Carolina González Trejo
Tema: SORDERA
Definición
En
términos médicos la sordera es llamada hipoacusia, que quiere decir, falta de
audición total o parcial.
Se dice que alguien sufre pérdida de audición
cuando no es capaz de oír tan bien como una persona cuyo sentido del oído es
normal, es decir, cuyo umbral de audición en ambos oídos es igual o superior a
25 dB. La pérdida de audición puede ser leve, moderada, grave o profunda.
Afecta a uno o ambos oídos y entraña dificultades para oír una conversación o
sonidos fuertes. Por pérdida de audición discapacitante se entiende una pérdida
de audición superior a 40dB en el oído con mejor audición en los adultos, y
superior a 30dB en el oído con mejor audición en los niños.
·
ETIOLOGÍA
La pérdida de audición puede deberse a causas
genéticas, complicaciones en el parto, algunas enfermedades infecciosas,
infecciones crónicas del oído, el empleo de determinados fármacos, la
exposición al ruido excesivo y el envejecimiento
Las causas de pérdida de audición y sordera se
pueden dividir en congénitas y adquiridas.
Causas congénitas
Las causas congénitas pueden determinar la pérdida
de audición en el momento del nacimiento o poco después. La pérdida de audición
puede obedecer a factores hereditarios y no hereditarios, o a complicaciones
durante el embarazo y el parto, entre ellas:
- rubéola materna, sífilis u otras infecciones durante el embarazo;
- bajo peso al nacer;
- asfixia del parto (falta de oxígeno en el momento del parto)
- uso inadecuado de ciertos medicamentos como aminoglucósidos, medicamentos citotóxicos, antipalúdicos y diuréticos;
- ictericia grave durante el período neonatal, que puede lesionar el nervio auditivo del recién nacido.
Causas adquiridas
Las causas adquiridas pueden provocar la pérdida de
audición a cualquier edad.
- algunas enfermedades infecciosas, por ejemplo la meningitis, el sarampión y la parotiditis;
- la infección crónica del oído;
- la presencia de líquido en el oído (otitis media);
- el uso de algunos medicamentos, como antibióticos y antipalúdicos;
- los traumatismos craneoencefálicos o de los oídos;
- la exposición al ruido excesivo, por ejemplo en entornos laborales en los que se trabaja con maquinaria ruidosa o se producen explosiones, así como durante actividades recreativas en bares, discotecas, conciertos y acontecimientos deportivos, o durante el uso de aparatos de audio personales;
- el envejecimiento, en concreto la degeneración de las células sensoriales;
- la obstrucción del conducto auditivo producida por cerumen o cuerpos extraños.
En los niños, la otitis media crónica es la
principal causa de pérdida de audición.
·
CLASIFICACIÓN
·
Clase Decibeles
·
Normal Menos 10 a 26
·
Hipoacusia
leve De
27 a 40
·
Hipoacusia
moderada De 41 a 55
·
Hipoacusia
severa De
56 a 71
·
Hipoacusia
muy severa De
70 a 90
·
Hipoacusia
profunda o sordera Igual
o mayor a 91
·
FACTORES DE RIESGO
Los factores de riesgo en el recién nacido
son: antecedente familiar de sordera, infecciones intrauterinas (citomegalovirus,
rubeola, sífilis, toxoplasmosis o herpes), malformaciones de la cabeza y el
cuello, hiperbilirrubinemia grave, prematuridad y peso por debajo de los 1.500
gr, meningitis neonatal, toma de fármacos ototóxicos durante del embarazo,
puntuación de APGAR bajo al nacer, ingreso en la UCI neonatal con ventilación
mecánica durante más de 5 días y síndromes genéticos que asocian sordera.
·
EPIDEMIOLOGÍA
360 millones de personas padecen pérdida de
audición discapacitante en todo el mundo.
Más del 5% de la población mundial (360 millones de
personas) padece pérdida de audición discapacitante (328 millones de adultos y
32 millones de niños). La mayoría de las personas con pérdida de audición
discapacitante vive en países de ingresos bajos y medianos.
Aproximadamente de 1 a 3 de cada 1000 recién
nacidos son sordos.
De
acuerdo con el censo del 2000 realizado por el INEGI, en el país existen 300
000 sordos. Por otro lado, según la OMS en el 2005 había 278 millones de sordos
en el mundo.
·
PREVENCIÓN
Algunas estrategias de prevención sencillas
consisten en:
- vacunar a los niños contra las enfermedades de la infancia, en particular el sarampión, la meningitis, la rubéola y la parotiditis;
- administrar la vacuna contra la rubéola a las adolescentes y las mujeres en edad fecunda, antes de que queden embarazadas;
- efectuar pruebas para detectar y tratar la sífilis y otras infecciones en las embarazadas;
- mejorar la atención prenatal y perinatal, en particular mediante la promoción de los partos sin riesgos;
- seguir unas prácticas correctas de atención otológica;
- en los niños, realizar pruebas de detección de la otitis media y llevar a cabo las intervenciones médicas o quirúrgicas que convengan;
- evitar el uso de algunos medicamentos que puedan ser nocivos para la audición, a menos que sea prescrito y supervisado por un médico;
- remitir al servicio pertinente a los bebés que presentan riesgos altos (por ejemplo, los que tienen antecedentes familiares de sordera, los que han nacido con bajo peso o han sufrido asfixia del parto, ictericia o meningitis) a fin de someterlos a una evaluación y diagnóstico tempranos y dispensarles el tratamiento adecuado, según proceda, y
- reducir la exposición a ruidos fuertes (tanto en el trabajo como en las actividades recreativas) mediante la sensibilización de la población sobre los riesgos que acarrean; promulgar y aplicar legislación apropiada; y fomentar la utilización de dispositivos de protección personal como los tapones para oídos y los audífonos y auriculares que amortiguan el ruido ambiental.
DIAGNÓSTICO
¿Cómo se diagnostica la sordera en el recién nacido?
Durante los dos primeros
meses de vida el recién nacido parpadea, se despierta o se asusta ante ruidos
fuertes y de alta intensidad; la voz de su madre es capaz de tranquilizarlo y
pone atención en escucharla. A los 3 y 5 meses de vida dirige la mirada y gira
la cabeza hacia la fuente de sonido y entre los 6 y 9 meses es capaz de buscar
la fuente de la voz o del sonido moviendo la cabeza y el cuerpo para
observarla. Los padres deben consultar de inmediato al Pediatra si piensan que
su hijo no oye bien.
Hoy
en día está ampliamente aceptado que la detección de la hipoacusia infantil
dentro del primer mes de vida, diagnosticarla a los 3 meses e iniciar el
tratamiento en los primeros 6 meses, son básicos para evitar o minimizar
importantes alteraciones en el niño. La única manera de alcanzar este objetivo
es mediante la implantación del cribado auditivo universal a todos los recién
nacidos.
Se
utilizan dos métodos para evaluar la capacidad auditiva del bebé:
- Otoemisiones acústicas (OEA): evalúa el funcionamiento del oído interno cuando es estimulado. Es una prueba muy sencilla que sirve para el cribado de la sordera en el recién nacido y que debería realizarse a todos los bebés al nacer.
- Potenciales auditivos evocados (PEA): examina la respuesta eléctrica del cerebro al sonido para evaluar si el oído funciona correctamente. Es la prueba que da el diagnóstico definitivo.
La
incorporación de la detección precoz de hipoacusia en recién nacidos persigue:
- Identificar desde el nacimiento cualquier deficiencia auditiva.
- Iniciar el tratamiento y rehabilitación precoz.
- Permitir el mejor desarrollo del lenguaje oral.
- Conseguir la integración del niño/a con discapacidad auditiva.
- Mejorar su comunicación, desarrollo intelectual, emocional, social, rendimiento escolar y su futuro profesional.
Los
signos de alarma en el desarrollo del lenguaje que deben hacer sospechar de la
presencia de una hipoacusia son:
- 6 meses: no emite sonidos ni balbucea
- 12 meses: no oye sonidos (timbre, teléfono), no reconoce su nombre
- 15 meses: no imita palabras simples
- 24 meses: no dice palabras (10)
- 36 meses: frases de dos palabras
- 48 meses: frases sencillas
CARACTERÍSTICAS
CLÍNICAS
De 0 a 3 meses
§ Ante un sonido
no hay respuesta refleja del tipo parpadeo, despertar, etc.
§ Emite sonidos
monocordes.
De 3 a 6 meses
§ Se mantiene
indiferente a los ruidos familiares.
§ No se orienta
hacia la voz de sus padres.
§ No responde con
emisiones a la voz humana.
§ No emite sonidos
para llamar la atención.
§ Debe intentar
localizar ruidos
De 6 a 9 meses
§ No emite
sílabas.
§ No atiende a su
nombre.
§ No se orienta a
sonidos familiares.
De 9 a 12 meses
§ No reconoce
cuando le nombran a sus padres.
§ No entiende una
negación.
§ No responde a
“dame” si no va acompañado del gesto con la mano.
De 12 a 18 meses
§ No señala
objetos y personas familiares cuando se le nombran.
§ No responde de
forma distinta a sonidos diferentes.
§ No nombra
algunos objetos familiares.
De 18 a 24 meses
§ No presta
atención a los cuentos.
§ No identifica
las partes del cuerpo.
§ No construye
frases de dos sílabas.
A los 3 años
§ No se les
entiende las palabras que dice.
§ No contesta a
preguntas sencillas.
A los 4 años
§ No sabe contar
lo que pasa.
§ No es capaz de
mantener una conversación sencilla.
CARACTERÍSTICAS
ESTOMATOLÓGICAS
El
paciente sordo presenta alteraciones en la cavidad bucal, como hipoplasias y
desmineralización dental, ambas relacionadas con la causa de la deficiencia
sensitiva, por ejemplo, la rubeola, diabetes, peso extremadamente bajo al nacer
o neonato prematuro. Existe una mayor incidencia de bruxismo, sobre todo cuando
se une a otra discapacidad (sordo-ciego); en muchos casos este hábito
parafuncional aparece durante los momentos de vigilia en los periodos de
inactividad para suplir el vacío sensorial secundario a las incapacidades.
TRATAMIENTO
MEDICO
El
tratamiento depende del tipo de la patología que presente el niño y la edad en
que ésta sea detectada. Si la hipoacusia es leve, se dice que la incapacidad es
ligera y poco interfiere con el desarrollo, por lo que se considera que
requiere poca ayuda. Cuando la hipoacusia es moderada, resulta necesaria la
amplificación combinada con lectura de labios. En caso de hipoacusia severa,
los entrenamientos auditivos y la dicción deben iniciarse temprano; la
amplificación puede ser útil si se complementa con la lectura labial. En la
hipoacusia profunda es indispensable un entrenamiento temprano e intensivo en
la lectura labial y otras técnicas, como la comunicación digital.
Cuando
el niño es diagnosticado de hipoacusia el tratamiento debe ser multidisciplinar
con la colaboración del pediatra, otorrino, logopeda, psicólogo y
audioprotesistas. El tratamiento consiste en la estimulación precoz del niño,
un tratamiento logopédico adecuado y un tratamiento audioprotésico mediante
audífonos o implante coclear.
Los implantes cocleares
Un
implante coclear es un dispositivo electrónico que puede ayudar a oír a
personas que sean sordas. No restablece la audición normal, sino que
proporciona al niño sordo una comprensión útil de los sonidos ambientales y le
ayuda a comprender el habla. Es decir, tiene una función completamente
diferente a un audífono, cuya función es tan solo, amplificar los sonidos para
que el oído pueda detectarlos. Los implantes cocleares estimulan directamente
al nervio auditivo, evitando el oído dañado, por lo que la audición por medio
de un implante coclear lleva un periodo de aprendizaje.
El
implante tiene dos partes: una externa que se sitúa detrás de la oreja, y una
interna que se coloca debajo de la piel mediante una pequeña intervención
quirúrgica. Este complejo dispositivo viene equipado con:
- Micrófono: capta los sonidos del ambiente
- Procesador del habla: selecciona y organiza los sonidos que capta el micrófono
- Transmisor y receptor/estimulador: reciben las señales del procesador del habla y las convierten en impulsos eléctricos
- Electrodos:
recogen los impulsos del estimulador y los envían al nervio auditivo
Los
niños que pueden recibir implantes cocleares son aquellos que presentan
graves dificultades auditivas; lo más adecuado es implantarlo lo más
precozmente posible. Este dispositivo les proporcionará la capacidad de
conversar sin necesidad del lenguaje de signos ni de leer los labios.
TRATAMIENTO ESTOMATOLÓGICO
Cuando se
trata de estos niños es fundamental establecer medidas de prevención de
enfermedades bucales.
Para
enseñar tanto al niño como a los padres la técnica de cepillado son de mucha
utilidad los tipodontos, los muñecos y los títeres didácticos, ya que por su
forma y colorido llaman la atención del infante, es indispensable considerar el
hecho de que la medicación o la propia enfermedad pueden ocasionar una
reducción en los niveles de secreción salival, lo que aumenta aún más las posibilidades
de caries y acumulación de placa; esto empeora las condiciones de limpieza
bucal y de alimentación
Extremar
las medidas de prevención (controles de placa dentobacteriana, aplicaciones
tópicas de flúor, colocación de selladores de fosetas y fisuras).
El
odontólogo también debe prestar especial atención a la dieta. Al tratar a un
pequeño con alteraciones en la audición se deben tener en cuenta los siguientes
aspectos:
1. Es
importante preparar a los padres y al paciente antes de la primera visita
mediante una carta de bienvenida en la que se informe ampliamente sobre los
tratamientos. Se debe incluir también una historia clínica que pueda ser
llenada por los padres.
2. La presencia de una deficiencia auditiva será
referida en la historia clínica. Se solicitará un historial médico completo del
paciente que indique los trastornos asociados a la sordera, así como la edad de
inicio, el tipo, el grado y la causa de la sordera. También debe mencionar si
otros miembros de la familia presentan este problema y conocer el estado físico
y psicológico del paciente.
3. Se
aconseja que en la primera visita a la clínica se les muestren libros, folletos
y videos que les ofrezcan imágenes para ilustrar tanto lo que es la consulta
dental como para explicar los tratamientos dentales.
4. El
modelado es también muy útil. Esto se refiere a que el niño sordo tiende a
imitar las conductas que observa, de modo que si ve a otro pequeño que está en
Consulta
y éste se porta bien, se le explicará al niño sordo que se espera la misma
conducta de él.
5.
Durante la primera visita es indispensable permitir a los padres y al paciente
que determinen la forma de comunicación que prefieren (por ejemplo: intérprete,
lectura de labios, lenguaje manual, ya sea por medio del alfabeto o mediante
ideogramas, notas por escrito o alguna combinación de éstos).
6. Buscar
maneras de mejorar la comunicación y aprender algún lenguaje manual básico,
acercarse a foniatras o audiólogos, ya que ellos nos pueden dar tips útiles para comunicarnos con
el niño sordo.
7. Se
recomienda mirar de frente al paciente y hablarle normalmente y de forma
directa, sin gritarle.
8. En el
manejo clínico debe prevalecer sobre todo la paciencia. En la mayoría de los
casos el paciente acude a la consulta con un intérprete, papel que casi siempre
es
desempeñado por los padres.
9. Se
debe explicar al paciente en qué consiste el equipo dental, qué vamos a hacer
con él y qué es lo que va a sentir; es importante tomar en cuenta que un sordo
tiene la vista y el tacto muy desarrollados, así que el niño debe ver, tocar y
oler el instrumental principal y hasta probar los sabores de algunos
materiales, como el dique de hule.
10. Se le
puede decir al niño que realice gestos o señas con las manos cuando tenga algún
problema durante el tratamiento, como acumulación de agua en su boca, molestias,
dolor.
11. Hay
que evitar las expresiones faciales exageradas.
12. El
estomatólogo no debe utilizar cubrebocas, ya que dificulta la lectura de los labios.
13. En
caso de que el niño sea débil auditivo, se le debe hablar más lentamente.
14. La atención
al sordo en la clínica dental es una labor de equipo; serán partícipes: el
paciente, el odontólogo, el auxiliar, los padres y los educadores.
15. El
auxiliar dental no llamará al niño por su nombre, a no ser que se acerque a él;
lo conducirá al sillón dental, mientras que el odontólogo, el auxiliar y el
intérprete se sitúan de tal forma que el paciente pueda verlos con facilidad.
Es necesario que si el paciente se comunica por medio del lenguaje de señas
haya una seña para llamarlo por su nombre.
16. El
odontólogo y el auxiliar comunicarán sus ideas mediante gestos, expresiones
faciales y formación lenta de la palabra, evitando así que el paciente se
sienta aislado.
17. La
atención dental del niño sordo puede ser muy gratificante para el odontólogo si
recuerda que ese infante debe aprender a través de los demás sentidos; el
preescolar sordo puede ser más difícil de abordar, pues no ha sido adiestrado
aún para la comunicación. Después de que el niño ingresa a la escuela y aprende
a comunicarse con las personas, la odontología puede ser explicada sobre una
base de ver, tocar y gustar. Si se le permite tomar y sentir los instrumentos
odontológicos, el pequeño se mostrará más dispuesto a recibir los
procedimientos habituales.
18. Hay
que facilitar el contacto visual con estos niños, ya que se pueden sobresaltar
si se les toca sin contacto visual previo. Es indispensable observar la
expresión facial del paciente durante el tratamiento dental.
19. El
refuerzo mediante el contacto corporal mejora la relación dentista-paciente.
Una vez que se haya establecido rapport, el niño adquiere mayor confianza y
seguridad y en sus siguientes visitas será más independiente, de modo que en
algunas ocasiones no será necesaria la presencia del padre. Una caricia o un
apretón de manos constituye un refuerzo positivo para el paciente, representa
agrado hacia él y lo alienta a seguir adelante con el tratamiento.
20. El
odontólogo deberá explicar todo lo que sucede, ya que el paciente sordo teme
mucho a lo desconocido. Asimismo, le mostrará al niño los instrumentos y el
equipo, le informará sobre las vibraciones (que debido al equipo va a sentir),
advirtiéndole que son normales. También debe introducir con mucho cuidado las
piezas de alta y baja velocidad.
21. Se
recomienda mostrar confianza, sonreír y hacer gestos tranquilizadores para
ganar la confianza del paciente y disminuir su ansiedad, así como dedicar más
tiempo a cada visita.
22.
Resulta esencial ajustar el audífono (si el paciente lleva uno) antes de poner
en marcha la pieza de mano, ya que este dispositivo amplificará todos los
sonidos. En muchas ocasiones el niño preferirá que esté desconectado; también
al tomar radiografías se debe apagar el auxiliar auditivo, ya que con la
radiación se intensifican los sonidos.
23. La
utilización del dique de goma en los procedimientos dentales puede generar un
comportamiento negativo en el niño si le impide la visión, ya que ésta es su
principal forma de comunicación. De no tener visibilidad, el
asilamiento
y la ansiedad aumentarían, de modo que por ningún motivo se le deben cubrir los
ojos.
24. El
lenguaje corporal y la expresión facial juegan un papel muy importante en la
comunicación con el paciente sordo. Es de particular relevancia que durante su
estancia en la consulta dental el niño sienta que los miembros del equipo de
salud trabajan con calma, que están relajados y lo tratan con tacto y de forma
amistosa
PRONÓSTICO (Consecuencias de la
pérdida de audición)
·
Aprendizaje:
el niño presenta un retraso en los aprendizajes en la escuela, no muestra
interés por las actividades.
·
Lenguaje:
su desarrollo es muy lento o inexistente, utiliza unas estructuras lingüísticas
muy sencillas y no se le entiende cuando habla. Tiene problemas de dicción y le
cuesta aprender palabras nuevas o relatar una historia. El niño con un déficit
en la audición tiene problemas para leer y escribir.
·
Relaciones
sociales: tiene un periodo de concentración muy corto, le cuesta mantener una
conversación larga, no participa en los juegos con otros niños, se distrae con
frecuencia. Existe limitación de la capacidad de la persona para comunicarse
con los demás, pueden tener efectos importantes en la vida cotidiana y generar
sensación de soledad, aislamiento y frustración.
·
Consecuencias económicas: En los países en desarrollo, los
niños con pérdida de audición y sordera rara vez son escolarizados.
REFERENCIAS
BIBLIOGRÁFICAS
Méndez
RM, Gutiérrez FI. Manifestaciones conductuales por las cuales se sospecha de
hipoacusia en niños. Anales Médicos del Hospital ABC
2003. 48;
4: 199-203.
Ríos GY, Silot WE. Paciente
discapacitado. Normas para su atención en odontología. Odontología on line.
Boj JR, Catalá M.
Odontopediatría.Masson. Barcelona 2004, p. 467-475.
FISIOLOGÍA DE LA VISIÓN
La forma del ojo
humano es similar a la de una esfera de alrededor de 24 mm de diámetro. Su
función es la de producir una imagen óptica sobre una capa de células sensibles
a la luz. El sistema es como el de la cámara fotográfica: un sistema de lentes
transparentes produce una imagen inversa sobre una película, la retina.
Al pasar por el ojo, la
luz recorre de forma sucesiva la córnea, el humor acuoso, el cristalino
y el humor vítreo.
Córnea
La córnea
tiene un diámetro de alrededor de 11 mm, un grosor de 1 mm a nivel de la unión
con la esclerótica y de 0.5 mm en la proximidad del centro. La córnea tiene
propiedades especulares, por las cuales refleja los objetos del mundo exterior,
y una función dióptrica,con un poder convergente de 41 a 45 dioptrías.
La córnea
está constituida por diferentes capas sobrepuestas, que desde la superficie
anterior a la posterior son: epitelio corneal, lámina elástica anterior (de
Bowman), sustancia propia, lámina elástica posterior (de Demours o de
Descemet), endotelio. La capa de la sustancia propia es la más gruesa,
constituye efectivamente la parte anterior de la túnica fibrosa del ojo y representa
la parte esclerótica de la córnea.
De manera
habitual la córnea no se encuentra vascularizada y, por consecuencia,
intercambia oxígeno y anhídrido carbónico por difusión con el aire, a través de
la película lagrimal, o, con el interior, con el humor acuoso.
Cristalino
También
el cristalino es una estructura avascular, suspendida por fibras que
constituyen la zónula de Zinn. El cristalino está formado por una cápsula, por
un epitelio sencillo dispuesto debajo de la cápsula, en la parte anterior, y
por una masa principal, la sustancia del cristalino.
En vida,
el cristalino es transparente, incoloro y elástico.
Humor
vítreo
El humor
vítreo es el órgano que ocupa el compartimiento posterior de la cavidad del
globo ocular, la cual se localiza detrás del cristalino y es limitada por el
cristalino mismo con su aparato suspensor y por la retina. Está constituido por
una sustancia incolora, transparente, gelatinosa y viscosa. El peso específico
es de 1.005, el índice de refracción 1.338 y contiene 98.4% de agua.
El canal
hialoideo, un conducto cilíndrico de 2 mm de diámetro, lo recorre a lo largo de
su eje principal, desde la papila del nervio óptico hasta la proximidad del
centro de la fosa hialoidea.
Está
relleno de líquido y es un vestigio de lo que en el feto es la arteria
hialoidea, que riega el cristalino.
Humor
acuoso y tensión endoocular
El humor
acuoso que llena las dos cámaras del ojo es un líquido fluido como agua,
transparente, incoloro, sin elementos morfológicos o, a lo sumo, con algún
linfocito.
Las funciones
del humor acuoso son:
• óptica,
constituye una parte esencial del sistema dióptricoocular;
•
estática, gracias a su propia presión, permite el mantenimiento de la forma y
el volumen del globo ocular;
• trófica,
interviene de modo determinante en el trofismo de las estructuras avasculares
del ojo (córnea, cristalino), ya que les facilita, entre otros, oxígeno y
glucosa y los libera de anhídrido carbónico y ácido láctico. Además, provee
aminoácidos y glucosa al humor vítreo y la retina.
Acción
de la luz en la retina
El ojo
puede considerarse como un instrumento óptico encargado de enfocar sobre la
retina las imágenes visuales con la mínima distorsión posible. La luz es
focalizada por la córnea y el cristalino y tiene que atravesar el cuerpo vítreo
antes de ser absorbida por los fotorreceptores.
La retina
se halla en estrecha relación con el epitelio pigmentario,cuyas células
contienen gran cantidad de pigmento negro, melanina, que absorbe la luz que no
ha sido retenida por la retina e impide que pueda reflejarse sobre otras partes
de la retina misma, con el consecuente deterioro de las imágenes visuales.
Las
células del epitelio pigmentario desarrollan también algunas funciones
metabólicas importantes para la función de los fotorreceptores: son capaces de
resintetizar los pigmentos visuales fotosensibles y tienen la propiedad de
fagocitar las extremidades del segmento externo de los fotorreceptores mismos,
lo que facilita su recambio.
Dada la
posición de los fotorreceptores, la luz debe atravesar todos los otros estratos
de la retina antes de hacer contacto con ellos. Pero las neuronas de los
estratos retinianos superficiales son casi amielínicas y por ello bastante
transparentes, lo cual permite a la luz alcanzar los fotorreceptores sin ser
absorbida o distorsionada de manera apreciable.
Existe
una región de la retina, la fóvea, en la cual los cuerpos celulares de
las neuronas de las capas superpuestas sobre los receptores se desplazan hacia
fuera, lo que permite a los receptores recibir las imágenes visuales en la
forma menos distorsionada.
Esta
disposición es más acentuada en el centro de la fóvea, en la llamada foveola.
Por esta razón, el ser humano mueve los ojos en forma constante, de manera que
las imágenes que despiertan su interés se dirijan a las fóveas. En posición nasal
respecto a la fóvea se localiza el disco óptico, o papila óptica, que es el
punto en el cual las fibras del nervio óptico abandonan la retina. Como en esta
zona no existen fotorreceptores, ello determina la presencia de una mancha ciega
en el campo visual.
Fotorreceptores
Los
fotorreceptores son de dos tipos: conos y bastones
La luz
interactúa con los pigmentos visuales situados en el segmento externo de los
bastones y los conos. Los segmentos externos tienen una elevada capacidad de
captación de la luz en cuanto a que poseen una gran concentración de pigmentos visuales
capaces de absorberla. Cada pigmento es una molécula de pequeñas dimensiones,
capaz de absorber la luz, ligada de modo covalente a una proteína de membrana
de grandes dimensiones.
Conos
|
|
Bastones
|
Sensibilidad
Resolución temporal
Agudeza visual
Colores
|
Baja: poco pigmento, escasa amplificación, especializados
para la visión diurna o fotópica
Elevada (hasta 55 Hz)
Elevada: en particular se concentran en la fóvea,
vías retinianas poco convergentes
Cromáticos: tres tipos de conos, cada uno con un pigmento
diferente
|
Elevada: mucho pigmento, mucha amplifi cación, especializados
para la visión nocturna o escotópica
Baja (hasta 12 Hz)
Baja: ausentes en la fóvea, vías retinianas muy convergentes
Acromáticos: todos con un solo tipo de pigmento
|
|
|
|
Progresión
de la información en la retina
La retina
modifica y elabora las siguientes señales provocadas por la luz en los
fotorreceptores antes de enviarlas al cerebro. Las neuronas de salida de la
retina son las células ganglionares, cuyos axones forman el nervio óptico, por
medio del cual alcanzan el cuerpo geniculado lateral, el colículo superior y
otros núcleos del tronco del encéfalo. A diferencia de los fotorreceptores, que
responden a la luz con cambios graduales del propio potencial de membrana, las
células ganglionares transmiten la información bajo la forma de descargas de
potenciales de acción. Las señales de los fotorreceptores se transmiten a las células
ganglionares a través de tres tipos de interneuronas: las células bipolares,
las células horizontales y las células amacrinas.
Estas
células suman también las señales provenientes de diversos fotorreceptores.
Funciones
de los reflejos pupilares
Las funciones
del diafragma pupilar son esencialmente la regulación de la cantidad de luz registrada
en la retina, la regulación de la profundidad focal del ojo —distancia
que disminuye con el aumento de la abertura del sistema óptico— y la reducción
de la aberración esférica y cromática. Para conseguir la máxima eficiencia,
el sistema óptico debe ser limitado por una abertura muy pequeña, para
que los rayos luminosos se restrinjan sólo a la región axil y la amplitud
de los círculos de difusión sea la menor posible.
Acomodación
La acomodación
es la propiedad de variar el poder refractivo del cristalino. De ello se
encarga el músculo ciliar y, con más precisión, las fibras circulares de
inervación colinérgica. Por efecto de la contracción de las fi bras circulares,
la zónula ciliar se relaja y el cristalino tiende a asumir una forma más esférica,
con aumento de la curvatura de la cara anterior (la de la cara posterior casi
no varía) y el consecuente aumento del poder refractivo, que determina la
interiorización del punto de focalización de las imágenes sobre la retina. La
variación del cristalino es igual en todos los meridianos y tiene siempre lugar
del mismo modo en ambos ojos. De esta manera, mediante la acomodación es
posible enfocar sobre la retina imágenes que se forman sobre planos anteriores
o posteriores a ella.
VISIÓN
DE LOS COLORES
El color
es un aspecto de la experiencia visual que se caracteriza por tres atributos —luminosidad,
tinte, saturación o pureza—y normalmente originado por la estimulación con
radiaciones cuya longitud de onda se ubica entre 380 y 760 nm.
La luminosidad
es el efecto global ejercido por un objeto sobre los tres tipos de conos
(pero hay menor participación del sistema de los conos para las longitudes de
onda bajas).
El tinte
es la expresión del diferente grado con el que los objetos activan los
diferentes tipos de conos. La capacidad de discriminar los colores varía según
las diferentes posiciones del espectro: es máxima en las regiones con longitud
de onda entre 490 y 590 nm.
La saturación
indica el grado de dilución de cada uno de los tintes con el gris y depende
de la intensidad con la cual son estimulados los tres tipos de conos.
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