C.D. HELENA JIMENEZ SALAS
FISIOLOGIA DE LA VISIÓN
1. Estructura del ojo.
El ojo es un órgano casi esférico con varias capas concéntricas.
De fuera a dentro se distinguen:
ü Cornea: Capa
transparente.
ü Esclerótica: Tejido
conjuntivo blanco.
ü Coroides:
Pigmentada y fuertemente vascularizada. En su parte
anterior contiene el iris (músculo circular que forma la pupila).
ü Cristalino. Es la
lente del ojo. Mantiene su posición por las fibras de
ü la zónula o
ligamentos suspensorios y el músculo ciliar.
ü Retina. Contiene a
los fotorreceptores y cuatro tipos neuronales:
v Neuronas bipolares.
v Neuronas
ganglionares.
v Neuronas
horizontales.
v Neuronas amacrinas.
El espacio entre la córnea y el iris se denomina cámara anterior y está
ocupada por el humor acuoso. El espacio entre la porte posterior del cristalino
y la retina está ocupado por el humor vítreo.
2. Retina.
Fisiológicamente se divide en:
ü Epitelio pigmentado.
ü Capa de
fotorreceptores.
ü Red neuronal.
ü Células
ganglionares.
2.1. Epitelio pigmentado.
Formado por células con alto contenido en:
ü Melanina: material
opaco que evita la dispersión de la luz.
ü Vitamina A:
Precursor de los pigmentos fotosensibles.
2.2. Capa de fotorreceptores.
Se distinguen dos tipos de fotorreceptores:
ü Bastones: son los
responsables de la visión nocturna o escotópica. Alargados y cilíndricos. Su
densidad es de 125 millones/ojo.
ü Conos: Son los
responsables de la visión diurna o fotópica. Pequeños y ligeramente cónicos. Su
densidad es de 5.5 millones/ojo.
2.2.1. Bastones.
ü En su morfología se
distinguen:
ü Segmento externo
formado por numerosas láminas apiladas en cuyas membranas se localiza el
pigmento fotosensible RODOPSINA.
ü Cilio modificado.
ü Segmento interno en
el que se localizan los orgánulos celulares así como vesículas de
neurotransmisor. Hace sinapsis con las células bipolares y éstas a su vez con
las células ganglionares (nervio óptico).
2.2.2. Conos.
En su morfología se distinguen:
ü Segmento externo
formado por numerosas láminas apiladas en cuyas membranas se localizan tres
pigmentos fotosensibles a diferentes 8.
ü Cilio modificado.
ü Segmento interno en
el que se localizan los orgánulos celulares así como vesículas de
neurotransmisor. Hace sinapsis con las células bipolares y estas a su vez con
las células ganglionares (nervio óptico).
2.3. Otras estructuras de la retina.
ü Mácula lútea:
Especializada en la visión del color.
ü Disco o papila
óptica: Carece de fotorreceptores. Constituye el punto ciego.
3. Mecanismo de formación de las imágenes.
Los rayos luminosos son refractados cuando atraviesan medios de
diferente
densidad.
En la refracción de la luz se distinguen:
ü Foco principal:
Punto donde convergen los rayos refractados.
ü Eje principal:
Línea que pasa por los centros de curvatura de la lente. En ella se localiza el
foco principal.
ü Distancia focal
principal: Es la distancia entre la lente y el foco principal.
Los rayos procedentes de objetos situados a más de 6 metros se denominan
rayos paralelos y los procedentes de objetos situados a menos de 6 metros se
denominan rayos divergentes y son enfocados a una mayor distancia focal.
La distancia focal también depende del grado de curvatura de la lente.
4. Acomodación del cristalino.
El cristalino presenta una estructura maleable y además es elástico. La
posición del cristalino se mantiene por el sistema de los ligamentos
suspensorios/músculo ciliar:
ü Cuando el músculo
ciliar se relaja, el cristalino adopta una forma aplanada:
ü Los rayos paralelos
(+de 6 metros) se enfocan correctamente.
ü Los rayos
divergentes (-de 6 metros) no se enfocan.
ü Cuando el músculo
ciliar se contrae, los ligamentos suspensorios se relajan, el cristalino adopta
una forma más convexa:
ü Los rayos divergentes
se enfocan correctamente.
ESTE PROCESO SE DENOMINA ACOMODACIÓN.
Punto cercano de visión: Es el punto más próximo al ojo desde
el cual puede enfocarse nítidamente un objeto mediante el proceso de la
acomodación. Retrocede con la edad debido al endurecimiento del cristalino.
5. Fisiología de la visión.
Cuando un fotón de luz incide sobre los pigmentos fotosensibles se
produce un cambio en su estructura que provoca la activación de diferentes
sistemas enzimáticos que provocan la transmisión de la señal por medio de los
nervios ópticos.
* En oscuridad:
ü Existe una
corriente catiónica inespecífica (Na+, Ca2+, Mg2+) en el segmento externo que
mantiene a la célula parcialmente despolarizada (-40 mV).
ü En el segmento
interno abundan los canales no activables de K+ (salida de K+ ) y también actúa
la ATPasa Na+ /K+.
* Con luz:
ü Los canales del
segmento externo se cierran
ü La corriente de
salida hiperpolariza a la célula (-70 mV)
ü Liberación de
neurotransmisor
ü Potenciales de
acción en las células ganglionares (nervio óptico)
6. Proyecciones centrales de la retina.
ü Los nervios ópticos
abandonan el ojo por la parte posterior de la órbita.
ü Formación del
quiasma óptico donde la mitad de las fibras de cada lado cruzan al lado opuesto
formando los tractos ópticos.
ü Cuerpos geniculados
laterales del tálamo (procesamiento de la información).
ü A través del tracto
geniculo-calcarino hasta la corteza visual (lóbulo occipital)
Otros núcleos:
ü Núcleo
supraquiasmático del hipotálamo: Ritmos circadianos.
ü Núcleo pretectal:
Fijación visual y reflejos pupilares.
ü Tubérculos
cuadrigéminos: Coordinación de los movimientos oculares.
Bibliografía: http://www.ujaen.es/investiga/cvi296/BFH/BFHTema19.pdf
DEFINICIÓN
La sordera es una disminución o pérdida del sentido del oído, esta puede
ser provocada por muchas causas que van desde una pérdida parcial de la
capacidad de oir (Hipoacusia) o una pérdida total (Cofosis) y puede ser
unilateral o bilateral. Debido a estas limitaciones una persona sorda puede
tener problemas para
una limitación considerable para la mayoría de los pacientes. Sobre
todo, la comunicación cotidiana escuchar o será incapaz de hacerlo. Algunas de
las causas que producen la sordera son: cuestiones hereditarias, consecuencia
de una enfermedad, un traumatismo, exposición a ruidos, medicamentos.
Pérdida de audición o sordera implica (por ejemplo, hablar por teléfono)
suele suponer un problema para las personas que sufren esta patología. Si no se
trata, coarta la vida social en mayor o menor grado. Por otro lado, si no se
detecta en recién nacidos o niños, puede influir negativamente sobre su
desarrollo intelectual, por lo que los estímulos auditivos son importantes para
que el sentido del oído evolucione de forma óptima. Además, los niños necesitan
oír para aprender a hablar.
EPIDEMILOGÍA
360 millones de personas padecen pérdida de audición discapacitante en
todo el mundo1.
La pérdida de audición puede ser hereditaria o causada por rubéola
materna o complicaciones en el parto, y también por algunas enfermedades
infecciosas tales como las meningitis y las infecciones crónicas del oído, así
como por el uso de fármacos ototóxicos, la exposición al ruido excesivo y el
envejecimiento.
La mitad de los casos de pérdida de la audición se podrían evitar
mediante la prevención primaria.
La situación de las personas que padecen pérdida de audición puede
mejorar con la utilización de dispositivos tales como audífonos e implantes
cocleares, el empleo de subtítulos, el aprendizaje del lenguaje de signos y el
apoyo educativo y social.
La producción actual de audífonos satisface menos del 10% de las
necesidades mundiales.
La OMS está ayudando a los países a desarrollar programas de atención
primaria del oído y la audición, integrados en los sistemas nacionales de
atención primaria de salud.
Más del 5% de la población mundial (360 millones de personas) padece
pérdida de audición discapacitante (328 millones de adultos y 32 millones de
niños). Por pérdida de audición discapacitante se entiende una pérdida de
audición superior a 40dB en el oído con mejor audición en los adultos, y
superior a 30dB en el oído con mejor audición en los niños. La mayoría de esas
personas vive en países de ingresos bajos y medianos.
Aproximadamente una tercera parte de las personas mayores de 65 años
padece pérdida de audición discapacitante. La máxima prevalencia en ese grupo
de edad se registra en Asia meridional, Asia-Pacífico y el África subsahariana.
Se dice que alguien sufre pérdida de audición cuando no es capaz de oír
tan bien como una persona cuyo sentido del oído es normal, es decir, cuyo
umbral de audición en ambos oídos es igual o superior a 25 dB. La pérdida de
audición puede ser leve, moderada, grave o profunda. Afecta a uno o ambos oídos
y entraña dificultades para oír una conversación o sonidos fuertes.
Las personas ‘sordas’ suelen padecer una pérdida de audición profunda,
lo que significa que oyen muy poco o nada. A menudo se comunican mediante el
lenguaje de signos.
ETIOLOGIA
Las causas de pérdida de audición y sordera se pueden dividir en
congénitas y adquiridas.
Las causas congénitas determinan la pérdida de audición en el momento
del nacimiento o poco después. La pérdida de audición puede obedecer a factores
hereditarios y no hereditarios, o a complicaciones durante el embarazo y el
parto, entre ellas: rubéola materna, sífilis u otras infecciones durante el
embarazo; bajo peso al nacer; asfixia del parto (falta de oxígeno en el momento
del parto) uso inadecuado de medicamentos ototóxicos (como aminoglucósidos,
medicamentos citotóxicos, antipalúdicos y diuréticos) durante el embarazo; e
ictericia grave durante el período neonatal, que puede lesionar el nervio
auditivo del recién nacido.
Causas adquiridas
Las causas adquiridas pueden provocar la pérdida de audición a cualquier
edad.
Algunas enfermedades infecciosas, por ejemplo la meningitis, el
sarampión y la parotiditis, pueden ocasionar pérdida de audición,
principalmente en la niñez, pero también ulteriormente.
La infección crónica del oído, que generalmente se manifiesta por supuración
ótica, puede causar pérdida de audición. En algunos casos esa infección puede
conllevar complicaciones graves, tales como absceso cerebral o meningitis, que
pongan en peligro la vida.
La presencia de líquido en el oído (otitis media) puede causar pérdida
de audición.
El uso de medicamentos ototóxicos a cualquier edad, incluidos
antibióticos y antipalúdicos, puede provocar daños en el oído interno.
Los traumatismos craneoencefálicos o de los oídos pueden causar pérdida
de audición.
La exposición al ruido excesivo, por ejemplo el de una maquinaria
ruidosa o la música a un volumen muy alto, así como otros ruidos fuertes, como
disparos o explosiones, pueden menoscabar la audición.
La pérdida de audición relacionada con el envejecimiento (presbiacusia)
se debe a una degeneración de las células sensoriales.
La obstrucción del conducto auditivo producida por cerumen o cuerpos
extraños puede causar pérdida de audición a cualquier edad. Ese trastorno suele
ser leve y se puede corregir fácilmente.
En los niños, la otitis media crónica es la principal causa de pérdida
de audición.
Consecuencias de la pérdida de audición
Consecuencia funcional
Una de las principales consecuencias de la pérdida de audición es la
limitación de la capacidad de la persona para comunicarse con los demás. En los
niños con sordera el desarrollo del habla se suele retrasar.
La pérdida de audición y las enfermedades del oído, entre ellas la
otitis media, pueden tener efectos muy perjudiciales en el rendimiento escolar
de los niños. Sin embargo, cuando se ofrece a las personas con pérdida de
audición la oportunidad de comunicarse, estas pueden interactuar con los demás
en igualdad de condiciones. La comunicación puede tener lugar por medio del
lenguaje oral o escrito, o el lenguaje de signos.
Consecuencias sociales y emocionales
Los problemas de comunicación y el acceso limitado a los servicios
pueden tener efectos importantes en la vida cotidiana y generar sensación de
soledad, aislamiento y frustración, sobre todo en las personas mayores que
padecen pérdida de audición.
Consecuencias económicas
En los países en desarrollo, los niños con pérdida de audición y sordera
rara vez son escolarizados. Asimismo, entre los adultos con pérdida de audición
la tasa de desempleo es mucho más alta. Una gran proporción de los que tienen
empleo ocupan puestos de categoría inferior en relación con la fuerza de
trabajo en general. La mejora del acceso a la educación y a los servicios de
rehabilitación profesional, así como la sensibilización de los empleadores,
permitiría reducir las tasas de desempleo de los adultos que padecen pérdida de
audición.
Además de las consecuencias económicas individuales que ocasiona, la
pérdida de audición repercute considerablemente en el desarrollo socioeconómico
de las comunidades y los países.
Prevención
La prevención primaria puede evitar la mitad de los casos de pérdida de
audición. Algunas estrategias de prevención sencillas consisten en: vacunar a
los niños contra las enfermedades de la infancia, en particular el sarampión,
la meningitis, la rubéola y la parotiditis; administrar la vacuna contra la
rubéola a las adolescentes y las mujeres en edad fecunda, antes de que queden
embarazadas; efectuar pruebas para detectar y tratar la sífilis y otras
infecciones en las embarazadas; mejorar la atención prenatal y perinatal, en
particular mediante la promoción de los partos sin riesgos; evitar el uso de
medicamentos ototóxicos, a menos que sea prescrito y supervisado por un
médico;remitir al servicio pertinente a los bebés que presentan riesgos altos
(por ejemplo, los que tienen antecedentes familiares de sordera, los que han
nacido con bajo peso o han sufrido asfixia del parto, ictericia o meningitis) a
fin de someterlos a una evaluación y diagnóstico tempranos y dispensarles el
tratamiento adecuado, según proceda, y reducir la exposición a ruidos fuertes
(tanto en el trabajo como en actividades recreativas) mediante la
sensibilización de la población, la utilización de dispositivos de protección
personal y el desarrollo y la aplicación de legislación apropiada.
La pérdida de audición debida a la otitis media se puede prevenir por
medio de buenas prácticas de cuidado de los oídos y la audición. Es posible
tratarla adecuadamente mediante la detección temprana, seguida del tratamiento
médico o quirúrgico apropiado.
Detección y tratamiento
Un gran porcentaje de las personas que sufren pérdida de audición
podrían mejorar su situación mediante la detección e intervención tempranas y
el tratamiento adecuado.
La detección e intervención tempranas son los factores más importantes
para minimizar las consecuencias de la pérdida de audición, en el desarrollo y
el rendimiento escolar del niño. En los lactantes y niños pequeños con pérdida
de audición, la detección y el tratamiento tempranos en el marco de programas
de detección auditiva neonatal pueden mejorar los resultados lingüísticos y
escolares del niño. Los niños sordos deberían tener la oportunidad de aprender
el lenguaje de los signos junto con sus familias.
La detección de las enfermedades del oído y la pérdida de audición en
los ámbitos preescolar, escolar y profesional también puede ser eficaz para
identificar y tratar la pérdida de audición en una etapa temprana.
La situación de las personas que padecen pérdida de audición puede
mejorar con la utilización audífonos, dispositivos de ayuda auditiva e
implantes cocleares. La logoterapia, la reeducación auditiva y otros servicios
conexos también pueden ser beneficiosos. Ahora bien, la producción actual de
audífonos satisface menos del 10% de las necesidades mundiales. En los países
en desarrollo, menos del 40% de las personas que necesitan audífonos los
tienen. En entornos de ingresos bajos, la falta de baterías y de servicios de
ajuste y mantenimiento de los audífonos es también un obstáculo importante. En
todo el mundo, muchas personas que sufren pérdida de audición se beneficiarían
del acceso a audífonos asequibles y adecuadamente adaptados, así como a
servicios de seguimiento.
Las personas que padecen pérdida de audición pueden aprender a
comunicarse mediante la lectura de los labios, los textos escritos o impresos y
el lenguaje de signos. La enseñanza del lenguaje de signos beneficiará a los
niños con pérdida de audición, y los subtítulos y la interpretación al lenguaje
de signos en la televisión facilitarán el acceso a la información.
El reconocimiento oficial de los lenguajes de signos nacionales y el
aumento del número de intérpretes de esos lenguajes es importante para mejorar
el acceso a los servicios de lenguaje de signos. Las leyes de derechos humanos
y otras medidas de protección pueden contribuir a velar por la mejor
integración social de las personas con pérdida de audición.
No hay un tratamiento o intervención única ideal para todos los niños
que sufren algún tipo de sordera o sus familias. Los planes de intervención
adecuados incluirán observación, seguimiento y cambios necesarios a medida que
se estén llevando a cabo. Existen muchas opciones para los niños con
pérdida auditiva y sus familias.
Algunos tratamientos e intervenciones consisten en:
Consultar a un profesional (o un equipo de profesionales) que enseñen al
niño y a su familia a comunicarse.
Adquirir algún tipo de dispositivo para la audición, como un audífono.
Participar en grupos de apoyo.
Aprovechar otros recursos disponibles para los niños con pérdida
auditiva y sus familias.
Intervención temprana y educación especial
Intervención temprana (0-3 años de edad)
La pérdida auditiva puede afectar la capacidad del niño para desarrollar
el habla, el lenguaje y las destrezas sociales. Mientras más pronto sea
atendido un niño sordo o con problemas de audición, más probabilidades habrá de
que desarrolle su máximo potencial en el habla, el lenguaje y la socialización.
Los servicios de intervención temprana ayudan a los niños pequeños con
pérdida auditiva a aprender las destrezas del lenguaje y otras destrezas
importantes. Los estudios muestran que los servicios de intervención temprana
pueden mejorar significativamente el desarrollo del niño.
A los bebés que se les diagnostica pérdida auditiva se les debe comenzar
a atender lo antes posible, a más tardar a los 6 meses de edad.
Existen muchos servicios disponibles a través de la Ley de Educación
para Personas con Discapacidades 2004 (IDEA 2004).Aclaraci?n sobre los enlaces
a sitios web externos Los servicios para los niños desde el nacimiento hasta
los 36 meses de edad se denominan servicios de Intervención Temprana o Parte C.
Aun cuando a su niño no se le haya diagnosticado pérdida auditiva, puede ser
que reúna los requisitos para recibir servicios de intervención temprana. La
Ley sobre Personas con Discapacidades (IDEA 2004) establece que los niños
menores de 3 años (36 meses) que tengan un riesgo de padecer retrasos en el
desarrollo pueden recibir estos servicios. Cada estado proporciona estos
servicios por medio de un sistema de intervención temprana. A través de este
sistema, usted puede solicitar una evaluación del niño.
Educación especial (3-21 años)
La educación especial consiste en métodos de enseñanza acordes a las
necesidades educativas y de desarrollo de los niños de mayor edad con
discapacidades o de aquellos que presentan deficiencias en el desarrollo. El
sistema escolar público proporciona estos servicios. Estos servicios están
disponibles a través de la Ley de Educación para Personas con Discapacidades
2004 (IDEA 2004), Parte B.
Programa de Detección Auditiva e Intervención Tempranas (EHDI)
Todos los estados cuentan con un programa de Detección Auditiva e
Intervención Tempranas (EHDI, por sus siglas en inglés), cuya función es
identificar a los bebés y niños con pérdida auditiva y promover la realización
oportuna de exámenes de seguimiento y la prestación de servicios o
intervenciones para las familias de niños con pérdida auditiva. Si su hijo
tiene pérdida auditiva o a usted le preocupa que pueda tener problemas de
audición, llame a la línea telefónica gratuita 1-800-CDC-INFO o comuníquese con
el coordinador del programa local de EHDI (en inglés) Archivo PDF para obtener
información sobre los servicios disponibles en su estado.
Tecnología
Muchas personas con sordera o deficiencias auditivas conservan algún
nivel de audición. El nivel de audición de una persona sorda o con deficiencias
auditivas se llama "audición residual". La tecnología no
"cura" la pérdida auditiva, pero puede ayudar a un niño a aprovechar
al máximo su audición residual. Los padres de familia que optan por utilizar
esta tecnología para sus hijos tienen muchas opciones:
Audífonos
Implantes cocleares
Prótesis auditivas ancladas al hueso
Otros dispositivos de ayuda
Audífonos
Foto: niña con audífonosLos audífonos aumentan el volumen del sonido.
Los pueden usar las personas de todas las edades, incluidos los bebés. Los
bebés con pérdida auditiva puede que distingan mejor los sonidos si usan
audífonos. Esto puede darles la oportunidad de aprender a hablar desde que son
pequeños.
Hay muchos estilos de audífonos para los distintos tipos de pérdida
auditiva. Para los niños pequeños, los audífonos más comunes son los que se
enganchan detrás de la oreja, porque se adaptan mejor al crecimiento.
BOBLIOGRAFÍA
v García Pedroza, Felipe; Peñaloza
López, Yolanda; Poblano, Adrián. “La sordera congénita en México”
Fonte: Bol.
méd. Hosp. Infant. Méx;57(11):633-40, nov. 2000. tab.
v José María Augusto, José Antonio
Adrián, Jesús Alegría y Rosa Martínez de Antoñana
Universidad de Jaén, Universidad de Málaga y Laboratoire de
Psychologie Experimentale (Bruxelles).
“Dificultades lectoras en niños con sordera”, Psicothema ISSN 0214 -
9915 CODEN PSOTEG
2002. Vol. 14, nº 4, pp. 746-753
v
OMS
http://www.who.int/mediacentre/factsheets/fs300/es/
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