se puede programar:

1. Tratamiento biológico: psicofarmacología.

2. Terapia psicológica: técnicas conductuales: individual y grupal.

3. Terapéutica recreativa: ludoterapia, deporte, actividades artísticas.

4. Pedagogía terapéutica: durante el período escolar.

5. Formación técnica: talleres protegidos.

6. Programas educativos a la familia y la sociedad.

7. Organización de servicios especializados.

El abordaje terapéutico debe ser multidimensional.

 
TRATAMIENTO ESTOMATOLÓGICO

Al ser muchas las causas orgánicas o síndromes que pueden dar lugar o acompañarse de retraso mental (RM), se deben considerar las posibles alteraciones sistémicas independientemente de los problemas de manejo de conducta. El manejo clínico-odontológico de estos pacientes en general dependerá del nivel de retraso mental y de la patología.

 
PRONÓSTICO

El desenlace clínico depende de:

·         La gravedad y la causa de la discapacidad intelectual

·         Otras afecciones

·         Tratamiento y terapias

Muchas personas llevan vidas productivas y aprenden a desempeñarse por sí solas. Otras necesitan un ambiente estructurado para lograr el mayor éxito.

 

2)    DISCAPACIDAD EN MÉXICO

Los resultados del XII Censo General de Población y Vivienda 2000, revelaron que a nivel nacional, había un millón 795 mil personas con discapacidad, lo cual representó 1.8% de la población total. Por sexo, fue mayor el porcentaje de hombres con discapacidad (52.6%) en comparación con el de mujeres (47.4%). Se observan dos cimas o puntos altos en la pirámide de población con discapacidad: en el grupo de 10 a 14 años y en el conjunto de grupos de 60 a 79 años. En contraste, los puntos bajos o declives se localizan en el grupo de 0 a 4 años, el conjunto de grupos de 15 a 39 años y en el de 80 a 100 y más. El estado de México (10.5%) tiene la mayor concentración porcentual, seguido por el Distrito Federal (8.9%), Jalisco (7.7%) y Veracruz (7.6%). En el polo contrario, Baja California (0.4%), Tlaxcala, Quintana Roo y Colima (0.7% cada uno) tienen los menores porcentajes de población con discapacidad.



BIBLIOGRAFÍA

Vallejo BJ., Introducción a la Psicopatología y Psiquiatría, Tercera edición. Barcelona, Salvat, 1991.

Tan CN, Rodríguez CA. Correspondencia entre la formación académica del estomatólogo relacionado con pacientes especiales y la práctica Estomatológica Integral. Rev Cubana Estomatol. 2001; 38(3):181 - 91.

INEGI. Las personas con discapacidad en México: una visión censal. Instituto Nacional de Estadística, Geografía e Informática. 2004. P. 17 – 23.

 

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