Carolina González Trejo
“CRISIS CONVULSIVAS”
DEFINICIÓN
Las crisis convulsivas son
descargas eléctricas neuronales anormales que tiene manifestaciones clínicas
variadas de origen multifactorial y que se asocian a trastornos clínicos
(anormalidades electroencefalográficas) y que se presentan de manera no
provocada, una crisis convulsiva representa un evento de inicio brusco, generalmente
auto limitado, caracterizado por una actividad muscular excesiva, pudiendo ser clónica
(contracción muscular intermitente y rítmica), tónica (contracción muscular sostenida)
o mioclónica (contracción arrítmica de un grupo muscular)
ETIOLOGÍA
Causas más
frecuentes de convulsión según la edad
Neonatos
• Encefalopatía
hipóxico-isquémica
• Infección
sistémica o del sistema nervioso central
• Alteraciones
hidroelectrolíticas
• Déficit de
piridoxina
• Errores
congénitos del metabolismo
• Hemorragia
cerebral
• Malformaciones
del sistema nervioso central
Lactantes y niños
• Convulsión
febril
• Infección
sistémica y del sistema nervioso central
• Alteraciones
hidroelectrolíticas
• Intoxicaciones
• Epilepsia
Adolescentes
• Supresión o
niveles sanguíneos bajos de anticonvulsivantes en niños epilépticos
• Traumatismo
craneal
• Epilepsia
• Tumor craneal
• Intoxicaciones (alcohol y drogas)
EPIDEMIOLOGÍA
La epilepsia
se considera el evento paroxístico más frecuente en la infancia y ocupa el segundo
lugar entre las enfermedades neurológicas, precedida solamente por el retraso mental.
Según los criterios de la Liga Internacional contra la Epilepsia (ILAE), la prevalencia
de esta oscila entre 4 Y 10 por cada 1000 habitantes y la incidencia entre 20 y
70 por cada 100000 habitantes por año.
La tasa
de prevalencia en los países latinoamericanos es más elevada a comparación de
países desarrollados, actualmente se calcula una prevalencia de 14 a 57 por
cada 1000 habitantes. En México el número aproximado de personas que sufren
alguna de las formas de crisis epilépticas es de 1.5 a 2 millones de
habitantes. De esta población hasta el 76% tienen un inicio en la infancia.
En general
se acepta que el 5% de la población tendrá una crisis convulsiva a lo largo de
su vida, mientras que la frecuencia de epilepsia oscila entre el 1 y 3%. Entre
niños con epilepsia (aproximadamente 1.5 ‐ 1.8% en México), la frecuencia
de estado epiléptico es del 1‐5%, domina en lactantes y muestra una mortalidad
del 10% en la experiencia del Hospital Infantil de México.
CLASIFICACIÓN
Las crisis epilépticas pueden ser
Parciales (cuando los síntomas iniciales representan la activación de un grupo
de neuronas circunscrito a parte de una hemisferio cerebral) y pueden tener síntomas:
motores o sensoriales localizados a parte de un hemicuerpo, autonómicos o
psíquicos (ilusiones, alucinaciones, pensamiento forzado, etc).
Las crisis Generalizadas
representan los síntomas derivados de la activación de grupos de neuronas extendidas
en ambos hemisferios cerebrales; se clasifican como convulsivas (tónicas,
clónicas, tónico-clónicas y mioclónicas) y no convulsivas (ausencias y
atónicas).
Es de destacar que solo una
minoría de casos con epilepsia tiene convulsiones (contracción muscular
repetida e involuntaria), puesto que las crisis parciales son las dominantes en
adultos y niños.
Existen un grupo de crisis no
clasificables en donde se incluyen los casos en donde no se puede hacer una
semiología adecuada (Ej. Crisis durante el sueño) y las crisis neonatales,
además de un apartado denominado addendum en el que colocamos casos de crisis
cíclicas (ejemplo: convulsiones durante el embarazo) o estados epilépticos
aislados.
CRISIS PARCIALES (ataques comienzan localmente).
A. Ataques
parciales simples (motores, sensoriales, autonómicos, psíquicos y compuestos).
B. Ataques parciales complejos.
CRISIS GENERALIZADAS (bilateralmente simétricas,
sin comienzo focal)
A. Ausencias (pequeño mal)
B. Ausencia atípica.
C. Mioclónicas (único o múltiple).
D. Clónicas.
E. Tónicas.
F. Tónico-clónicas (gran mal).
G. Atónicas (astática).
H. Crisis inclasificables
Crisis parciales
En las crisis
parciales “simples,” la persona permanece consciente pero experimenta
sentimientos o sensaciones inusuales. La persona puede tener sentimientos de
repente e inexplicables de alegría, ira, tristeza o náuseas. Él o ella también
puede oír, oler, ver o sentir cosas que no son reales.
En una crisis
parcial “compleja,” la persona tiene una pérdida de la conciencia. Él o ella
puede reportar tener una experiencia de ensueño. Las personas que tienen un
ataque focal complejo pueden tener extrañas conductas repetitivas como
parpadeos, tics, movimientos de la boca o incluso caminando en círculos. Estos
movimientos se denominan automatismos.
Crisis Generalizadas
Crisis de ausencias o Petit Mal. Es más frecuente en niños, entre
los 3 y 12 años. Se caracteriza por una pérdida brusca del conocimiento, el
paciente se queda inmóvil, con la mirada fija y totalmente inexpresivo durante
unos 10 o 15 segundos. La crisis termina tan bruscamente como empezó y el
paciente se recupera perfectamente, encontrándose totalmente alerta tras el
episodio. Estas crisis de ausencias se repiten numerosas veces al día.
Crisis Mioclónicas. Consiste en contracciones breves
y bruscas, involuntarias e irregulares en las extremidades, tronco, o músculos
faciales. Normalmente, no existe pérdida de conciencia. Crisis Atónicas. Se
produce una pérdida repentina del tono de los músculos que mantienen la
postura, es decir el enfermo se queda de pronto sin fuerza, como “desplomado”,
pudiendo incluso provocar una caída. La duración es cortísima, puede
acompañarse o no de pérdida de conocimiento.
Convulsiones tónicas causan la rigidez de los
músculos del cuerpo, por lo general los de la espalda, las piernas y los
brazos.
Convulsiones clónicas causan movimientos espasmódicos
repetidos en los músculos en ambos lados del cuerpo.
Crisis convulsiva tónico clónica
generalizada (gran mal). El paciente puede predecir que se aproxima una crisis convulsiva.
Presenta un malestar típico anterior a la crisis, denominado PRÓDROMO, el que
puede ser apatía, éxtasis, una o más sacudidas mioclónicas del tronco o de las
extremidades al despertar, dolor abdominal, diarrea, etc. En más del 50% de los
casos hay algún movimiento durante unos cuantos segundos antes de que se pierda
el conocimiento, tal como volver la cabeza o los ojos o todo el cuerpo, otras
veces acontecen palpitaciones, o alguna sensación desagradable en el epigastrio
o sensaciones extrañas en otra parte del cuerpo.
Es el ataque epiléptico más conocido, se
caracteriza por una pérdida repentina de la conciencia, con una contracción
violenta y generalizada de los músculos tónicos, que da lugar a movimientos
rítmicos con sacudidas, acompañados generalmente de mordedura de lengua,
emisión de espuma por la boca y relajación de esfínteres. La duración del
episodio es aproximadamente de 1 a 3 minutos, a continuación el enfermo
experimenta un sopor profundo y un estado postcrítico en el que el enfermo no
suele recordar nada.
Crisis atónicas. Se produce una pérdida repentina
del tono de los músculos que mantienen la postura, es decir el enfermo se queda
sin fuerza, pudiendo incluso provocar una caída, la duración es corta y puede
acompañarse o no de pérdida del conocimiento.
DIAGNÓSTICO CLÍNICO
El
diagnóstico clínico del niño con crisis convulsivas se basa en los datos clínicos
obtenidos durante la fase de anamnesis y exploración física por lo que se
recomienda abordar con detalle los siguientes puntos:
Antecedentes
familiares
•Investigación
de enfermedades neurológicas familiares
•
Investigación de antecedentes de CE, síndromes o enfermedades epilépticas
Antecedentes
personales
•Patología
perinatal (trauma obstétrico, encefalopatía hipóxico-isquémica neonatal,
convulsiones neonatales)
•
Evolución del desarrollo psicomotor
•
Evolución escolar y vida académica
• Consumo
de alcohol o drogas
•
Convulsiones febriles
•
Infecciones neuromeníngeas
•
Traumatismos craneoencefálicos
• Otras enfermedades
neurológicas o psiquiátricas
•
Enfermedades sistémicas
•
Tratamientos concomitantes
Padecimiento
actual
•
Cronopatología de los episodios paroxísticos
•
Descripción detallada y pormenorizada de la semiología de los episodios (forma
de inicio, desarrollo del episodio, recuperación)
•
Indagación minuciosa de los fenómenos motores, autonómicos y del lenguaje
durante la fase ictal y peri-ictal
•
Investigación dirigida de posibles episodios paroxísticos previos
desapercibidos
asociados
(mioclonías, auras, ausencias)
•
Investigación de síntomas generales y posibles enfermedades asociadas
•
Investigación de patología psiquiátrica asociada
Características
específicas de la crisis convulsiva
Pruebas complementarias
a) Estudio metabólico. Está indicado
fundamentalmente en los neonatos y en los lactantes pequeños en los que se
sospeche una causa metabólica. Deberán determinarse la glucemia, urea, creatinina, calcio, magnesio, sodio, potasio, pH, gases bicarbonato, ácido láctico y amoniaco.
b) Punción lumbar. Debe realizarse en todos los niños
menores de 12 meses que tienen una convulsión asociada a fiebre y en todos los
niños con sospecha de infección intracraneal (meningitis).
c) Tomografía axial computarizada (TAC), resonancia
magnética (RM). Están indicadas en aquellos
niños que presentan: signos de hipertensión intracraneal, focalidad
neurológica, crisis parciales, focalidad en el EEG, historia de traumatismo previo,
o dificultad para controlar las crisis. La RM es más sensible para la detección
de patología relacionada con las convulsiones.
d) Niveles sanguíneos de anticonvulsivantes. Se extraerán en los
niños con tratamiento previo.
Determinación de tóxicos en sangre. Se hará en caso
de sospecha de intoxicación.
e) Electroencefalograma (EEG). Está indicado en
todos los niños con una primera convulsión afebril, en las crisis febriles
atípicas y en los niños epilépticos en los que el patrón o la frecuencia de las
crisis hayan cambiado.
TRATAMIENTO MÉDICO
Para el abordaje es necesario:
Identificar el tipo de crisis epiléptica.
Realizar estudios séricos básicos para identificar causas o factores
desencadenantes: Glucosa, Calcio, Magnesio, Sodio y Cloro.
Identificar factores desencadenantes comunes: supresión del medicamento
antiepiléptico, desvelo, fiebre asociada a infecciones, etc.
Secuencia de actuación en el
tratamiento de las crisis convulsivas
1. Estabilización de las funciones
vitales (ABC).
• Vía aérea: Mantener en decúbito
lateral (salvo si existe traumatismo previo).
Aspirar secreciones.
Poner cánula orofaríngea.
• Ventilación: Administrar O2 100%
(mascarilla con reservorio, intubación endotraqueal)
Valorar: color, movimientos
torácicos, frecuencia respiratoria, auscultación pulmonar, pulsioximetría.
• Circulación: Canalizar vía IV.
S. Glucosado 5%
Valorar: perfusión periférica,
pulsos, frecuencia cardiaca, tensión arterial.
2. Determinación de glucemia (tira
reactiva). Extraer sangre para laboratorio1 (electrolitos, pH, gases, bicarbonato,
urea, creatinina, niveles de anticonvulsivantes).
3. Si hipoglucemia: S. Glucosado
25% 2 ml/kg. IV.
4. Administración de medicación
anticonvulsiva.
• Min. 0-5: Diazepam2 0,3 mg/kg IV
en 2-4 min. (max: 10 mg) ó 0,5 mg/kg rectal.
En los niños menores de 18 meses
debe ensayarse una dosis de piridoxina 150 mg/kg IV (50 mg en recién nacidos).
• Min. 5-10: Repetir la dosis de
diazepam
• Min. 10: Fenitoína 15-20 mg/kg IV
(max: 1 g) en 10-20 min (monitorización ECG y TA)
• Min. 20: Repetir la dosis de
diazepam (riesgo de depresión respiratoria)
• Min. 30: Fenitoína 10 mg/kg IV o
fenobarbital 15-20 mg/kg IV.
habitual es necesario descartar que
exista alguna causa subyacente, fundamentalmente: lesiones estructurales,
traumatismo, infección del SNC, metabolopatía, intoxicación.
TRATAMIENTO ESTOMATOLÓGICO
En la
atención odontológica de una paciente con epilepsia es importante reconocer la existencia
de factores desencadenantes de las crisis convulsivas que debemos teren en
cuenta para prevenirlas.
Factores
desencadenantes de las crisis convulsivas:
-
Supresión del tratamiento antiepiléptico habitual.
-
Ansiedad y estrés.
- Proceso
infeccioso intercurrente (proceso febril).
- Estados
fisiológicos (ciclo menstrual).
-
Privación del sueño.
- Consumo
de alcohol o excitantes.
-
Metabólicas (hiperglucemia o hipoglucemia).
- Deshidratación.
-
Hiperventilación.
- Luces
intermitentes. Ruidos.
-
Trastornos gastrointestinales.
-
Fármacos
Para
evitar una crisis durante el tratamiento odontológico debemos:
-
Posponerlo si ha habido crisis recientes o si se ha suspendido la medicación.
- Citarlo
a primera hora y evitar demoras.
-
Planificación del tratamiento. El ácido valproico puede prolongar el tiempo de sangrado, por lo cual deben solicitarse
pruebas antes de someterlos a alguna cirugía.
-
Conseguir una adecuada analgesia.
- Uso de
ansiolíticos indicados por su médico de cabecera.
En el examen
bucal se deberán evaluar:
-
lesiones provocadas por traumatismos o caídas debidas a las crisis epilépticas.
- efectos
de la medicación (hipertrofia gingival).
-
alteraciones presentes en la cavidad oral (caries, hipoplasia, maloclusión).
- condiciones
higiénicas bucales.
Manejo
del paciente con una crisis convulsiva durante el tratamiento dental:
En el
momento en que se produce la crisis epiléptica debemos:
- Retirar
instrumentos y materiales dentales, u objetos con los que el paciente pueda
lastimarse.
-
Colocarlo preferentemente en el suelo y de costado para favorecer la eliminación
de la saliva.
- No
interferir en sus movimientos.
- Evitar
que se golpee la cabeza o extremidades colocando almohadones.
-
Mantener permeable la vía aérea.
- Si se
prolonga más de 5 minutos administrar oxígeno con mascarilla.
- Llamar
a un Servicio de Urgencia si la crisis dura más de 15 minutos o si se repite
una crisis tras otra.
- Luego
de la crisis permitir que descanse. Evaluar el grado de vigilia y orientación.
COMPLICACIONES
Broncoaspiración,
edema pulmonar neurogénico, hipertermia, insuficiencia renal por rabdomiolisis
(se previene al forzar la diuresis y alcalinizar orina), hipotensión, depresión
respiratoria y sedación por uso de los anticonvulsivantes.
Referencias bibliográficas
Nirmel KN, Kofke WA, Ropper AH. Estado de mal epiléptico. En: Kofke WA, Levy JH, editores. Procedimientos de cuidados intensivos postoperatorios del Massachusetts General Hospital. 1.ª edición. Barcelona: Salvat Editores; 1990. p. 431-43.
L. Corral-Ansaa, J.I. Herrero-Meseguera, M. Falip-Centellasb, M. Aiguabella-Macau. Estatus epiléptico. Med. Intensiva v.32 n.4 Madrid mayo 2008.
www.infomed.es,
Atención odontoestomatológica del paciente epiléptico.
BIOGRAFÍA
DE GABY BRIMER
Gabriela
Raquel Brimmer Duglacz nació en la ciudad de México el 12 de setiembre de 1947. Hija de
Miguel y de Sari Brimmer, una familia acaudalada de origen judío que buscó
refugio en México durante la persecución nazi.
Brimmer
nació con una parálisis cerebral tetrapléjica grave de origen
perinatal que le impedía cualquier expresión o movimiento excepto en su pie
izquierdo. La mujer indígena que la cuidaba, Florencia Sánchez Morales, se
convirtió en su apoyo desde los cinco años hasta su muerte y supo detectar sus
posibilidades comunicativas.5
En
1955, ingresó en el
Centro de Rehabilitación Músculo Esquelético en Mexico DF para cursar Primaria,
donde la profesora Margarita Aguilar le ayudó a acercarse al mundo de las
letras. Se interesó por la literatura y profundizó en ella durante sus estudios
en el centro Secundaria 68, donde ingresó en 1964 y donde su
profesor de lengua española, el poeta Jorge Aguilar Mora le influyó
para que leyera más poesía.5
Brimmer
luchó para poder acceder a estudios normalizados, también en la enseñanza
superior, pese a las dificultades con las que se encontraba. En 1971, se matriculó en
Sociología en la Universidad Nacional Autónoma
de México (UNAM), en donde cursó tres semestres, pero se vio obligada a
abandonar la carrera por decisión familiar. Más tarde, en 1974, volvió a la
universidad para matricularse en Periodismo. Sin embargo, debido a las barreras
arquitectónicas y humanas de la UNAM, solo pudo cursar nuevamente tres
semestres.
A
los 30 años, adoptó a una niña recién nacida a la que llamó Alma Florencia y de
la que se pudo hacer cargo gracias al apoyo de su propia cuidadora, Florencia
Sánchez Morales.
Seguía
escribiendo y su madre se convirtió en su mejor crítica. En 1979 con ayuda de Elena
Poniatowska editó su primer libro, su biografía. Ese mismo año conoció al
cinesta Luis Mandoki, quien hizo posible mostrar al mundo entero la
historia de su vida. Luego de la muerte de su madre, Gaby recopiló los
cuentos que había escrito, historias acerca de mujeres que viven distintas
situaciones, pero que tienen un mismo común denominador: la soledad y falta de
alternativa.
En
1989, fundó la Asociación
para los Derechos de Personas con Alteraciones Motoras (ADEPAM) con el fin
de asesorar, dar servicio médico y psicológico, y promover el respeto a los
derechos humanos de las personas con discapacidad, así como facilitar su
alfabetización y formación a través del Sistema Abierto de Enseñanza.
El 25 de mayo de 1999 asumió el cargo de vicepresidente de la mesa directiva de la confederación mexicana de limitados físicos y representantes de deficientes mentales A.C.
El 25 de mayo de 1999 asumió el cargo de vicepresidente de la mesa directiva de la confederación mexicana de limitados físicos y representantes de deficientes mentales A.C.
El 3 de enero del año 2000, muere esta gran mujer y tenaz escritora, víctima de un paro cardiaco a la edad de 52 años. Falleció en su casa del antiguo barrio de San Ángel, al sur de la ciudad de México.
Reconocimientos:
- En 1995, recibió la Medalla al Mérito Ciudadano.1
- En 1996, fue nombrada vicepresidenta de la Confederación Mexicana de Limitados Físicos y/o Deficiencias Mentales.
- En 1998, Brimmer fue elegida miembro del Comité de la Mujer con Discapacidad para América Latina Región de DPI por la Confederación Mexicana de Personas con Limitaciones Físicas Representantes de los discapacitados mentales (COMELFIRDEM), que tuvo en consideración sus méritos y su competencia en el trabajo.
Clasificación Fisiológica de
Parálisis cerebral
Agrupación fisiológica:
El tono muscular puede ser aumentado o disminuido
en los niños con parálisis cerebral.
La espasticidad
o hipertónica es un tipo de aumento del tono muscular (exceso). Se
caracteriza por ser dependiente de la velocidad. Esto se determina mediante la
flexión pasiva y que se extiende grupos musculares a través de una
articulación. Si una persona tiene la espasticidad en el músculo que está
siendo examinado, el clínico sintiera la resistencia al movimiento cuando se
varia y la resistencia será más prominente si la extremidad se varió
rápidamente en comparación con lentamente. Los niños con espasticidad a menudo
tienen más pronunciados los reflejos tendinosos profundos, clonus (ritmos repetitivos
del tobillo cuando se mueve rápidamente) y las respuestas plantares extensoras
(el dedo gordo del pie se convierte en imagen cuando se golpea suavemente la
parte inferior del pie).
Disquinesia se define como movimientos
anormales del motor. Cuando el paciente con disquinesia está totalmente
relajado acostado sobre su espalda, una gama completa de movimiento y disminuye
el tono muscular puede ser encontrado. Sin embargo, cuando intentan movimientos
voluntarios, la disquinesia se hace evidente. Los pacientes pueden tener dos
funciones diferentes de disquinesia.
Ataxias. Los pacientes con ataxias
tienen mala coordinación de los movimientos voluntarios. Estos pacientes pueden
ser hipotónica durante los dos o tres primeros años de vida. Suelen caminar con
un paso tambaleante de base ancha y tienen poca precisión cuando se trata de
alcanzar algo con las manos (llamado dismetría). Ocurre cuando se daña el Cerebelo,
causando pérdida de la coordinación muscular y movimientos erráticos. Este tipo
de Parálisis Cerebral afecta del 5 al 10% de los niños. Afecta el sentido de
balance y percepción de profundidad. Los niños con este tipo de Parálisis
Cerebral frecuentemente tienen poca coordinación y un característico tipo de
marcha mostrando una separación anormalmente grande entre los pies. Muestran un
aumento en esta dificultad para caminar cuando se les apresura o bien cuando
intentan precisar sus movimientos, por ejemplo al escribir o intentar abotonar
una camisa.
Grupo
mixto
Se
llama Parálisis Cerebral Mixta cuando el tono muscular está muy disminuido en
unos grupos musculares y aumentados en otros. Se caracteriza por presentar dos
o más tipos de Parálisis Cerebral en la misma persona. Por ejemplo Atetoide y
Atáxica. El tipo más comun de Parálisis Cerebral mixta es la Atetoide-Espástica
y el tipo más raro es la Atetoide-Ataxica. Sin embargo, cualquier tipo de
combinación puede ocurrir, incluso la asociación de 3 tipos,
Espástica-Atetoide-Atáxica (por ejemplo, bajo tono muscular en el tronco y el
tono muscular alto de las extremidades) y pueden tener una combinación de
espasticidad y distonía. Algunos de estos pacientes también pueden tener la
ataxia.
Atetosis
Movimientos involuntarios anormales que son siempre iguales en la misma persona, predominio distal (dedos de manos y pies) y desaparecen durante el sueño. Alternancia continua, lenta y recurrente entre dos posiciones opuestas, tales como pronación y supinación (mano palma arriba y palma abajo)
Movimientos involuntarios anormales que son siempre iguales en la misma persona, predominio distal (dedos de manos y pies) y desaparecen durante el sueño. Alternancia continua, lenta y recurrente entre dos posiciones opuestas, tales como pronación y supinación (mano palma arriba y palma abajo)
Tremor
Es un movimiento involuntario, rítmico, oscilante de cualquier parte del cuerpo, causado por contracciones de músculos antagonistas recíprocamente inervados.
Es un movimiento involuntario, rítmico, oscilante de cualquier parte del cuerpo, causado por contracciones de músculos antagonistas recíprocamente inervados.
Distonía
Son contracciones musculares involuntarias permanentes de una o más partes del cuerpo, debido a una disfunción del sistema nervioso. Por ejemplo: torsiones o deformaciones de alguna parte del cuerpo
Son contracciones musculares involuntarias permanentes de una o más partes del cuerpo, debido a una disfunción del sistema nervioso. Por ejemplo: torsiones o deformaciones de alguna parte del cuerpo
Coreiforme
Procede del término griego baile, son movimientos arrítmicos rápidos, espasmódicos, vigorosos e incesantes. Se caracterizan por su irregularidad y variabilidad, afectan cualquier parte del cuerpo, es especial la musculatura bucal, lingual y mandibular.
Procede del término griego baile, son movimientos arrítmicos rápidos, espasmódicos, vigorosos e incesantes. Se caracterizan por su irregularidad y variabilidad, afectan cualquier parte del cuerpo, es especial la musculatura bucal, lingual y mandibular.
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